Mascarriel
Mario Ibarra *AMLO en el balcón: la silenciosa voz del zócalo… *Sostiene Tabasco crecimiento en su PIB… Todo régimen político es un relato. La creación de un mito. Y luego la reiteración permanente de esa historia, de ese cuento. En eso, el mito político es el sucedáneo del mito prehistórico y del mito religioso: nos […]
21 de septiembre de 2020

Mario Ibarra

*AMLO en el balcón: la silenciosa voz del zócalo…

*Sostiene Tabasco crecimiento en su PIB…

Todo régimen político es un relato. La creación de un mito. Y luego la reiteración permanente de esa historia, de ese cuento.
En eso, el mito político es el sucedáneo del mito prehistórico y del mito religioso: nos dice de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos.
Esto es así desde que, bajo la protección de la caverna y en torno de la hoguera fascinante, el chamán relataba a la horda, principalmente a los niños y los jóvenes (los mayores estaban pintando manos, figuras antropomorfas exquisitas y bestias bellísimas en las paredes), cómo los dioses habían creado al mundo y a los hombres…

EL MAGO…
Los mitos políticos dominantes en los últimos 2 siglos son el capitalismo y el marxismo.
Dos versiones (cuentos) distintos sobre la historia, de los resultados de la historia y del papel de los hombres en ella.
El marxismo, buen hijo del judeocristianismo, hasta le achaca un “fin”, un propósito, a la caprichosa, azarosa historia.
Es más: el marxismo es la versión laica de esas doctrinas. Por eso es tan dogmático.
Ahí donde las escrituras ponen el paraíso, Marx sitúa la mítica edad de oro (los clanes cazadores y recolectores del paleolítico).
La historia sería el equivalente a la expulsión del edén y la peregrinación de la humanidad hasta merecer su redención: el paraíso terrenal del comunismo.
Todo régimen es la construcción de un mito y su relato permanente.
Todo régimen es un discurso. (Y todo lo demás, por supuesto).
Como dicen ahora: una narrativa.
Y en estos menesteres, el autor de la narrativa del que se quiere un nuevo régimen y que se autodenomina como “la cuarta transformación”, un señor proveniente de los popales del sureste y que se llama Andrés Manuel, no es un amanuense cualquiera, no, que va: es un mago de la inventiva, un verdadero genio en la codificación de su narrativa política y un maestro en su prédica…

EL AVIÓN…
O sea: un líder: un encantador de multitudes: alguien que cuenta un cuento -la narrativa de un nuevo régimen político en este caso-, que fascina a la mayoría de la tribu que lo escucha, le cree, lo sigue.
En pasada entrega hablamos de la sintaxis de la 4T.
Así como las frases las estructuramos con palabras, la narrativa política se construye con símbolos.
Quién sabe si AMLO sea un estudioso sistemático de la antropología, la lingüística, la semiótica, el psicoanálisis y la filosofía deconstructivista; o si su saber sea esencialmente intuitivo y empírico, pero de que sabe que el ser humano es radicalmente simbólico y ritualista, lo sabe.
¡Y cómo le saca jugo a ese conocimiento!
Símbolos/signos en la sintaxis de la 4T: el aeropuerto, Los pinos, el Tren Maya, el Palacio, el Zócalo, los fifís, los programas asistenciales, “no somos iguales”, la austeridad, los conservadores, “primero los pobres”, el Instituto para devolverle al pueblo lo robado, MoReNa, la democracia, la refinería de Dos Bocas, el avión y un larguísimo etcétera.
El código sintáctico de AMLO es más numeroso, más diverso y rico en signos que nuestro abecedario. Pero con mucho.
EL avión: un símbolo que, en lucro político, es una veta de oro…

LA MENTADA…
Símbolo destellante de la corrupción, la opulencia obscena, del abuso, el dispendio y la insolencia de los gobiernos pasados.
Un político equis lo habría mostrado como evidencia y a otra cosa.
Pero no AMLO. Desde antes que Boeing lo entregara a Banobras, ya el tabasqueño lo había hecho suyo. (Apropiarse del pasado y acuñarlo a sus propósitos es parte de su éxito).
Y fue el avión un símbolo de indudable rendimiento en el discurso de campaña: “un avión que no lo tiene ni Obama”.
Si mucha gente se sentía lastimada y ofendida, lo del avión les cayó como mentada de madre.
Fue factor para exacerbar el enojo, el hartazgo y la furia de la mayoría de los votantes contra el régimen decadente, sinónimo para ellos de corrupción, abuso, injusticia e impunidad.
Y lo sigue siendo…

LA OPCIÓN…
Porque Andrés Manuel ha decidido que la elección intermedia del 2021 se realice bajo las mismas premisas del 2018: la alternativa entre un régimen corrupto, inepto, injusto, cínico y decadente o la esperanza de regeneración, de justicia, de seguridad y de honestidad, tal y como lo vende MoReNa.
Tradicionalmente, las elecciones intermedias eran el primer corte de caja: calificación de resultados del gobierno en turno.
AMLO y MoReNa quieren que la próxima sea una reedición del 2018: la opción entre el pasado execrable y el futuro color de rosa.
Y en buena medida así será.
Bajo ese criterio, esencialmente político, lo de la rifa del avión fue un exitazo…

LOS SOLLOZOS…
Quien sabe cómo resulten al final los numeritos, pero políticamente la rifa ha sido sumamente provechosa.
Y con escenas dignas del mejor Ibargüengoitia: previo al sorteo, el director de la Lotería Nacional, Ernesto Prieto, sollozando de emoción ante los micrófonos, confundido, hablando de la expropiación petrolera como si fuera parte de la 4T; doña Olguita, la de Gobernación, perorando como si con la rifa se terminara la situación menesterosa del sector salud y como si, a partir de ese momento milagroso, accediéramos, ipso facto, a un sistema de salud mejor que el de Noruega, Suecia y Dinamarca juntos.
Pero bueno, ridiculeces personales aparte, lo de la rifa sirvió para lo que se quería.
Tanto que ya AMLO anuncia su reposición para el próximo año…

LA CONSULTA…
En la misma estrategia, ahora sigue lo del juicio a los ex precisos.
Por supuesto que la gente los quiere ver bien “preciosos”. En chirona, pues.
Según encuestas, 9 de cada 10 consultados opina que si son culpables de algún delito, deben ser procesados; pero sólo 4 de cada 10 está de acuerdo con la consulta.
Como sea, el asunto se va a llevar un buen rato.
Según los doctores en derecho constitucional consultados, la moción enviada por el Presidente será rechazada por la SCJN.
La corte dirá que los expresidentes pueden ser vinculados a proceso, claro está, bajo evidencias inobjetables de que pudieron cometer algún delito.
Para eso basta la denuncia de un ciudadano cualquiera. Eso dirán los magistrados. Al Tiempo…

LA CONDENA…
Y asentarán que la consulta no procede por ser, en sus términos, atentatoria a los derechos humanos de los ex de marras, y por violentar la presunción de inocencia.
Pero, para lo que se busca, que la SCJN se pronuncie en contra, es lo de menos.
Es probable que el MoReNa arme de todas maneras la consulta -como las del aeropuerto y las de la planta cervecera en Ensenada, y que el resultado sea unánime contra los expresidentes.
Ellos -y el pasado neoliberal que encarnan, habrán sido juzgados, condenados y lapidados (simbólicamente) por el “tribunal popular” y, lo más importante, la gente irá a votar el próximo 6 de junio no evaluando los resultados de la 4T en los 29 meses de gobierno transcurridos para entonces, sino enjuiciando y condenando una vez más al pasado neoliberal que, para el cuatroteísmo sigue siendo el responsable de todos los males, las calamidades, las pestes, las miserias, las inequidades, las penas, los quebrantamientos y la desesperación que se abaten sobre la mayoría de los mexicanos.
Eso, señores, en política se llama un discurso dominante, una narrativa triunfante…

LAS MORAS…
Ahora ¿eso es válido, legítimo, íntegro?
La respuesta, positiva o negativa, es un juicio de valor.
Tiene que ver con la moral y con la ética; o sea: es una valoración personal, individual. Que el lector asuma su propio juicio.
Ahora, estamos hablando de luchas de poder.
Del poder político tal y como lo entendemos desde Maquiavelo.
Y en política, la moral es un árbol que da moras…

LA PLUSVALÍA…
El poder político tiene dos imperativos: quien lo tiene se esfuerza por conservarlo; quien no, por conquístalo.
AMLO y el MoReNa lo acaban de conquistar al cabo de dos décadas de asedio a Palacio.
Ahora tratan de conservarlo y de acrecentarlo.
Y en ello empeñan todo lo que son, todo lo que pueden.
Porque de que enfrentarán una oposición real, que se erguirá y votará el 6 de junio, no hay duda.
A pesar de que PRI, PAN, PRD siguen en la lona y que el MC no sabe crecer, hay opositores y llegado el momento se manifestarán en las urnas.
El gobierno y su partido encausan toda decisión y cada acción en sentido de su plusvalía política.
Exactamente igual como lo hacen todos los gobiernos del mundo en donde el poder se conserva o se busca bajo reglas democráticas.
Por eso hay normas electorales, límites establecidos en la ley.
En tanto el gobierno no transgreda tales límites, tiene un amplísimo espectro para hacer política en busca de los votos: rifar aviones o promover juicios contra expresidentes, por ejemplo…

EL ZÓCALO…
O lanzar vivas a la libertad, la igualdad y a la esperanza en el porvenir desde el balcón central de Palacio.
Curiosa paradoja: un hombre de multitudes oficiando el ritual mayor de la república ante una plaza vacía; el espacio que lo vio nacer, crecer y escalar las alturas, ahora como testigo amordazado, como extensión abierta por la que escapa el eco de los ¡vivas! arrebatados de otras noches.
No hay duda de que el Zócalo guarda un significado muy especial para López Obrador.
Para él debe ser un sitio de poder, en el sentido aplicado por los enigmáticos brujos/sabios del México prehispánico.
Debe existir en AMLO una pulsión de energía mística, de unidad mágica entre lo más cierto, genuino y persistente de su ser, con ese espacio imponente y único que es el zócalo…

EL BALCÓN…
Puede que la plaza escueta y muda le haya regalado una emoción mayor y más conmovedora que plena de bullicio y retumbante de griteríos. Quizá.
Porque es muy posible que ahí, en el Zócalo, la primera vez que tomó la plaza y ocupó su planicie con sus huestes, allá por 1992, Andrés Manuel se haya “visto” por vez primera ondeando la bandera en el balcón central como Presidente de la República.
Podríamos rastrear esa emoción sopesando los ¡vivas! originales que lanzó antes de repicar la campana. (Tarea para próxima entrega).
Pero hablábamos de cuentos, y no hay cuento mayor y más desaforado que el de nuestra independencia y su ritual mayor: el grito del cura Hidalgo.
Pura invención. Ya lo dice Carlos Tello Díaz: “Nuestra historia oficial está llena de buenos y malos y es ajena por completo a la verdad”.
Y lo respalda Luis González de Alba: “Muy mal empieza el país que falsea su acta de nacimiento”. (Le entramos al tema en la próxima entrega).
En tanto vienen asuntos serios…

LAS PREGUNTAS…
Entre ellos la comparecencia del titular de Hacienda, Arturo Herrera, para explicar y discutir cifras y rubros del proyecto de presupuesto de egresos con los diputados.
Debe el Secretario ir preparado porque le va a llover.
Vamos a ayudarle para que no lo cojan de sorpresa.
Para empezar, le preguntarán: ¿Cuánto le ha costado al Estado la pandemia?
¿Cuánto cuesta cada día de intubación por paciente?
¿Cuánto cada día por paciente no intubado?
¿Cuánto se ha gastado en medicinas, equipo y avituallamiento no programado en el gasto?
¿Cuánto costaron los vuelos a China y cuánto los productos que los chinos nos vendieron?
Y así, una larga retahíla de ¿cuántos? tendrá que contestar el señor Herrera…

¿MENOS CON MÁS…?
Y la discusión por el presupuesto de egresos estará aún más caldeada.
Por ejemplo: la partida para pago de salarios (Servicios Personales) del gobierno federal en este año fue de 1.150 billones de pesos de pesos.
No obstante que se han dado sustantivos recortes de personal en todas las dependencias, la partida para servicios personales que se presenta para el 2021 es de ¡1.37 billones de pesos! … ¡crece 7%!
“Explíquenos eso, señor secretario”, le exigirán los diputados de oposición.
Otra: en Presidencia, en este año hubo mil 280 plazas.
El próximo serán 1087; es decir: 183 menos.
Sin embargo, el gasto en servicios personales sube de 339 millones este año, a 434 millones para el siguiente.
En la Secretaría de Bienestar sucede lo mismo, pero peor.
“¿Cómo es posible eso, señor secretario?”, le preguntarán al joven Herrera.
Se pondrá bueno el asunto. Hayquir…

AIRES DEL TRÓPICO…
Bueno, los tabasqueños la hicieron de nuevo: Tabasco, junto con Baja California Sur,
son los únicos estados cuyo PIB creció en Julio, lo que no deja de ser un dato muy estimulante para los paisanos del Presidente.
De nuevo reiteramos: quien sabe como le vaya al país en este sexenio, pero a Tabasco le va a ir bien.
Lo dijimos desde el 2018, después que AMLO ganó las elecciones.
No nos equivocamos.
Cierto: hay que darle su parte de mérito en esto al gobernador Adán Augusto.
-Para quienes tienen intereses en Campeche: la próxima gobernadora se llama Layda Sansores. No dirán que no les avisamos a tiempo…

“Todas las verdades son subjetivas, incluso las verdades científicas.
Edmundo O ‘Gorman.

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