“Todas las cosas fingidas caen como
flores marchitas, porque ninguna
simulación puede durar largo tiempo”.
Cicerón
Enrique Muñoz González
cayuco7@hotmail.com
Armando Maldonado Acosta siente pasos en la azotea, sabe que no va a poder mantenerse en el cargo de Secretario Ejecutivo del IEPCT, porque es persona non grata para el perredismo, ya que durante el pasado proceso electoral hizo hasta lo imposible por sancionarlos, pero no pudo porque el TEPJF le enmendó la plana, por eso ayer lanzo amenazas, con tal de poder aferrarse a seguir en la nómina.
Para nadie es un secreto que dentro de la agenda legislativa de la fracción mayoritaria del PRD está el poder organizar desde sus entrañas el IEPCT para que no siga generando escándalos, incluso hay la propuesta de que las elecciones intermedias del 2015 pueda organizarlas el IFE, en caso de que los consejeros locales no acrediten la credibilidad que se requiere.
Mientras tanto, ayer Armando Maldonado Acosta hizo un pronunciamiento en donde quiere ponerse como mártir antes de que le den las gracias, acusando que ha sido amenazado por algunos consejeros electorales porque no se quiere ir por las buenas. Lo que no entiende es que su ciclo ya termino y por dignidad mejor que renuncie antes que sea echado dejando por los suelos el poco prestigio que le queda.
Para nadie es un secreto que el Secretario Ejecutivo ha servido a intereses priistas desde que llego al cargo, algunas veces se le acusó de tener conversaciones con funcionarios, y aunque todo lo negaba, era evidente que su trabajo no era imparcial. Se recuerda cuando siendo precandidato don Arturo Núñez tuvo que acudir ante el TEPJF por las aberrantes sanciones que le pretendían imponer.
Ahora con la nueva realidad política que hay en Tabasco, Maldonado Acosta pretende curarse en salud, argumentando ser amenazado para que renuncie, si sabe bien que por la manera deshonesta con la cual se desempeñó en el proceso electoral del 2012, no tiene cabida en el instituto electoral, que ya no aguanta más escándalos después de los que han pasado por el gasto desproporcionado en la compra de un edificio que aún no utilizan.
En el IEPCT no se persigue a nadie, se viven ciclos, muchos terminan abruptamente como el del Secretario Ejecutivo, porque no es garante de los preceptos por los cuales se rige el propio instituto; no olvidemos que el año pasado circulo la versión de que pedía la cifra de 5 millones de pesos como liquidación, y como no se le dio, por eso se quedó para seguir medrando del presupuesto.
Maldonado Acosta le sale caro al IEPCT, para hacer su trabajo contrato los servicios de algunos de sus maestros de la Universidad de Xalapa, donde llevo un diplomado sobre temas electorales; los trajo como asesores, erogando grandes cifras para que le hicieran su trabajo, porque hasta eso, los dictámenes que debería de elaborar, se lo hacían sus maestros.
Si no se va por voluntad propia, de alguna manera tendrá que hacerlo, nadie lo ha amenazado, pero luego de 12 años de estar al frente de la Secretaría Ejecutiva, donde hizo mucho daño al proceso electoral pasado, lo mejor es que se dedique a otras actividades; es patético que tenga que inventar argumentos para aferrarse al cargo.
De hecho, que nadie se sorprenda si en este primer periodo ordinario de sesiones se toma la decisión en el Congreso local de disolver el Consejo Estatal Electoral, por las múltiples anomalías que hay en la cuenta pública 2011, pendiente aún de ser aprobada; además del escándalo sin resolver por la compra millonaria del inmueble del periférico. De darse esta situación, se van todos, para nombrar nuevos consejeros electorales.
Una de las premisas fundamentales es devolverle la credibilidad perdida al IEPCT, con personas garantes de imparcialidad, transparencia, equidad y honestidad, atributos de los cuales carecen la mayoría de los actuales consejeros, así que tan solo la salida de Armando Maldonado Acosta es el principio de la limpia que requiere el instituto.
La Piragua
Interesante la postura asumida ayer por la diputada priista Mayte Dagdug Lutzow al explicar que hubo un error de procedimiento en el nombramiento de la directora del Instituto Estatal de la Mujer, Leticia Romero Rodríguez, porque de acuerdo a la Ley Orgánica debe ser avalado por el Congreso local a propuesta de una terna enviada por el Ejecutivo.
El señalamiento de Mayte Dagdug va en el sentido de que no es posible que Leticia Romero se le nombró el 30 de diciembre y haya rendido protesta el primero de enero al cargo, cuando con fecha tres de enero llego al Congreso local la propuesta con una terna integrada por tres mujeres. Se deben cuidar las formas, porque no hay necesidad de generar entuertos jurídicos en las actividades gubernamentales.
Y en relación a los nombramientos, ayer el gobernador Arturo Núñez anunció otros más, ahora fue en la Secretaria de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas en la que está al frente Manuel Ordóñez Galán y en el CEAS donde despachara Alejandro de la Fuentes Godínez.
Hoy se distribuyen en el Congreso local las comisiones legislativas, el PRD por ser mayoría tendrá las más importantes, el acuerdo no convenció a los priistas que todavía se resisten a asimilar que son minoría, pero aceptaron la forma como quedaron integradas. Hubo espacio para todos, en la medida de la representatividad que ostentan.
