Jacinto López Cruz
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Conocido en el poema “Suave Patria” del poeta Ramón López Velarde como los veneros del diablo, el petróleo desde hace más de 80 años se ha convertido en un suculento botín no solo para las autoridades federales, sino para los gobiernos extranjeros, como Estados Unidos, a donde se destina el mayor volumen de la producción de crudo que después nos lo devuelven a precios exorbitantes una vez que se ha refinado el producto, pero que solo ha servido para enriquecer a unos cuantos, mientras los territorios explotados parecen campos minados donde solo se respira, la miseria, la desolación, la destrucción y muerte.
La brutal explosión de este martes registrada en el Centro Receptor de Gas de Pemex Exploración y Producción en Reynosa, Tamaulipas, donde el número de muertos ha pasado de 26 a 29 según los propios reportes oficiales de Petróleos Mexicanos, nos debe de remitir a los tabasqueños a nuestra cruda realidad, ya que miles de ductos petroleros, cuyo mantenimiento “eficaz” es puesto en duda por la alta corrupción que prevalece en la paraestatal, donde incluso se sabe que utilizan material reciclado bajo la total complicidad de quienes tienen que supervisar que en el mantenimiento de las redes se haya utilizado material de primera calidad, no nos exime de que un día de estos se registre una explotación de gran envergadura, como la que se vivió hace una década en las inmediaciones de la ranchería Plátano y Cacao, tercera sección, donde murieron calcinadas familias enteras, mientras que Petróleos Mexicanos hizo hasta lo imposible por no indemnizar a sus deudos, intentando minimizar esa conflagración.
Durante más de 70 años, Petróleos Mexicanos se ha dedicado a explotar los numerosos yacimientos petroleros que hay en Tabasco, si tomamos en cuenta que el primer pozo productor de crudo se localizó en la comunidad de Sarlat, Macuspana hace muchos años, pero la retribución no ha sido al parejo, ya que nuestro estado aporta una de las mayores producciones de crudo que ha servido para que Petróleos Mexicanos se convierta en la caja chica del gobierno federal, pero no recibe a cambio grandes beneficios económicos, ni desarrollos carreteros o de infraestructura a cambio del petróleo que sale, pero eso sí, durante años ha aportado los muertos, las destrucciones masivas de los campos agrícolas y ganaderos, los cuerpos lagunares y párele de contar, porque donde llega la paraestatal todo lo contamine, luego entonces Pemex además de dejar hueco el subsuelo, huele a muerte y destrucción.
La explosión de este martes en Reynosa, Tamaulipas, donde se perdieron casi tres decenas de vidas humanas, no es un hecho aislado, ya que en otras refinerías del país, por negligencia, mala operatividad, por corrosión en sus líneas de conducción de gas o petróleo crudo o por corrupción de los altos mandos, se han suscitado conflagraciones que han causado cientos de muertos, daños materiales a varios kilómetros de distancia, y por encima de esa terrible realidad, el alto mando burocrático de Pemex, siempre minimiza los hechos, no le da la importancia que esto reviste, porque las tragedias normalmente se presenten por negligencia operativa, como parte de la alta corrupción que prevalece en su interior, que poco a poco ha ido minando las finanzas de la empresa que se dice que es de todos los mexicanos pero que es manejada por unas cuantas manos, donde se queda parte de las utilidades pero en forma malsana.
En Tabasco, al iniciar la administración estatal que concluye su periodo en diciembre de este año, se le exigió a la paraestatal entregar el atlas de riesgo por donde pasan sus instalaciones petroleras en toda la entidad, cuales han sido renovadas, cuales están en proceso de renovación y cuales eran las redes más viejas que por diferentes causas no se había podido cambiar, pero la indolencia y cerrazón que ha prevalecido entre el alto mando burocrático de Pemex no permitió que se conociera públicamente y tampoco en privado el real estado de todas las líneas de oleoducto que conduce gas y petróleo crudo, y esta preocupación del gobierno estatal se derivó de las constantes quejas de habitantes de diversas comunidades del estado que con preocupación observaban las constantes fugas en los oleoductos de la empresa que se dice e todos los mexicanos.
Curiosamente o peligrosamente mientras los altos mando de Petróleos Mexicanos con desparpajo dan a conocer que sus instalaciones petroleras están en buen estado, que hay buena seguridad, es cuando más fugas de gas, gasolina, o petróleo crudo se registran en sus instalaciones que han dañado severamente cientos de hectáreas de cultivo o pastizales, cuerpos lagunares y diversas propiedades y siempre las burdas explicaciones van en el sentido de que manos extrañas que roban petróleo crudo o gasolina son los responsables de la muchas fugas que constantemente se denuncian, y que ante ello no pueden hacer nada, pese a que tienen todo un equipo de seguridad y vigilancia que son utilizados para otros fines ajenos a la industria petrolera.
En Macuspana, Comalcalco, Cárdenas, Huimanguillo, Centro, Cunduacán, Centla, por solo citar algunos municipios donde pasan los ductos petroleros, son constantes las denuncias sobre fugas de gasolina, gas o petróleo y las severas afectaciones que produce, mientras que la paraestatal niega que sus instalaciones conductoras de los veneros del diablo estén en malas condiciones físicas y todo se reduce a que la delincuencia que opera en la entidad es responsable de las fugas. Pemex sigue oliendo a muerte y destrucción, porque en vez de disminuir los accidentes de trabajo dentro de esa empresa, van a la alta, como lo que ocurrió ahora en Reynosa, Tamaulipas, y donde es indudable de que buscarán ocultar la terrible realidad aduciendo que sus instalaciones se encuentran en perfecto estado físico.
El nuevo gobierno estatal que encabezará el licenciado Arturo Núñez tendrá que revisar a fondo la relación con Petróleos Mexicanos y las altas incidencias de fugas se combustible, porque en cualquier momento se puede registrar una conflagración, menor o mayor a la registrada este martes en Reynosa, Tamaulipas, como ya sucedió hace una década, por lo que mejor es prevenir que lamentar, aunque la indolencia del alto mando burocrático de Pemex es mortal para la población.
Ojitos
Durante dos horas los gobernadores de Tabasco, en funciones y electo, Andrés Rafael Granier Melo y Arturo Núñez Jiménez se reunieron en Palacio de Gobierno, en un primer acercamiento oficial, que permitirá establecer los procedimientos que se utilizarán a partir de la segunda quincena de noviembre cuando formalmente se inicie el proceso de entrega recepción.
El primero en llegar al Palacio de Gobierno, al filo del mediodía, para cumplir con la cita oficial fue el gobernador en funciones, Andrés Rafael Granier Melo, posteriormente, quizás una media hora después haría lo propio el gobernador electo, Arturo Núñez Jiménez, quien llegó acompañado por la ex-senadora de la República, Dolores Gutiérrez Zurita, e inmediatamente los reporteros y fotógrafos de los diferentes medios de comunicación procedieron a entrevistarlo.
Núñez Jiménez consideró histórico el encuentro por el hecho de la alternancia en el poder, ya que después de 83 años de gobierno del PRI en Tabasco, ahora llega otra fuerza política a gobernar, y ese es el kid del porqué se levantó una alta expectativa entre la población sobre el encuentro, “A como lo comente ayer por las redes sociales (anteayer martes) …… Este proceso de relevo gubernamental tiene característica adicional, que es el hecho que haya alternancia del partido en el poder y por lo mismo, además de la entrega recepción formal del aparato administrativo, que obedece al mandamiento jurídico, también hay que tener diálogo político. En este contexto se inscribe lo que hemos convenido el gobernador Andrés Granier Melo y un servidor, en el sentido que vamos a tener este encuentro”, precisó momentos antes de entrar al Palacio de Gobierno en cuya escalinata fue recibido por el coordinador general de Comunicación Social y de Relaciones Públicas, del gobierno estatal, Alfonso del Río Pintado, quien fue el encargado de conducirlo a la oficina principal de mandatario Andrés Granier Melo.
Casi al filo de las tres de la tarde, los dos mandatarios (Granier y Nuñez) salieron por la puerta que se localiza a un costado del Palacio de Gobierno y no emitieron ningún comentario, pero más tarde a través del boletín oficial se dio cuenta del encuentro donde se sentaron las bases del acuerdo para una transición ordenada y transparente, de manera institucional, sin perder de vista, que habiendo recursos federales en curso para obras que se están ejecutando se le debe dar puntual seguimiento.
“La reunión se dio en un marco de máximo respeto, como se ha venido dando desde el primero de julio, cuando el pueblo de Tabasco decidió quién gobernaría Tabasco; entonces, en ese tenor hemos estado dialogando, de igual forma, otros temas, pero todo relacionado con Tabasco”, expresó Granier Melo.
