José David Sánchez Plaza
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JUICIO POLÍTICO CONTRA MADAY MERINO

Desde su designación por parte de los integrantes del Instituto Nacional Electoral (INE), los consejeros electorales del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), han sido objeto de señalamientos, denostaciones, acusaciones y que los ha llevado a un total descrédito.

Esos señalamientos y acusaciones han ocasionado que se diga que ya no garantizan sean garantía de transparencia, imparcialidad y objetividad que se requiere en un proceso electoral y que ya se piense en su cambio.

De manera particular, la presidenta del organismo electoral, Maday Merino Damián, los consejeros Claudia del Carmen Jiménez López y  José Oscar Guzmán, han sido acusados por sus supuestos vínculos con el PRI y PAN, así como por su comportamiento prepotente, altanero y poco cordial con los reporteros de los diferentes medios de comunicación.

Todos, -sin excepción- fueron objeto de la ambición por el dinero. La presión de la sociedad propició de manera inicial que el consejero electoral, David Cuba Herrera renunciar a un incremento salarial por más de 94 mil pesos y sus compañeros lo hicieron días después aunque no de muy buena manera.

Desde el inicio del proceso electoral y una vez que tomaron protesta, ha estado a discusión si tienen la capacidad, los conocimientos y la disposición para conducir la elección y en su momento la jornada electoral.

En los poco más de siete meses, desde que fueron electos por integrantes del INE, los consejeros electorales han cometido varios errores jurídicos y  personales, que a la postre los ha ubicado en el señalamiento y la denostación pública.

Después del acuerdo que emitieron, el pasado jueves 30 de abril, con el que subsanaron su omisión por la paridad de género, ha estado a discusión si fue correcto que los partidos políticos hayan postulado a esposas, hijas o personas cercanas a los ex candidatos, a las que se les ha llamado las “Juanitas Tabasqueñas”.

Esa decisión de los consejeros electorales por avalar a las “Juanitas”, ocasionó que la ex diputada local del PRI, Lorena Bourregard de los Santos junto con otras aspirantes a cargos de elección popular, presentaran en el Congreso local, el pasado 30 de abril, un juicio político en contra de la presidenta del IEPC, Maday Merino Damián.

La omisión a la que supuestamente incurrió la presidenta del IEPC, Maday Merino Damián, fue el fundamento que utilizaron las aspirantes a un cargo de elección popular, para hacer dicha petición en el Congreso local.

Los errores de los consejeros ocasionaron como nunca había ocurrido en la historia política de Tabasco, que en pleno proceso electoral se suspendieran por varios días las campañas de los candidatos a presidentes municipales.

Han sido varias las ocasiones en que los consejeros electorales han cometido hierros jurídicos que a su vez han afectado el proceso electoral y pone en peligro su realziación.

LO SOBRESALIENTE

Son muchos los señalamientos que se han hecho y se siguen haciendo a Petróleos Mexicanos por los daños que ha ocasionado y que ocasiona la actividad que realiza en Tabasco, sin que sus funcionarios se ocupen o preocupen por mejorar su desempeño.

La semana pasada, el alcalde de Centro, Humberto de los Santos Bertruy reveló que hasta esa fecha se desconocía las causas y los efectos que ocasionó el derrame de hidrocarburo que contamino los ríos La Sierra y Grijalva por lo que insistió en que la empresa debe informar al respecto.

Por cierto, el pasado sábado, el director de Protección Civil del Ayuntamiento de Paraíso, Reinol Ricárdez Arias reprobó que PEMEX no informara con oportunidad los trabajos de limpieza de la tubería de 36 pulgadas de Dos Bocas hacia Cunduacán, que alarmó a los habitantes de las poblaciones de las inmediaciones de ese centro de operaciones.

Ya es tiempo que las autoridades estatales y municipales formen un frente común y acaben con esa actitud prepotente y soberbia con que actúan los altos funcionarios de esa empresa.