La disculpa de Peña

José David Sánchez Plaza
sanpladave1959@hotmail.com
La “disculpa” que el presidente Enrique Peña Nieto ofreció el pasado lunes, durante la Promulgación de las Leyes para el Sistema Nacional Anticorrupción, me hizo recordar aquella declaración del entonces también mandatario, José López Portilla, en uno de sus informes gubernamentales, en donde sostuvo que “defenderé el peso como un perro”. Al final sólo se quedó en una declaración.

Dicen que el pueblo tiene, el gobierno que se merece. Los mexicanos somos responsables que nuestros gobernantes actúen con cinismo. Que no tengan ningún respeto, el que nos merecemos y que debemos demandar.

La reforma Constitucional, tiene como ejes principales, las atribuciones que se les conceden a la Auditoria Superior de la Federación, la Secretaría de la Función Pública y la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.

Se conformará un Comité Coordinador y un Comité de Participación Ciudadana. Se conceden facultades al Congreso de la Unión, en su carácter de autoridad del orden constitucional, de emitir una ley general que establezca las bases de coordinación entre las autoridades de los órdenes de gobierno. Se contempla la figura de órganos de gobierno de control con los que deberán contar los entes públicos federal, estatal y municipal.

La reforma contempla la obligación de los servidores públicos de declarar los conflictos de intereses y castigos para quienes incurran en éstos. Se contempla sancionar a los servidores públicos y particulares que incurran en actos de corrupción.

De un “plumazo”, el presidente Peña pretende acabar con la corrupción en nuestro país, que es una práctica común, que está enquistada dentro de nuestra sociedad.

Hasta el 2015, México obtuvo 35 puntos en el índice de percepción de la corrupción que publica la organización para la Transparencia Internacional. La puntuación no ha sufrido ningún cambio respecto a la obtenida en el 2014, por lo que se mantiene estable, la percepción de la corrupción en México.

Con esa puntuación, México mejora su situación hasta la posición 95, de los 167 países del ranking de corrupción gubernamental, los mexicanos creemos que existe mucha corrupción en el sector público.

En cambio de acuerdo con los índices de corrupción publicados por Transparencia Internacional, en 2014, México se ubicó en el lugar 103 de 175 países, con una puntuación de 35/100. En ese año, nuestro país estaba en la última posición entre los países que integran la OCDE. Es decir era o es el país más corrupto de ese grupo.

En el 2013, el INEGI realizó un estudio sobre la corrupción de las entidades del país. Tabasco ocupó la sexta posición, por debajo de San Luis Potosí, Distrito Federal, Estado de México, Chihuahua y Quintana Roo.

La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental midió experiencias de la población al enfrentar una situación de corrupción. El tipo de corrupción que se abordó fue en relación a trámites, solicitudes de servicios y otros contactos con servidores públicos.

En su mensaje del pasado lunes, el presidente Peña enfatizó que su gobierno está más convencido y decidido a combatir la corrupción y ofreció disculpas “por los agravios e indignación” que causó el tema de la llamada “casa blanca”.

“Si queremos recuperar la confianza ciudadana –expresó el mandatario mexicano- todos tenemos que ser autocríticos, tenemos que mirarnos en el espejo, empezando por el propio presidente de la República”.

Ya me imagino al presidente Peña mirándose al espejo y decir que se cometió una irregularidad, por la forma en que su esposa Angélica Rivero había adquirido la “casa blanca”.

Dicen que “chango viejo no aprende maroma nueva” o aquel que “árbol que nace torcido, aunque le corten las ramas”. El asunto de la corrupción se debe vislumbrar y atacar desde la infancia. Desde el nivel pre-escolar. Se debe enseñar al menor cómo debe de comportarse, porque de lo contrario sólo serán buenas intenciones las que se tendrán en contra de la corrupción.

Lo Sobresaliente
Es por demás interesante el proyecto que el rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), José Manuel Piña Gutiérrez anunció para la instalación de tres radares que permitirán el monitoreo de la erosión que se registra en las costas tabasqueñas. Piña Gutiérrez comentó que esos instrumentos de medición estarían ubicados en Sánchez Magallanes, (Cárdenas); Jalapita y Miramar (Centla), que darían alternativas tempranas de tormenta tropicales o ciclones, movimientos de líneas costeras, mareas rojas y otras actividades que ayudarían al monitoreo de las costas.