Lo bueno
AMLO dijo todo lo que tenía que decir de Arturo Núñez Jiménez. Los tabasqueños esperábamos ansiosos la crónica de un ataque despiadado previamente anunciado. Sus argumentos son tan contundentes, que nos dejaron boquiabiertos a todos de los que supimos de sus declaraciones ayer por la mañana. No lo creíamos, nos dejó anonadados. Núñez, finalmente, no […]
30 de junio de 2015

AMLO dijo todo lo que tenía que decir de Arturo Núñez Jiménez. Los tabasqueños esperábamos ansiosos la crónica de un ataque despiadado previamente anunciado.
Sus argumentos son tan contundentes, que nos dejaron boquiabiertos a todos de los que supimos de sus declaraciones ayer por la mañana. No lo creíamos, nos dejó anonadados. Núñez, finalmente, no es lo que quería López Obrador.

Lo malo
AMLO receta a Arturo Núñez,  la misma medicina de descalificación, que previamente realizó durante treinta años a González Pedrero, Salvador Neme, Manuel Gurría, Roberto Madrazo, Enrique Priego, Manuel Andrade y Andrés Granier.

Lo más malo
Lo mismo ha dicho de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña nieto, del PRI y del PAN, adversarios de sus aspiraciones personales.

Lo más requetemalo
Lo mismo ha dicho de Cuauhtémoc Cárdenas,  Manuel Camacho, Dolores Padierna, René Bejarano,  Carlos Navarrete,  Silvano Aureoles,  Jesús Ortega, Porfirio Muñoz Ledo. De Miguel Mancera, de Marcelo Ebrard, Rosario Robles, Jesús Zambrano, Gerardo Gaudiano, hasta hace poco todos ello sus compañeros de partido en el PRD.
Y dejamos de mencionar a IP, rectores, líderes sociales. Qué no ha dicho AMLO de todos.

Lo requetemalisísimo
Las coincidencias de la descalificaciones, es que todos lo han derrotado de alguna manera: en las urnas, en los argumentos, en las acciones políticas o de gobierno, o simplemente, lo han ignorado en el momento de tomar las decisiones de trascendencia.

Lo feo
Nunca una propuesta. Siempre una descalificación. Nunca un llamado a la paz y la concordia. Siempre un plantón, un desnudo público o un llamado a la violencia. Nunca acepta una derrota o una opinión contraria a la del él. Siempre un insulto, un agravio, una denostación.

Lo más feo
Dos veces cerca del triunfo, que nos hubiese honrado a todos los tabasqueños. El rencor y el odio, lo hizo perder toda la oportunidad. Le dieron la espalda sus más cercanos colaboradores,  admiradores, intelectuales y políticos de todo el país.

Lo feísimo
Sus valores sociales que todos le admiramos, se pierden en la sinrazón. Su liderazgo alcanzado, se pierde en el descrédito. Su intensa lucha, se disuelve en el enfrentamiento. Sus deseos de un México mejor, se diluyen en un mundo de rencores creado en su intento de ser comprendido. La tercera es la vencida, tiene mejores cosas que las mostradas, pero, la humildad, la sencillez, y el respeto a las personas que difieren de su pensamiento y sobre toda a las instituciones, es imprescindible.

Lo requetefeísimo
En Tabasco tenemos treinta años de problemas. En este gobierno la actuación de funcionarios como su exjefe de seguridad Audomaro Martínez Zapata; de su ex múltiple candidato al gobierno y múltiple perdedor Raúl Ojeda, del secretario de Educación que no sabemos si vive o muere, o está momificado, son ejemplo de que el gabinete de Arturo Núñez está por los suelos. Poco favor de AMLO cuando la crítica se hace con el riñón y no con la cabeza. La razón que puede tener, se perdió con su descalificación irreflexiva.

La esperanza

Recientemente en un proceso electoral sin precedentes y sumamente reñido, los tabasqueños refrendaron su confianza en Arturo Núñez Jiménez. Dejar ser y dejar pasar, no es la mejor alternativa. El fuego amigo, desde adentro de su equipo, está minando lo que mucho le costó lograr. No puede sacrificarse, ni sacrificarnos. Ninguno de los que hoy cuida, le guardan lealtad… Pero… ¿qué podemos hacer los simples mortales?

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