Limpieza comunitaria. Además, otro domingo sin misa
Doña Refugio se sumó a la sanitización de la calle. Agua, jabón, cloro y cal Luis Enrique Martínez Rumbo Nuevo Con machete en mano, doña Refugio se sumó a la sanitización de la calle. Agua, jabón, cloro y cal son los ingredientes que componen la limpieza comunitaria. Arriba de la unidad de servicio, elementos de […]
27 de abril de 2020

Doña Refugio se sumó a la sanitización de la calle. Agua, jabón, cloro y cal

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Con machete en mano, doña Refugio se sumó a la sanitización de la calle. Agua, jabón, cloro y cal son los ingredientes que componen la limpieza comunitaria. Arriba de la unidad de servicio, elementos de la marina ven el trajinar vecinal cuando pasan con el perifoneo repitiendo a la población el #Quedateentucasa.
Otro domingo sin misa aunque a las 12 en punto, la campana del Santuario Guadalupano repique suavemente. Se agradece la benevolencia solar. Desde el amanecer y pasado el mediodía, la atmósfera permanecía nublada, sombría con la disminución del tráfico vehicular y peatonal; y por el reciente fallecimiento de un vecino. Es la plática natural entre echa agua aquí, barre allá, echa la basura por acá.
Siempre, el dicen que: «…anoche llegó la Cruz Roja por un muerto…»; «…era un señor ya viejo, anciano…»; «…vivía atrás, al fondo, solo con su hija o quién sabe que era…»; «…la muchacha, la de la camioneta negra anoche mismo se fue…»; «…ya los vecinos también se están yendo…»
Una de las hijas de doña Cucha no aguanta más. Del cubreboca negro se escucha una voz de grito: «¡Ya, mamá, métete tú!» La señora de la tercera edad sigue macheteando un árbol de limón de ornato sembrado en el arriate de la calle. «¡Métete o ponte el cubreboca!», ordena el nieto que está sentado en una banca de madera afuera de la casa familiar.
—¡Jesús, ustedes; no me voy a morir!— devuelve, con un peculiar tono chillón pero autoritario, la espigada anciana.
—Si no es que te mueras tú, sino todos. ¡Y ya no hay lugar en el panteón!—, corrije, en tono burlón, el muchacho descamisado y también sin mascarilla.
Son los vecinos de la calle José Moreno Irabién, colonia Primero de Mayo. En la víspera, armaron un nuevo grupo en WhatsApp para ponerse de acuerdo en sanitizar el frente de las casas pero más el tramo de calle con acceso domiciliar. Después de las 9 horas, salieron de labor comunitaria. Con ese ánimo, también confiaron la preocupación por la pandemia del coronavirus y el presunto fallecimiento del vecino de los departamentos contiguos al salón Lomas, donde antes eran las oficinas del desaparecido Diario de la Tarde.
A estas alturas y en estos tiempos de globalización aun en un «pueblón» como Tabasco, es raro encontrar a varios vecinos haciendo labor comunitaria. Aquellos tiempos cuando al pasar por cualquier calle de Villahermosa se veían a las mujeres, a veces, hombres, barrer los frentes de las casas, quedaron en la memoria trasnochada. Ahora, la costumbre es juntar, acumular basura y sacarla lo más lejos de la casa aunque no la vea el carretón del servicio municipal. De ahí lo extraño de la actitud de los vecinos de una parte de la Moreno Irabién.
Una ráfaga de viento frío crea la esperanza de lluvia: «Ojalá y llueva, pero fuerte y ¡sí salgo con mi hija a bañarnos!», aventura la joven madre soltera, que promovió la limpieza vecinal, en alusión a las altas temperaturas que han predominado durante los días de la primavera de 2020.
Así como los marinos que de lejitos aprobaron la medida sanitaria a pesar de que fuera en contra del exhorto a quedarse en casa, así un conductor de taxi reconoce la acción con un pitido continuo que oculta la escandalosa oferta del servicio citadina —con o sin emergencia sanitaria — y haciendo movimientos de cabeza afirmativos a pesar del tapaboca.
A través de sus cuentas en las redes sociales, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana difunde imágenes de las calles, avenidas y cruceros que cruzan y entrecruzan para comunicar a más de 700 mil habitantes de Villahermosa, prácticamente, desiertas. Sin el tráfico cotidiano. Parece que ahora si, el #Quedateentucasa funciona.
Pero es domingo…y la infodemia en las redes sociales persiste en esa deshumanizante labor de zapa contra a la solidaridad, por ejemplo, de doña Refugio.

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