Libertad de Expresión
Para mis barbas, dijo Sancho, si no hace muy bien Pentapolín, y que le tengo de ayudar en cuanto pudiere. En eso harás lo que debes, Sancho, dijo Don Quijote, porque para entrar en batallas semejantes no requieres ser armado caballero. Miguel de Cervantes Saavedra /El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha Por Erwin […]
7 de junio de 2013

Para mis barbas, dijo Sancho, si no
hace muy bien Pentapolín, y que le
tengo de ayudar en cuanto pudiere.
En eso harás lo que debes, Sancho,
dijo Don Quijote, porque para entrar
en batallas semejantes no requieres
ser armado caballero. Miguel de
Cervantes Saavedra /El Ingenioso
Hidalgo Don Quijote de la Mancha

Por Erwin Macario   
erwinmacario@hotmail.com
Ejercicio cotidiano de la libertad de expresión, Rumbo Nuevo, el decano de la prensa tabasqueña, es uno de los medios preocupados por lo que está pasando  en Tabasco desde que empezaron a romperse las reglas de la convivencia política, hace más de treinta años.
Dos intervenciones lo acreditaron anteayer fuera de su publicación normal en la que aparte de las noticias, pie de historia, aparece la opinión de columnistas que aportan la visión profesional del acontecer tabasqueño.
En una, por la mañana, en la sección “Por la libre”, de Telerreportaje, nuestro director Jorge Alberto Javier Quero fue más que preciso al señalar que —a pesar de la alternancia digo yo— “Tabasco sigue y seguirá inmerso en el desacuerdo político, y en el descontento popular”.
Explicaba nuestro director que “la historia se repite hasta el cansancio. Le decía a Emmanuel Sibilla que poco o nada hay que agregar a lo ya dicho o publicado”.
Una advertencia quedó de sus palabras: “Treinta años de lo mismo, el que se va es el malo, y el que llega es el bueno, de la película por supuesto. Y los medios, bueno, abonamos poco a la tranquilidad y ponemos nuestro granito de arena para alentar a favor y en nombre de la libertad de prensa, un resentimiento creciente, que es ya un cuento de nunca acabar. Pero en Tabasco será: y vivieron infelices para siempre”.
La otra, al mediodía, fue la intervención de este columnista como orador en el séptimo aniversario de la revista Oro Negro, señalando que los periodistas son
“soñadores que en este ejercicio de la verdad tenemos que escuchar a veces las voces de nuestro escudero Sancho Panza que nos advierte que lo que creemos ejércitos en batalla no son tales. Ni es uno encabezado por el gran emperador Alifanfarón, señor de la grande isla de Trapobana ni el otro es su enemigo el rey de los garamantas, Pentepolín, sino solamente pastores y ganaderos conduciendo sus manadas, como se lee  en la novela del gran Manco de Lepanto, Don Miguel de Cervantes Saavedra. Símil no tan alejado de nuestras realidades”.
Otra advertencia, ésta para los periodistas, quedó de esa lectura: “Aunque en el Quijote tales batallas se libraban más por el amor y la aventura, que por la ambición y el rencor, de  los tiempos actuales que vive el mundo.  El periodista no debe entrar, en su quijotismo, en las falsas batallas de los Alifanfarón y los Pentepolín, que caminan los mismos senderos con sus borregos y carneros. Que comparten los mismos intereses. Y, a veces, son socios o cómplices”.
Jorge Alberto Javier Quero, en “Por la libre” dijo lo que muchos periodistas tienen a flor de tinta, en la punta de la pluma: “Soy un convencido que los tabasqueños merecemos mejor suerte, para lograrlo tenemos que cumplir varios requisitos. La paz social no es algo que se regale, es algo que debemos de ganarnos, votamos con la clara convicción de que el actual gobernador representaría la mejor opción en este proceso de recomposición económica, política y social. Y aún no hemos visto con claridad que estemos en el camino correcto.
¿Será necesario que en todos estos espacios, alcemos la voz de manera cotidiana para el descontento?, ¿Servirá de algo?, ¿nos escucharán los implicados? ¿Seguirá siendo el anterior gobierno, factor de decisión política,  el que marque la agenda de trabajo estos próximos seis años? O simplemente un caso judicial que deba de ser tratado así. Yo ya no tengo ganas de venir a Telerreportaje, y hablar mal o bien de nadie, quiero darle a cada quien el valor de su inteligencia, para que puedan resolver los líos que de manera personal y unilateral se han metido, ¡y nos metieron a todos!”.
Otra verdad que en este espacio “columnistoide” se comparte es lo que nuestro director Jorge A. Javier Quero dijo sin desperdicio: “Porque de antemano sé que no escuchan, solo los locos le llevan al poderoso las malas nuevas: y sobre todo, los que se fueron, quieren liberar sus problemas, y los que llegaron, quieren disfrutar lo que es estar en el Poder. Y ahora no saben qué hacer con él”.
Los locos periodistas que, como el Quijote utilizado en el discurso de aniversario, rechazamos las advertencias de la cordura de Sancho Panza y decimos, a veces a nuestra propia conciencia alertadora:  “¡Qué poco sabes, Sancho de achaque de caballería: calla y ten paciencia, que día vendrá donde veas por vista de ojos cuán honrosa cosa es andar en este oficio”.
Y contra nuestra propia experiencia muchas veces levantamos armas a favor de Pentepolín o de Alifanfarón, sin querer darnos cuentas que ni son siquiera enemigos ciertos, ni sus batallas son verdaderas sino que “caminan los mismos senderos con sus borregos y carneros. Comparten los mismos intereses. Y a veces son socios o cómplices”.

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