Libertad a beisbolistas en Cuba
La Habana, Cuba Notimex La contratación de beisbolistas de Cuba en ligas profesionales, adelantada por autoridades deportivas, confirma la actualización de la política migratoria oficial, institucionalizada desde enero pasado, opinaron analistas. Esa vieja aspiración de los peloteros cubanos, que podría frenar las frecuentes deserciones, fue anunciada por Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana de […]
20 de julio de 2013

La Habana, Cuba
Notimex
La contratación de beisbolistas de Cuba en ligas profesionales, adelantada por autoridades deportivas, confirma la actualización de la política migratoria oficial, institucionalizada desde enero pasado, opinaron analistas.
Esa vieja aspiración de los peloteros cubanos, que podría frenar las frecuentes deserciones, fue anunciada por Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana de Beisbol Amateur (FCBA).
«Es una política de la Federación cumpliendo con un anhelo de nuestros jugadores y del pueblo de insertar al beisbol en el mundo… sobre todo en períodos que no afecten el espectáculo de la Serie Nacional», dijo Vélez a la página web zonadestrike.wordpress.com.
El cambio de reglas del Instituto Nacional de Deportes (Inder) debe ayudar a frenar la sangría de talentos locales en busca de atractivos contratos, en especial en Estados Unidos, según fuentes consultadas por Notimex.
En la década de 1960, el gobierno de Fidel Castro eliminó el profesionalismo en todas sus actividades deportivas en la isla y las contrataciones de sus atletas en torneos en otros países.
Al apostar por el deporte amateur como «derecho del pueblo», el líder cubano dio el máximo apoyo a los atletas isleños, en especial a las selecciones nacionales de béisbol, un deporte pasión nacional en la isla caribeña.
Consistente ganador durante décadas (25 coronas mundiales entre aficionados y tres títulos olímpicos (1992, 1996 y 2004), el béisbol cubano comenzó a bajar rendimientos con la inclusión de jugadores profesionales en otros equipos.
Los peloteros cubanos, que eran recibidos con bombo y platillo al regreso con medallas de oro, ya no se enfrentaban con inexpertos equipos, sino con jugadores de talla bien entrenados y con «fogueo» internacional.
El viejo sueño de jugar en las Grandes Ligas, y por supuesto cumplir sus aspiraciones de progreso material, decidió a muchos a desertar durante viajes al exterior e incluso abandonar la isla por vías ilegales.

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