Cierto, innegable, los años no pasan en balde. Es el tiempo biológico y sus andanzas que definen el presente, sin embargo. Y la convivencia para hablar de experiencias acumuladas y actuales, y si es de futbol, mejor. Así se combina la actividad laboral con la física.
Es común escuchar que la disciplina del deporte con mayor afición en Tabasco es el beisbol. Se sigue escuchando la misma cantaleta aunque ya hayan pasado más de 60 años de que una generación impuso criterio al gobernador Carlos Alberto Madrazo Becerra para lograr la construcción, primero, de un estadio de las dimensiones requeridas por la Liga Mexicana de Beisbol.
Luego vendría la afiliación de un equipo local a la liga profesional a tal grado que seis décadas después, otro régimen reconstruye el Parque Centenario «del 27 de Febrero» aunque en los últimos años, tras la efervescencia por el campeonato obtenido en 1993, luego de 17 campañas ininterrumpidas en el circuito, al demolido estadio sólo llegaban los fanáticos.
Es público y notorio, la afición por el beisbol del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, la reducida asistencia de las nuevas generaciones a los campos del llano y profesional, confirma las estadísticas del Inegi: tan sólo el 30 por ciento de la población en condiciones físicas óptimas, práctica el llamado «rey de los deportes». ¿Y el resto?
Sea por lo que sea, incluso porque es más fácil utilizar cualquier espacio para poner porterías de piedra y jugar al futbol con un supuesto balón de trapo u objeto ligero, que en conseguir los arreos para hacer lo mismo con el beisbol, el balompie es a la vista de todos la disciplina más practicada por la población. Y de diversas edades.
Ahí están las ligas infantiles como la «Francisco Rosas Ángel» que se desarrollan con niños de hasta cinco años de edad. Y conforme los pequeños crecen, las categorías mayores los reciben. Algunos, logran saltar a lo profesional como el reciente caso de Jesús Gallardo, tabasqueño que se perfila a participar en un segundo mundial consecutivo como seleccionado nacional. Pero la actividad no se acaba a pesar de los años.
Hace una década, nació la Liga de Futbol Regional para mayores de 55 años y más. No fue sorpresa sino producto de la difusión de torneos realizados en otras entidades del país, incluso en el extranjero. Y de cuatro equipos iniciales, con el tiempo el certamen del área aumentó a 14 equipos de Chiapas y Tabasco, por el momento. Pero ¿puede competir uno de 55 con otro de 60 años y más?
Es difícil pero no imposible. A criterio personal, la realidad se impone. Así nació la liga para mayores de sesenta años de edad que el pasado miércoles definió la tercera final de copa —sin contar los dos años de suspensión por la pandemia de covid19—. La de 2022 se la llevó la oncena Edad de Oro al ganar 1—0 al líder del certamen Legendarios. Un penal lo definió todo.
Y del comportamiento del árbitro en esa final se habló en los días posteriores y este fin de semana por las redes sociales afines. También al concluir la jornada 15 del torneo regional mayores de 55, hasta salir una propuesta: «Nos estamos haciendo viejos, así es que hay que pensar en armar una liga de setentas años…»
Siempre, el irrefrenable tiempo. Y la experiencia en otras latitudes, anticipan ya la formación de torneos con la participación de la generación del séptimo piso. Qué van hacer menos equipos, puede que si. Todo queda a criterio individual si el compromiso con la vida nace del amor a la educación física.
Que se sepa, en Tabasco quienes jugaron beisbol siguen la actividad deportiva pero en el ejercicio del softbol. Cierto es que al presidente López Obrador se le ve macaneando mientras Alfredo El Zurdo Ríos lanza bolas al plato. Aquí en la entidad no pasa lo mismo. No hay ligas de beisbol para mayores de 60 años. En cambio, en el futbol están las leyendas por el deporte.
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo