Los tabasqueños se volcaron a presentarse a su deber cívico, apoyando en todo momento, las actividades de la sociedad

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
La voluntad democrática hizo valer una común «Ley de la Cola» al más picudo, empirefollado o modesto ciudadano en una jornada electoral profunda, intensa, radiante e incandescente, pero que, salvo algunos incidentes lamentables, no se salió de control a pesar del «descontrol» de las redes sociales.
Horas después de una confusa y dilatada apertura de casillas, a las 18 17:55 de la tarde, una aguerrida mujer curtida en años y experiencia como funcionaria de casillas en la colonia Gaviotas Sur, tranquiliza a uno de sus nietos: «Calma, ya está acabando esto: ¡El que voto, votó…!»
La voz femenina se escucha afuera de la escuela primaria Aquiles Serdán, mientras en el interior del inmueble el instructor electoral aparece con una cadena de hierro en sus manos, dispuesto a cerrar el portón para sólo permitir la salida de los últimos ciudadanos que entraron al inmueble antes del cierre a las seis de la tarde.
«¡Aguántame el corte! Ya va a nacer el niño… Cuando se cierren las casillas, ya nació el niño», explica a Víctor, un pequeño de ocho años que apuraba a su abuela Dorotea Correa a abandonar el lugar después de atestiguar la inconformidad del electorado por la demora en la apertura de las casillas básica y contigua ubicadas en la sección electoral 0355. «Ya mérito nos vamos, hijo».
Para que pasaran a las seis urnas instaladas en esa sección, el electorado tuvo que imponer la «Ley de la Cola» a cualquier intento de agandalle a fin de romper filas para ocupar un lugar no ganado con la madrugada dominical. «Fuera, fuera, fuera», fue el grito común que impidió el arbitrario abuso de quienes, en ocasiones anteriores, llegaban a votar a la que hora que fuera y de inmediato eran atendidos por los funcionarios de casilla.
No hubo lugar que las casillas fueran abiertas a la hora marcada por la legislación. En realidad no era ninguna novedad. Pero conforme se fueron formando y extendiendo las filas ciudades, también germinó la inconformidad creciente. En ningún lugar de Tabasco y del país, la histórica jornada electoral empezó a tiempo.
Como en Las Gaviotas, el electorado de la colonia petrolera también defendió con todo el derecho a votar conforme formaron la fila. Y ese despertar ciudadano, alimentó también el grito desaforado de «¡fuera, fuera, fuera!», apenas apareció ante la escuela primaria Artículo 123, el candidato del Panal a gobernador, Manuel Carlos Paz Ojeda.
Con una sonrisa nerviosa, el inculpado se refugió en la prensa para desdeñar el grito enfurecido de sus vecinos. Y mientras naufraga en la declaracionitis, la avanzada de Gina Trujillo, entendió el mensaje ciudadano para evitar un desaguisado igual a la candidata del PRI.
Cuando los reporteros abandonaron a Paz Ojeda, la priista, custodiada por su esposo José Enrique Rovirosa Priego, apareció formada en la fila al norte, a un costado de la escuela, como una ciudadana más. Con ella apareció también Fredy Chablé Torrano y Pedro Gutiérrez Gutiérrez, presidente estatal del PRI, éste último que igualmente votaría en la casilla referida.
Paso a paso, después de esperar más de una hora que se abrieran las casillas, Gina Trujillo concedió verdaderas entrevistas de banqueta.
Así iba camino a las urnas, hasta que encontró en el camino a la víctima de la ciudadanía que enrojeció el rostro cuando su adversaria le tendió la mano a pesar de los agravios recibidos durante los 75 días de campaña o en los dos debates electorales por parte del candidato del Panal.
Al poniente de Villahermosa, la misma defensa ciudadana apareció. Esa actitud incluso opacó la euforia de los fanáticos del futbol al saber, a través de las pantallas de los celulares, la eliminación de la selección de España del mundial Rusia 2018. «Si eliminan a los grandes como Alemania, Argentina, España y Portugal, es una señal que mañana se va Brasil…», comentó una observadora electoral.
De esa manera, electores, observadores y reporteros ocupaban el tiempo mientras esperaban la apertura de la casilla especial ubicada en la entrada frontal del Campus Bicentenario de la UJAT. Ante el intenso sol de verano, tres largas filas apuntaban a las puertas giratorias del inmueble entre un sinnúmero de reporteros a la caza de Gerardo Gaudiano Rovirosa, el candidato del PRD a gobernador.
Poco sirvió de distracción el seguimiento de los comicios concurrentes a través de las redes sociales, todo porque la mayoría de usuarios de éstas en vez de contribuir a una elección tersa, pugnaban por lo contrario. Asi que cuando se anunció la presencia ya de Gaudiano Rovirosa, alguien alertó a los madrugadores: «Hay que aplicarle la Ley de la Cola…»
Y la Ley de la Cola, predominó no sólo en la jornada electoral, sino también en el resultado de una elección que, por la noche, empezó a confirmar las encuestas: Andrés Manuel López Obrador y Adán Augusto López Hernández, eran los virtuales ganadores…