Todos sabemos que la celebridad y la riqueza casi siempre son efímeras y que debemos tomar buenas decisiones financieras
Nicolas Cage
Con sus tantas compras extravagantes, el actor de National Treasure dilapidó más de 150 millones de dólares. Llegó a poseer más de diez propiedades, entre las cuales había dos castillos en los que jamás pasó una sola noche, además de su propia isla en las Bahamas. En el 2009 se declaró en quiebra e intentó recuperarse filmando la mayor cantidad de películas posible. Este año podrás verlo en varias películas de bajo presupuesto.
Kim Basinger
Cuando se declaró en bancarrota en 1993, esta sex symbol estadounidense tenía una fortuna de menos de seis millones de dólares. Los productores de Boxing Helena la demandaron porque canceló su participación en la película cuatro semanas después de haber comenzado el rodaje. Exigían que pagara la suma de 8 millones de dólares y el juicio la llevó a la ruina. Las dos partes llegaron a un acuerdo, pero la bella rubia de Fifty Shades Darker tuvo que pagar más de 3 millones de dólares por incumplimiento de contrato.
Mike Tyson
Fue el campeón de peso pesado más joven de toda la historia del box y durante su apogeo llegó a valer más de 300 millones de dólares. Un divorcio, una acusación de violación y tres años de cárcel después, el boxeador destrozado sube de nuevo al ring y arranca con los dientes un pedazo de la oreja de su adversario, Evander Holyfield.
Lindsay Lohan
La joven fue una actriz querida por el público, pero pasó a la historia como la modelo que ya nadie quiere seguir. El alcohol, las drogas y sus repetidos arrestos la llevaron a la pérdida. Para vivir tuvo que acercarse a las redes sociales y se ganó la simpatía del actor Charlie Sheen, quien en el 2012 le dio 100 000 dólares para que pagara sus deudas. Actualmente es incapaz de encontrar un trabajo en la industria del cine.