José David Sánchez Plaza
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Ya son casi 20 meses en que inició el autollamado gobierno del Cambio. El gobernador Arturo Núñez, desde el inició de su mandato se ha quejado de la precaria situación en que le dejaron las finanzas públicas, de la enorme deuda que sobrepasó los 20 mil millones de pesos y de la crisis en todos los sectores de la administración pública.

En dos días, se cumplirán 26 meses desde que el gobernador Arturo Núñez, logró lo que nadie en Tabasco había podido alcanzar, la alternancia en la titularidad del Poder Ejecutivo.

Son 20 meses en los que Núñez no ha perdido la oportunidad -al igual como lo hizo Granier en su oportunidad con las inundaciones-, en que no ha dejado de hablar de los pasivos que le dejaron y de la difícil situación en que se encuentran las finanzas públicas.

Un día, el gobernador Núñez hasta llegó a declarar que sólo tenía recursos económicos para el pago de la nómina de los trabajadores al servicio del estado y ningún recurso para inversión.

Uno de esos pasivos, fue con los proveedores y empresarios tabasqueños, los cuáles se llegó a decir que sobrepasaron los 8 mil millones de pesos.

Al inicio del autollamado gobierno del Cambio, el secretario, -primero de la secretaría técnica y ahora de administración, Amet Ramos Troconis se encargó de atender las quejas de los proveedores, los cuáles le entregaron documentación para que tramitara ante el secretario de Finanzas, Víctor Lamoyi el pago.

Pasó 2013, y fueron pocos los proveedores que lograron que el gobierno del Estado, cubriera sus adeudos que según la Asociación de Proveedores Tabasqueños, llegaron a alcanzar -con ellos- los tres mil millones de pesos.

En el mes de julio, integrantes de la  Asociación de Proveedores, realizaron protestas para demandar al secretario de Finanzas, Víctor Lamoyi, les cubriera sus adeudos, sin que tuvieran una respuesta por parte del funcionario estatal.

En esa movilización, los empresarios acusaron al secretario de Administración, Amet Ramos Troconis de haberlos engañado e incluso ya ni les abría la puerta para que pudieran exponer sus problemas por la falta de pago.

El pasado miércoles, el responsable de las finanzas públicas en Tabasco, Víctor Lamoyi sostuvo una reunión con integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, en donde reconoció que los adeudos con ese sector aun alcanzan los mil 500 millones de pesos.

En su declaración, Lamoyi Bocanegra indicó que los pagos a los empresarios se harán de acuerdo a como vayan liberando recursos económicos.

Como “anillo al dedo”, le queda a la administración Nuñista aquel dicho popular “Debo no niego, pago no tengo”. ¿Realmente la administración Nuñista no tiene recursos económicos para cubrir los adeudos que aún mantiene con empresarios y proveedores tabasqueños?.

Ya en éste espacio se comentó en una ocasión que se aceptaría que el gobierno del Estado no cuente con recursos públicos si se viera que en los hechos se tuviera un programa gubernamental de austeridad.

Pero, los funcionarios estatales del más alto nivel tienen jugosos salarios y compensaciones, por lo que hace suponer que no se enfrenta a una precaria situación financiera gubernamental como la que se dice.

Bien haría el gobernador Núñez dar la instrucción a su secretario de finanzas, Víctor Lamoyi para que se pague a los empresarios y proveedores por qué de esa manera  se mejorará su imagen ante la sociedad.

Lo sobresaliente
Por cierto, desde el pasado miércoles en el auditorio “Eduardo Alday” de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UJAT, se realiza el coloquio internacional “Inundaciones, Cambio Climático  y su Política Pública. En el inicio de las actividades, presentaron ponencias, José Sarukán, Fernando Tudela y José Luis Lezama, todos ellos especialistas en el tema.

El ex rector de la UNAM, José Sarukán habló de la pérdida en el mundo de 100 mil kilómetros cuadrados de bosques; también el 20 por ciento de los arrecifes coralinos y el 35 del área de manglares en las últimas décadas. En tanto, José Luis Lezama del Colegio de México consideró que el cuidado del medio ambiente solo es un discurso decorativo de los países, pero se debe seguir trabajando en ese aspecto para crear conciencia y revertir dicha situación