Profesor de profesión y periodista por convicción, Jesús de la Torre Montúfar presentó anoche su libro “El último aplauso, la nostalgia grandilocuente”, dentro del Foro Nacional de Oradores «José Muñoz Cota»

Luis Ruiz Sandoval Frade
Rumbo Nuevo
Para Jesús de la Torre Montúfar el ser orador no sólo significa pararse ante un público y estar hablando por horas, sino contar la verdad, ser exacto y con ello, lograr que se entienda los motivos de su exposición, y hasta en su momento, los sentimientos se encuentran mezclados para lograr su objetivo, convencer a la sociedad.
El profeso normalista y licenciado en filosofía, quien realizó estudios de perfeccionamiento profesional en Madrid, además de ser campeón nacional de oratoria por la Comisión Nacional del Deporte en el año 1990. Ha sido jurado de varios certámenes de este arte y maestro de oratoria desde hace 20 año, indicó que dentro de estas acciones, se pretende lograr el perfeccionamiento.
Durante la presentación de su libro “El último aplauso, la nostalgia grandilocuente”, dentro del Foro Nacional de Oradores «José Muñoz Cota», el expositor aseguró que hay que saber dar a conocer lo que se pretende, y la palabra hablada es un elemento esencial para poder llegar, pero sobre todo, convencer.
Indicó que por desgracia, en estos tiempos la palabra hablada se utiliza para denostar o dar calificativos a las personas, como es que se utiliza entre los jóvenes, winner o lucer, lo cual es evidente, que se pierde la esencia del contenido.
Pero además, el autor señala ante la presencia del presidente municipal electo de Centro, Humberto de los Santos Betruy, así como del diputado local del PRD Juan José Martínez, que las derrotas pueden dejar mejores enseñanzas que las victorias.
«De todo lo que dice el libro, la derrotas me enseñaron más que las victorias; ganar lo hace cualquiera, renacer de las cenizas es una tarea mitológica, detener a la bestia que nos corroe las entrañas, cuando la depresión y la inseguridad corren como ríos de aguas violentas, las rutas de la construcción es una visión propia, entonces la mejor enseñanza que me ha dejado este libro, que en la derrota hay que saber sobreponer, ya que al estar al fondo, en este momento hay que seguir adelante y hasta la victoria, que es mas grandes que al llegar por una casualidad».
También indicó en la sala de junta de la CMIC y ante la presencia de decenas de ciudadanos que acudieron a escucharlo y hasta felicitarlo, Montúfar, como cariñosamente le gusta que le llamen, asegura que siempre ha sido critico, y que la palabra hablada es un método eficaz para lograr los objetivos de que mayor número de ciudadanos, conozcan los porqués de tus criticas.
Precisó que siempre se deben tener las técnicas más avanzadas en la moderna exposición y venta de ideas, proyectos y retos posibles.
Indicó que la oratoria es hablar en público es uno de los mayores temores de la mayoría de las personas, pero sólo porque desconocen las técnicas básicas para vencer el miedo a la exposición ante otras personas y dirigirse a ellas de manera que no sólo nos entiendan, sino también que sean convencidas por lo que decimos.
Y aseguró que con ello, es evidente que se logrará acciones con la elocución, con la palabra hablada, que llega a más ciudadanos, pero ésta debe contener la verdad, ser exactas y por último, hasta los sentimientos.
Posteriormente en las preguntas y respuestas, el autor del libro dijo que por supuesto, se dejó a un lado varios axiomas, pero que es necesario seguir trabajando para que nadie quede afuera.
Y respondió que nunca fue un gran amigo de José Muñoz Cota, que por ser critico de él, paso varios años en el ostracismo, ya que lo catalogaron como neófito de su pensamiento, pero que este foro nacional que lleva su nombre, es una respuesta a que todas las corrientes y pensamientos son indispensables para lograr salir adelante.