El responsable del zafarrancho en la Cámara de Diputados, Julio César Álvarez, insta a los legisladores que ratifiquen la denuncia en su contra por haber interrumpido el pleno del Congreso local
Daniel Lorca
Rumbo Nuevo
Los diputados locales que se sientan lastimados y ofendidos porque se violó el salón de plenos por un grupo de mujeres les llegó a recordar sus promesas, pueden ir a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) a ratificar la denuncia por ese hecho, fue el reto que lanzó el presidente de la asociación civil México Despierta, Julio César Álvarez Santos.
“Solamente les decimos (a los diputados locales) que recuerden aquella frase célebre de Benito Juárez: Malditos aquellos que dicen con sus palabras que defienden al pueblo y en los hechos los traicionan”.
Dejó claro que no tiene miedo enfrentar este proceso ni ir a la cárcel, porque si prosiguen con esta demanda, van a cometer un grande error, como el que cometieron las mujeres que irrumpieron la sesión, porque debieron haberles permitidos que hablaran, porque en ningún momento se iba a ofender.
Añadió que ayer llegó al Congreso del Estado para hablar con el Oficial Mayor para preguntarle quién va a responder por la señora que salió fractura de su pierna a raíz de la trifulca que se suscitó el pasado martes en la sesión, y que actualmente está hospitalizada en el Rovirosa.
“A partir del lunes vamos a iniciar una recolecta de firmas, vamos a ir a los mercados, por las casas, a los parques, afuera de los bancos para pedirle a la ciudadanía que los ayuden con su firma y ratificar la denuncia que interpusimos en contra de funcionarios que no están cumpliendo minutas”.
Álvarez Santos se dijo preocupado que la Ley en Tabasco es expedita, porque solamente se aplica para algunos, es como la ley del embudo, lo ancho para ellos y lo angosto para el pueblo.
Añadió que tienen tres años luchando por el proyecto de la maquiladora textil en donde muchas voces se han equivocado al emitir declaraciones, ya que están legalmente constituidos, tienen clave Cluning, tienen un proyecto que les regaló el Instituto Politécnico Nacional hace tres, no lo sustrajeron ni se lo robaron como muchos han dicho.
