La vida en prensa
Especializada en los veneros del diablo, andante en los caminos del César, Oro Negro ha cumplido los siete días simbólicos para colocarse las vestiduras de sacerdotes en el templo de la verdad, para vestir con dignidad la toga viriles. 310513 Oro Negro Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Un esfuerzo editorial siempre es plausible, porque es el espacio […]
5 de junio de 2013

Especializada en los veneros del diablo,
andante en los caminos del César, Oro
Negro ha cumplido los siete días simbólicos
para colocarse las vestiduras de sacerdotes
en el templo de la verdad, para vestir con
dignidad la toga viriles. 310513 Oro Negro

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com
Un esfuerzo editorial siempre es plausible, porque es el espacio a la libertad de expresión. Hermana menor de periódicos como Rumbo Nuevo —con casi 70 años de servir— la revista Oro Negro cumple hoy a sus primeros siete años de existencia. Algo se debe decir.

Siete es el número de la perfección. El siete se menciona 737 veces en la Biblia. Arribar Oro Negro al año siete de su vida podría ser, simbólicamente, una consagración definitiva al servicio de la verdad y del pueblo, de esta primera revista especializada en el tema de la energía, del petróleo y de la política, De su andar por los veneros del diablo y los caminos del César.

Como en la Roma se vestía a los futuros guerreros con la toga viriles, la señal de hombría, siete años de mantener en las altas y bajas del oficio de hombre, que tal es el periodismo, una revista como ésta bien puede ser la prueba definitiva en el ejercicio periodístico que se inició con grandes esperanzas, con un grupo de comunicadores en los que hubo alguien que no pudo ver el fruto de su último esfuerzo editorial, Filomeno Plata, autor del primer reportaje de Oro Negro en su lucha contra el ecocidio que Pemex mantiene afectando los cuerpos de agua, la naturaleza de Tabasco y la región sureste, en particular. Su texto apareció en el primer número de la revista pero nuestro amigo ya no lo vio.

En estos siete años, permítaseme decir, podría en símil respetuoso señalarse que un grupo de periodistas han sido consagrados en siete años para, como en la Biblia, iniciar su servicio sacerdotal en la verdad, como Aarón hizo con sus hijos a los que consagró durante siete días para que pudieran tomar el lugar de sacerdote, colocarse las vestiduras sagradas.

En este caso, quienes han compartido con Miguel Avendaño Murillo este viaje por los muchas veces difíciles caminos de la comunicación, pueden sentir que han sido parte de uno de los proyectos más reconocidos de la prensa en Tabasco y que han mantenido apego al primer editorial de la revista y lograodo un medio que propicia una visión pública del que no censura sin pruebas, no busca el escándalo ni cae en la diatriba, ni alienta —esto es importante en estos tiempos— los rencores y las divisiones que afectan a la sociedad, su prensa y su gobierno.

De aquella serie en honor a Isidoro Pedrero Totosaus —interrumpida por la intolerancia y, tal vez, la ambición de los que no entienden siquiera que los periodistas y su memoria, sus textos, son propiedad del pueblo al que sirvieron—, han surgido en las páginas de esta revista las historias que otros colegas habrán de recoger para escribir las nuevas dinastías petroleras.

De los reportajes que aquí inició Filomeno Plata en defensa del medio ambiente, se ha mantenido estos primeros siete años —que deben ser setenta veces siete— una permanente lucha contra todo lo que atente destruir el paraíso, aquel subvertido con la llegada de Petróleos Mexicanos.

De aquellas primeras denuncias contra la corrupción en Pemex, exhibiendo a Luis Ramírez Corzo por favorecer a una compañía en la que era accionista, con la compra de generadores para la empresa paraestatal, hubo una serie de llagas punzadas por las plumas de Oro Negro.

En la mayoría de casos las complicidades que se mantienen en el entramado político ha impedido una acción contra los acusados públicamente por un medio informativo que sustituye, al menos, en la conciencia social el trabajo que deben realizar las contralorías, los órganos de fiscalización y las autoridades penales y judiciales.

Casos como el de la Conagua son baldón en la historia. Documentar la rapiña y la traición contra Tabasco en estos siete años de vida de esta revista, queda sin embargo en las hemerotecas como consulta para quienes un día analicen la descomposición que se ha vivido, la voracidad de funcionarios en el disfrute de los recursos públicos.

Cubierto ampliamente por la prensa tabasqueña el tema de las inundaciones, en esta revista quedan constancias de la indolencia y corrupción en el manejo del agua y de las obras hidráulicas. Una permanente exhibición de todo lo que nos ha llevado a sufrir con mayores daños los embates de la naturaleza. Un gran culpable ocupó páginas y portadas de Oro Negro el “irresponsable” de la Conagua en Tabasco, Octavio Mijangos. Una lucha que terminó sólo por el cambio de Gobierno.

Excálibur
Nunca la presencia de Roberto y Federico Madrazo habían significado tanto para el PRI, como el día de ayer. La asistencia al homenaje luctuoso que el Gobierno de Núñez y la Fundación Carlos Madrazo organizaron al Ciclón del Sureste, después al desayuno con periodistas y algunos políticos cercanos así como al foro en honor de Don Carlos, en el auditorio Colosio del PRI, dieron muestra de la unidad que los priístas están logrando. Manuel Andrade contribuyó, en el panel priísta, a esta percepción que tanto se requiere.

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