La tercera edad, desaprovechada
Por Ferdusi Bastar Mérito Rumbo Nuevo En las redes sociales circula un estudio realizado en Estados Unidos para determinar las etapas más productivas del ser humano, y encontraron que entre los 60 y los 70 años es la década más creativa y de resultados de los humanos. Según este estudio, la segunda etapa más productiva […]
18 de enero de 2020

Por Ferdusi Bastar Mérito
Rumbo Nuevo
En las redes sociales circula un estudio realizado en Estados Unidos para determinar las etapas más productivas del ser humano, y encontraron que entre los 60 y los 70 años es la década más creativa y de resultados de los humanos.

Según este estudio, la segunda etapa más productiva se ubica entre los 70 y los 80 años, y la tercera más productiva entre los 50 y los 60 años de edad.

Pero la humanidad es sumamente contradictoria y sus prácticas a veces inexplicables. A partir de los 40 ya es muy difícil conseguir un trabajo y si llegas a los 50 esto es ya prácticamente imposible. Sin considerar, que si llegas a la tercera edad, ya estas totalmente imposibilitado para acceder a cualquier financiamiento. Estas vetado para los bancos, el buró de crédito, las tiendas departamentales. Para todo. Ya no existes.

Y el país desperdicia miserablemente la experiencia, la sabiduría y la fuente inagotable de resultados positivos que representan sus adultos mayores, olvidados y despreciados.

No aprendemos las lecciones de la historia. Winston Churchil fue el líder que llevó al triunfo a Inglaterra y era su Primer Ministro a los 90 años de edad, fue Premio Nóbel y creador de la Unión Europea.

José Stalín fue el gran constructor de la Unión Soviética con un crecimiento sostenido del 15% anual, vencedor de la segunda guerra mundial, murió a los 73 años como su mandatario , cuando Rusia superaba en muchos aspectos a Estados Unidos.

Mao Tse Tung fue el gran constructor de China y su revolución cultural pasando de los 89 años de edad.

Franklin Delano Roosevelt, lidereó a los Estados Unidos y murió siendo su presidente cuando tenía 63 años. Fue electo para cuatro períodos, pero los malinchistas mexicanos no lo consideran dictador.

Georges Clemenceau, “el tigre”, triunfador de la primera guerra mundial, autor de la frase “La guerra es un asunto tan delicado que no se puede dejar en manos de los militares”, era Primer Ministro de Francia a los 80 años.

Josip Broz Tito, constructor y líder de Yugoeslavia y de la Organización de Paises del Tercer Mundo, cuando tenía 80 años de edad.

El gran constructor que levantó a Alemania de las ruinas, Conrad Adenauer, era su Primer Ministro cuando estaba próximo a llegar a los 90 años de edad.

Nelson Mandela, Premio Nóbel y líder de la reunificación en Sudáfrica, era su Presidente cuando tenía 80 años, y que decir del enorme Mahatma Gandhi, líder mundial de la resistencia pacífica, filósofo y creador de la independencia de la India, asesinado cuando tenía 79 años.

Y podríamos llenar muchas páginas con ejemplos de hombres que en la edad madura hicieron historia y transformaron su mundo. Pero en nuestro México, lamentablemente, seguimos discriminando, despreciando, la enorme reserva de talento y experiencia que representan nuestros llamados “viejitos”, a los que condenamos a una pensión de adulto mayor, siempre y cuando tengan su acta de nacimiento actualizada y en orden, su Curp sin problemas, comprobante de domicilio, su credencial del Ine actualizada, y tengan la paciencia para hacer los trámites y trámites y colas para ver si alguna vez la logran.

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