Emery Hernández Marín
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Los problemas sociales nos avasallan, donde aflora la violencia, la indolencia y la irresponsabilidad. A diario conocemos de casos que creímos jamás  veríamos o que no existían. Nos quedamos cortos ante la degradación humana. Y más asombrados cuando quienes deberían ser ejemplo, protección y  defensores son los agresores, los victimarios. Ahí es cuando surge la labor humanitaria de la Presidenta del DIF Estatal, Martha Lilia López de Núñez, por recomponer  el tejido social en Tabasco.

Una labor a favor de los necesitados, de los vulnerables, de la población marginada, de las mujeres maltratadas y de los niños de la calle. La tarea social, poco se ve, se valora, no siempre se lleva los aplausos,  como la política. Pero cuando se hace política social, entonces esa tarea trasciende, se percibe, se ve. Esa es la labor que a partir de este año ya trasciende, por el empeño, la dedicación de quien está al frente del DIF Tabasco.

Al iniciar el ciclo escolar, se puso en marcha el Cendi modelo .No porque sea nuevo, ya que tiene 30 años de construido, sino porque se modernizó de acuerdo a las exigencias de la Secretaría de Educación, y de protección civil. Porque a decir de la maestra Martha Lilia López, de los seis que existen en la capital, cinco no llenan los requisitos, están en completo deterioro, abandono  con carencias y anomalías. .

Por lo que se ha dado a la tarea de dignificar estos centros donde se atiende a los infantes hijos de madres que trabajan. Que tengan realmente lo que necesitan y sobre todo de personal capacitado, con una visión de respeto, una nueva cultura en la educación de estos niños. Que busca educar y formar a una niñez autosuficiente, con sentido de responsabilidad, con hábitos de lectura. No es fácil la tarea, sin embargo se trabaja con empeño para lograr buenos resultados. Para lograrlo será imprescindible la ayuda de los progenitores, por lo que se ha creado una escuela para padres. La responsabilidad es de todos.

Muy segura, la presidenta de esta institución señala “ mis niños tienen que educarse y dormir con dignidad, en estos Cendis, ya que cuando inicié el recorrido por ellos, los encontré dormidos en colchonetas con medio cuerpo en el suelo, porque no habían o quedaban pequeñas”.

Es el DIF, el colador de todos los problemas sociales. Y ahí se ven casos espeluznantes, dice en entrevista con periodistas. Es el caso de niñas de 12 y 15 años embarazadas, una por el abuelo, otra no sabe ni de quien porque la tenían encerrada en un cuarto y ahí la prostituían, no sabe leer. Nos llegan casos muy dramáticos como el de las mujeres maltratadas que tenemos en albergues y escondidas, hasta que decidan qué hacer, el apoyo, la ayuda se la da la institución, señala.

Todos los casos, se atienden, todos tienen alternativas diferentes, y nadie se va sin apoyo. Esa es la tarea diaria, concluye.   Es una parte mínima  de esa gran tarea que es recomponer el tejido social . Un tejido social que se empeña mas en sobresalir en las notas amarillas y rojas, que en contribuir a ser esa célula social, para la fue creada: para ser una familia, bien integrada y ser buenos ciudadanos, mejores prójimos.

Ese deterioro social, contribuye al atraso del estado. A que seamos primeros lugares, en menores embarazadas, en obesidad infantil, en diabetes mellitus, en robos, en secuestros, en feminicidios, en delincuencia, todo lo negro que asoma del alma. Bueno hasta entre los primeros lugares en corrupción. Y los principales rateros resultan ser los funcionarios, los representantes populares, por carecer de conciencia, de honestidad, porque no la conocen.Estos fulanos son parte de ese tejido social en descomposición.

Los espero en este espacio, para leernos.