La sabiduría de Neyda
Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia. Santiago Ramón y Cajal Erwin Macario erwinmacario@hotmail.com Sorprendido, pensando haber escuchado mal, el periodista le insiste. La diputada sigue de boca suelta, sin saber del tema: — La posible liberación del transporte […]
17 de octubre de 2014

Lo peor no es cometer un error,
sino tratar de justificarlo, en vez
de aprovecharlo como aviso providencial
de nuestra ligereza o ignorancia.
Santiago Ramón y Cajal

Erwin Macario
erwinmacario@hotmail.com

Sorprendido, pensando haber escuchado mal, el periodista le insiste. La diputada sigue de boca suelta, sin saber del tema: — La posible liberación del transporte público ¿sí la contempla la iniciativa que se envió?

—Sí está contemplada, yo creo que va ser bueno si tomamos en cuenta que es una realidad que existe el “pirataje” y que las mismas uniones se resisten a que se legalicen otras; yo creo que ya somos suficientes ciudadanos para dejar entrar dos o tres uniones, o las que sean necesarias no sólo en los municipios, no sólo aquí en el Centro, en las comunidades; si hay demanda, debe de haber concesiones plurales.

En ninguna parte de la iniciativa de Ley de Transporte que el gobernador Arturo Núnez envió hace más de quince días al Congreso de Tabasco, se habla de liberar el transporte. Pero doña Neyda Beatriz García Martínez, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo —y coordinadora, que no líder, de la bancada perredista— es boca floja, aunque después tenga que andar diciendo que no dijo lo que dicen que dijo.

El diario Heraldo le dio, ayer jueves, las ocho columnas. Y cómo no. Imagínese usted tanto trabajo del gobierno perredista de Arturo Núñez, tanto tiempo y tantas reuniones con transportistas y ciudadanos para salir con que lo más fácil es liberar el transporte, dejar que los que quieran se vuelvan concesionarios y siga la corrupción, principalmente en el propio gobierno.

¿De qué lado está doña Neyda Beatriz? Ni siquiera una lectura le ha dado a la propuesta que su gobernador envió al Congreso local. Por eso sale con su batea de baba, dándole más armas a quienes, sin argumentos válidos, ya están, antes del debate legislativo, combatiendo la nueva ley de transporte.

Ya se advirtió ayer en esta columna, el Congreso tabasqueño se puede convertir en un aquelarre o sabbat. Al menos dos diputadas están apuntadas para adelantar el mes de los muertos, de las brujas y brujos. Doña Neyda Beatriz García Martínez y la priísta Mayté Dagdug. ¡Mientras no les salga satanás en forma de macho cabrío!

Doña Mayte, ayer se dijo en este espacio periodístico, está sirviendo más que a los intereses de su partido, el PRI, y el beneficio del pueblo tabasqueño, de abogada del diablo de los transportistas, mejor dicho de los líderes que han explotado a los transportistas, como el que ahora aparece como más interesado porque es dueño de muchas góndolas, lo que habrá tiempo de contar.

Pero para doña Neyda Beatriz, perredista, insisto, no hay más explicación que su ignorancia supina. De mujer de hogar, de matrimonio —estuvo casada con Fernando Ortiz Castelar—, es impulsada a la vida pública, desde el cargo partidista municipal hasta hoy la diputación; sus mejores méritos han sido las relaciones con gente importante de la llamada izquierda, el tener la habilidad para hacerlas. Su primer benefactor, su primer proveedor de cargos, Javier May, cuando era presidente municipal de Comalcalco no le hizo funcionaria pero la colocó en la presidencia del PRD en ese municipio. Ahí no le hacia ruido.

Después la empujó al Congreso del Estado y desde la diputación y la cabeza de la bancada perredista sueña que la llevará a la presidencia municipal de Comalcalco.
Poco, pues, le importan asuntos tan de valía para el gobierno perredista de Arturo Núñez, como es la ley del transporte, que vendrá a poner orden y a combatir la corrupción en ese sector de los servicios y la economía tabasqueños.

Tal vez hoy mismo nos enteremos de una aclaración de la presidenta de la Junta de Coordinación Política por la forma en que se manejó lo que ciertamente aseguró —hay grabaciones— de que con la nueva ley se iba a liberar el servicio público de transporte.

Así apareció en el citado periódico: Neyda García Martínez, confirmó que la iniciativa de la nueva Ley de Transporte que envío el Gobierno de Tabasco sí contempla la liberación del transporte público.

Pidió a los transportistas que se inconforman en contra de dicha propuesta, que no tenga miedo a su liberación, porque se busca principalmente el beneficio de los ciudadanos.

«Yo creo que todo tiene que ser relativo, no podemos ser grandes concesiones que siempre le dan a una sola persona, limitando a otros ciudadanos que también van a tener y tienen derecho de poder estar dentro del transporte público —detalló”, dice la nota que muestra la ignorancia y lo boca floja. Calladita se vería mejor.

Del aquelarre o sabbat no hay pruebas de tales reuniones y de quienes asistían, sino las actas acusatorias contra quienes eran ajusticiadas por tales causas; pero de lo que pase en el Congreso tabasqueño respecto a ésta y otras leyes, en la que parece viviremos el retorno de los brujos, sí habrá pruebas y quedará constancias en el diario de los debates.

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