La pugna priista
Jacinto López Cruz jaclop62@hotmail.com Mientras seguidores del derrotado candidato a la gubernatura de Tabasco, Jesús Alí de la Torre, se encargan de difundir que están listos para asumir las delegaciones federales en la entidad, como promesa del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, el priismo en sí, se desgarra, sigue fragmentado, debido a que […]
9 de octubre de 2012

Jacinto López Cruz
jaclop62@hotmail.com

Mientras seguidores del derrotado candidato a la gubernatura de Tabasco, Jesús Alí de la Torre, se encargan de difundir que están listos para asumir las delegaciones federales en la entidad, como promesa del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, el priismo en sí, se desgarra, sigue fragmentado, debido a que el mismo “dirigente” estatal Francisco Herrera León no ha tenido la capacidad, ni la voluntad política, de sentar a la mesa del diálogo a las cabezas de los grupos que terminaron fragmentando a ese partido, que camina sin rumbo ni dirección.

Para nadie es un secreto que durante la campaña política por  los cargos de elección popular en el estado, los candidatos del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura, Jesús Alí de la Torre, y la presidencia municipal de Centro, Luis Felipe Graham Zapata, mantuvieron una agria disputa, una fuerte división interna, que aunado a otros factores, los llevó a perder en las urnas el pasado uno de julio, y pese a que prácticamente fueron arrasados por las oposición que en enero de 2013 será gobierno, nada se ha hecho por restañar las heridas pues el mismo dirigente estatal Francisco Herrera León, solo se ha reunido con los alcaldes ganadores de su partido y con los diputados ganadores que integrarán la 61 legislatura, solamente para presionar y colocar en cargos públicos municipales a sus incondicionales, mientras nada ha hecho para sentarse con los candidatos perdedores (presidentes municipales y diputados locales), que hasta ahora siguen esperando a que haya un llamado a la unidad para cerrar las viejas heridas que ahí siguen sangrando, que siguen supurando odios y rencores, sin querer entender que a partir del uno de enero ya no serán gobierno, sino que pasarán a ser oposición y bajo esa tesitura tendrán que delinear como se conducirán y como se reagruparán para poder enfrentar a sus adversarios políticos en los comicios del 2015.

Como se recordará el enfrentamiento entre Jesús Alí de la Torre y Luis Felipe Graham Zapata, se originó a raíz de que el primero fue impuesto desde el centro del país por la cúpula que encabeza el ahora presidente de la República electo, Enrique Peña Nieto, como candidato a la gubernatura, surgiendo los odios y rencores que no se pudieron superar, porque los priistas seguidores de Graham consideraron que a éste le habían “robado” burdamente la candidatura a la gubernatura desde el Centro del país, por lo que trabajaron en contra de Jesús Alí, mientras que el ex-candidato perdedor a la gubernatura por medio de sus incondicionales incrementó el encono y animadversión en contra del ex-candidato a la presidencia municipal de Centro,  y mientras ambos ex-candidatos perdedores  aparecían juntos en varios espectaculares que se colocaron en la capital del estado para aparentar una ficticia unidad,  internamente se daban hasta con la cubeta, con resultados electorales  desastrosos para los dos, pues perdieron la presidencia y la gubernatura.

El mismo ex-candidato perdedor a la alcaldía de Centro, Luis Felipe Graham Zapata,  ha expresado públicamente que no se ha realizado ninguna operación cicatriz para restañar las viejas heridas, para dejar las cosas en el pasado y volver los ojos al presente para  enfilarse a trabajar para el reposicionamiento político del PRI en el 2015, que será sumamente difícil tomando en consideración que este partido jamás ha sido oposición en la entidad, y que tendrá que acostumbrarse a operar sin dinero institucional, pero para que vuelva la unidad tiene que haber una nueva dirigencia estatal que se encargue de conciliar entre los grupos políticos que prosiguen en pugna y que no han entendido, ni quieren entender que ya perdieron el poder en Tabasco y que como tal, tienen que reagruparse si es que quieren volver a ganar posiciones políticas,  que en las pasadas elecciones perdieron brutalmente.

Enfrentado políticamente con el ex-candidato perdedor de la gubernatura, Jesús Alí de la Torre y distanciado del actual presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Francisco Herrera León, el ex-candidato perdedor de la alcaldía de Centro, Luis Felipe Graham Zapata, ha sostenido que su partido sigue en terapia intensiva, porque nadie se ha tomado la molestia de llamar, de juntar, de reagrupar a todos los priistas del estado, sobre todo a los que perdieron las candidaturas, que necesitan del calor político, pues los otros pretenden seguir apoderados de se partido como si no hubiera pasado nada, cuando electoralmente fueron barridos.

Efectivamente, como si no pasará nada, tanto Francisco Herrera León, como el ex-coordinador de la campaña a la gubernatura, Adrián Hernández Balboa  y el ahora diputado plurinominal electo, Mario Llergo Latournieri, siguen “encuerdando” a la militancia priista que los quiere escuchar, que Jesús Alí de la Torre es un político consolidado porque logró obtener en las pasadas elecciones 460 mil votos, como si realmente solitos lo hubiera logrado, pero es más, ya hasta se hacen repartiendo delegaciones federales en la entidad para sus incondicionales, como si eso fuera cierto, cuando en el centro del país no están satisfechos por el desastroso resultado electoral que se obtuvo en Tabasco ya que Enrique Peña Nieto fue barrido por el ex-candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, y eso es imperdonable para los priistas que ahora hacen como ni nada hubiera pasado y se sienten con derecho a ocupar delegaciones federales, como si estas fueran a repartirse como figuritas, cuando la realidad es que para los perdedores no hay nada, hasta ahora.

En este espacio el Ojo Visor, que en todo está, en su momento refirió como el domingo uno de julio por la noche cuando Jesús Alí de la Torre comprobó que había perdido la gubernatura, infructuosamente buscó comunicarse telefónicamente con el ahora presidente de la República electo, Enrique Peña Nieto, con Benito Neme Sastré, a quien muchos priistas de Tabasco acusaron,  en su momento,  de ser su padrino político y de haberlo impuesto como candidato, así como a Miguel Angel Osorio Chong, pero ninguno de los tres le contestaron la llamada lo que provocó que se enloqueciera de ira, pues se sintió abandonado y hasta la presente fecha sigue en el abandono político, porque además de no cumplir con las indicaciones de Benito, falseó la realidad de lo que estaba pasando en Tabasco y las consecuencias electorales fueron desastrosas.

La prueba más grande de que Jesús Alí de la Torre sigue en el abandono político por parte del tabasqueño Benito Neme Sastré quien es compadre del presidente de la República electo, Enrique Peña Nieto, y por lo tanto su grupo alienta falsas esperanzas de que varios de ellos serán delegados federales en Tabasco, es que no fue invitado al pasado bautizo de las hijas gemelas de Benito Neme en donde quedó de manifiesto el doble compadrazgo que lo une a Enrique peña, y que entre ambos no existe la más mínima pugna por el asunto de la gubernatura de Tabasco, ya que le han dado vuelta a la hoja del calendario político, porque ellos van para adelante.

Fuentes dignas de crédito revelaron, en su momento, al Ojo Visor, que en todo está, que el ex-candidato perdedor de la gubernatura, Jesús Alí de la Torre, buscó insistentemente vía telefónica al ex-subsecretario de Gobierno, Hernán Barrueta García, para que intercediera por él ante Benito Neme para que fuera invitado al bautizo de las gemelas, pero no, el recado no llegó porque simplemente la decisión de no invitarlo  estaba en firme, de tal manera que entre los pocos tabasqueños, invitados especiales,  al bautizo de las hijas de Benito Neme no figuró Jesús Alí de la Torre, lo que demuestra que ha caído en desgracia política y no es para menos, si se ensoberbeció y no cumplió las indicaciones que se le había dado desde el centro del país.

Como el grupo de Jesús Alí sabe que están caídos en la desgracia política, están creando dos escenarios políticos; el primero, es hacer creer entre los priistas que serán beneficiados con delegaciones federales en Tabasco, pero es remoto que suceda por los desastrosos resultados que entregaron, sobre todo porque aquí se dedicaron solamente a promocionar a Alí, dejando de lado la figura presidencial de Peña Nieto, que finalmente fue arrasada por Andrés Manuel López Obrador; el segundo escenario, consiste en repetir hasta el cansancio que Jesús Alí es un fuerte activo político en la entidad, porque históricamente logró 460 mil votos, que se lo adjudican completamente a él, sin tomar en cuenta, ¿donde están los votos que aportaron los presidentes municipales y diputados locales que ganaron?, donde están los votos de los candidatos perdedores?, ¿donde están los votos de los liderazgos sociales que participaron en su campaña política?, donde están los votos duros? que de por sí ha logrado mantener el PRI en forma natural, con o sin Jesús Alí, y donde están los votos de los comités municipales y seccionales del tricolor y de ¿los aliados externos?, si restamos esos votos duros cercanos  a los 300 mil, de la militancia dura que han logrado en elecciones pasadas, entonces quedarían 160 mil votos que repartidos entre Alí y sus aliados se podría analizar cual es su real fuerza, por aquello de que hay quienes pretenden venderle a la dirigencia nacional del PRI que con Jesús Alí al frente del PRI mantendrá su real fuerza política, cuando sería todo lo contrario, pues un amplio sector de priistas que siguen siendo aliados de Luis Felipe Graham lo pondrían en Jaque Mate.  Bueno, ahí les queda de tarea la suma o resta en torno al ex-candidato a la gubernatura, que definitivamente si pretenden dejarlo pasar como dirigente estatal del PRI será para terminar de enterrarlo.

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