Luis Suárez tomó este jueves un vuelo privado en aeropuerto de El Prat en Barcelona con destino a Perugia donde pasará el pertinente examen para poder optar a la nacionalidad italiana.
De este modo, la opción de fichar por la Juventus sigue más abierta que nunca a pesar de que en los últimos días parecía haber perdido fuerza. El futbolista tiene un acuerdo cerrado con el club turinés a la espera de que resuelva su contrato con el Barcelona.
Un estira y afloja complicado porque ni el Barcelona ni Suárez quieren ceder en sus posturas. Koeman ya empieza a hacerse a la idea de que podría quedarse con el futbolista, tal y como expresó después del amistoso ante el Girona: «Aquí respetamos los contratos y si Suárez al final se queda será uno más de la plantilla».
Técnico y jugador mantuvieron una charla este miércoles antes del partido. En un principio, Koeman quería que jugara ya ante el Girona, pero a la vista de su inminente viaje a Perugia, entre ambos decidieron que lo mejor era esperar un poco a ver si se resolvía su futuro. Si no fuera así, lo más probable es que ya vaya convocado para el Trofeo Joan Gamper.
A la espera de ver cómo se resuelve esta situación, el jugador se desplazó a Italia para hacer el examen y obtener la nacionalidad italiana si se cumplen los plazos determinados para conseguir el pasaporte. El uruguayo aprobó tanto la prueba oral como la escrita del examen.
Suárez entrenó esta misma mañana en la Ciudad Deportiva a las órdenes de Ronald Koeman. Posteriormente se fue al aeropuerto para viajar a Perugia y está previsto que regrese esta misma tarde.