Agenor González Valencia

El mundo ignora cuál fue la primera pareja. Se nos habla de Adán y Eva, pero esto es producto de la fe. Desde el punto de vista científico no hay algo que nos señale certeza de cómo se da el nacimiento del primer hombre y de la primera mujer. Los griegos nos hablaban de los cuatro elementos que integran al ser humano: Agua, Fuego, Tierra y Sol. Sin embargo, aún no tenemos constancia de que así es. Hace algunos años escribí el poema Mi Cuerpo es la Naturaleza, que se publicó en Rumbo Nuevo con una nota de Carlos Pellicer que a letra dice: “Ya este muchacho cruzó la linde de la esperanza. Con qué gusto he leído y releído este poema. Ojalá y pronto tenga otros tan buenos como éste, para publicárselos en un pequeños libro”. El tiempo ha transitado físicamente, Pellicer ya no está, pero su obra tiene palpitaciones de su alma. El referido poema a la letra dice:

MI CUERPO ES LA NATURALEZA
Natural, Naturaleza:
¿Eres madre de mi madre?
¿Eres cuerpo de mi cuerpo?
¡Si a todas partes que miro,
por todas partes me encuentro!

Cielo, fuego, tierra mar.
Lluvia, monte, piedra, viento.

¿No ves que el viento es mi aliento,
los montes son mis cabellos,
son piedras mi par de piernas
y la lluvia mi cantar?

¡En todas partes me miro!
¡Y en todas partes me encuentro!

Y la luz que me compone,
¡Divina, Divinidad!
Se descompone en palabras
que forman una deidad.

Monte, lluvia, piedra, viento.
Cielo, fuego, tierra, mar.

-¿Y oscuridad?
-Soñando en el platanar,
que viene, -¿viene la muerte?
-Que viene la muerte ya.
-¿De dónde viene la muerte?
-¡Prendida en la oscuridad!

Monte, lluvia, piedra, viento.
Cielo, fuego, tierra, mar.

Busco mi cuerpo en el monte,
busco mi cuerpo en el fuego,
busco mi cuerpo en la piedra,
¡Busco mi cuerpo en el viento!
¡Busco mi cuerpo en el mar!
-¿Dónde está que no lo encuentro?
-Prendido en la muerte va.

Monte, lluvia, piedra, viento.
Cielo, fuego, tierra, mar.