León, Guanajuato
Agencias
Allá en la cama del hospital  donde espera desde hace una semana, justo el día en que León inició su camino en la Liguilla frente a Cruz Azul, el «Capi» Alfonso Montemayor, el único sobreviviente del equipo Esmeralda que debutó en la Primera División allá en 1944, espera.
La batalla aún no termina, aunque todo parezca finiquitado. León se va con ventaja de la primera guerra frente a Xolos por 2-0 gracias a un cambio, gracias a Othoniel Arce quien desde la banca entró para revolucionar al revolucionado León. En su primer balón abrió el ostión y en el segundo sirvió para el de Carlos Pena.
El ritmo del inicio del juego fue vertiginoso y duró la mayor parte de la primera parte. La fiera obligada por sangre y por ser local, fue la primera que explotó su arma favorita: la velocidad de Burbano y el pase filtrado de Luis Montes; en tanto que Xolos se inclinó por donde apareciera Riascos y por donde Fernando Arce manejara los hilos de su equipo.
El ímpetu de ambos equipos terminó por anularlos. Las llegadas, alguna chilena por ahí de Corona, un tiro de Maz que mece las redes por fuera, solo provocaban el aullar de la tribuna, mas que alguna intervención de los porteros.
Xolos se rearma para la segunda parte. La baja de Leandro, quien fue anunciado en la alineación titular para después ni salir a la banca, le cambió los planes a Mohamed quien en el segundo tiempo fue más precavido, pero mas precavido no significa más defensivo. Arce tomó las riendas del equipo, Xolos dominaba el juego.
Doble golpe a Xolos. Mohamed tiene dos opciones: buscar acortar o que no le hagan más daño, pensando en la vuelta, opta por lo segundo, sus cambios son ofensivos, el Xolo quiere guerra, aunque esté herido… De muerte?