Afirmó que entre más sólido sea, las actuales generaciones estarán más preparadas para discernir entre lo bueno y lo malo

Florentino J García
Rumbo Nuevo
Al participar en el panel interdisciplinario titulado “La familia que educa en un mundo difícil”, el gobernador Arturo Núñez Jiménez alentó a no desfallecer en la tarea de consolidar este núcleo universal como baluarte de la sociedad, y afirmó que entre más sólido sea, las actuales generaciones estarán más preparadas para discernir entre lo bueno y lo malo.
En el foro celebrado en el marco del 40 aniversario de vida sacerdotal del presbítero Rubén Ponce de León Murillo, el mandatario dijo que la familia constituye un elemento insustituible en la construcción de sociedades más justas, equitativas y solidarias.
Aseveró que ante la descomposición social que se ha incrementado en todo el país, necesitamos urgentemente una educación que fortalezca los valores, de allí que su gobierno fomente de arriba hacia abajo principios que contribuyan a la formación ética de las nuevas generaciones de tabasqueños.
Núñez Jiménez aseguró que en los tiempos de cambio de civilización que hoy vivimos por la vorágine informativa que se transmite a través de las nuevas tecnologías de la comunicación, en especial de las redes sociales, la enseñanza que se inculca desde el seno familiar se convierte en un valor irremplazable.
En el auditorio del Campus Bicentenario de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), el jefe del Ejecutivo advirtió que esa turbulencia informativa conlleva a una falta de jerarquización sobre lo que es o no valioso, lo que es o no efímero, frívolo o trivial, arrastrando con ello en la mayoría de los casos hasta los valores fundamentales que deberían ser permanentes.
“Por eso vivimos una crisis de valores, porque estamos metidos en una civilización donde todo ocurre a una velocidad de vértigo, y no hay tiempo de asimilar, reflexionar o hacer una introspección en la vida propia”, opinó.
Ante autoridades universitarias y eclesiásticas, y público en general, el gobernador Núñez destacó la importancia de este tipo de foros donde se abordan temas de la familia con un enfoque interdisciplinario, y recalcó que para hacer frente a la ola de cambio tecnológico, resulta trascedente afianzar el rol de este núcleo en la educación y formación de las actuales generaciones.
Es en el entorno de convivencia diaria donde los niños, los adolescentes y los jóvenes, adquieren valores y capacidades para distinguir entre la realidad o la ficción, o entre el bien y el mal, reafirmó.
El presbítero homenajeado Rubén Ponce de León subrayó que más allá de la evangelización, todo aquello que sirva para edificar a la persona, la familia o la comunidad, siempre será bienvenido, por lo que instó a la sociedad a involucrarse con mayor decisión en proyectos dirigidos a promover valores, cuidar el medio ambiente, fomentar la convivencia social y “todo lo que ayude a la formación integral de la gente”.
Enfatizó que la familia, la educación y el mundo difícil en el que nos ha tocado vivir son temas que hoy están en la agenda de debate de padres, pedagogos y estudiosos de la historia, y por esa razón, abundó, es que cobra mayor relevancia el enfoque de interdisciplinariedad, porque en torno a ellos giran problemas que no son mono-causales.
“La interdisciplinariedad no es una cuestión de moda, sino de necesidad; es importante que las disciplinas dialoguen, trabajen y propongan un camino desde distintos puntos de vista que sea útil a la sociedad de hoy y a quienes vivimos en ella”, puntualizó.
En el panel participaron la terapeuta Sara Leticia Campos Chavolla, el abogado Gustavo De Silva Gutiérrez, el antropólogo Humberto González Chávez, y el presbítero Roberto Valencia, quienes desde sus respectivas disciplinas ofrecieron puntos de vista sobre la familia, la educación y los factores que limitan su desarrollo. El panel fue moderado por la cronista de la ciudad de Villahermosa, Felipa Nery Sánchez Pérez.