La salud de México en manos de mercenarios

Humberto Iduarte
humbertoiduarte49@gmail.com
En esta última semana, el Sub Secretario de Salud, Hugo López-Gattel comentó que el gobierno federal se dedicará pasando la crisis de la pandemia, a revisar todo aquello que produzca enfermedades degenerativas, esto en respaldo por lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador en una conferencia mañanera la semana pasada, en que su gobierno entraría de lleno a combatir todo aquello que produzca obesidad, diabetes e hipertensión.

Se refirió en esa mañana por el tema de que, en los rincones más pobres del país, los refrescos de cola no pueden faltar en la mesa. Recomendaba que se volviera a la sana costumbre de preparar bebidas naturales en los hogares.

Y hacer esto de controlar y vigilar que los productos que se expenden en abarrotes, supermercados y tiendas de conveniencia estén marcados todos ellos con la cantidad de calorías que el consumidor ingiere, así como de vigilar que los empresarios industriales dejaran de usar el jarabe de maíz de alta fructuosa, en sustitución de la azúcar natural en todos los productos que elaboran, esto si sería un reto enorme, que de seguro hallaría las resistencias naturales se le vendrían encima al presidente.

Nadie, absolutamente nadie, se ha atrevido a tratar mínimamente a controlar este desorden y gran negocio. Los intereses son monstruosos y tocarlo representaría grandes pérdidas para estos empresarios, que, por ahorrar, debido a que este jarabe potencializa hasta 7 veces más el saborizante o sustituto del azúcar, prefieren ahorrar mucho pero mucho dinero, antes de tu salud o la mía.

Los efectos de este ofensivo y desafortunado ahorro son simples, daña en este proceso de ingestión directamente al páncreas, un órgano que solo tiene una capacidad limitada y que debido a estas excesivas cantidades de endulzantes y químicos, lo dañan y con ello la persona se vuelve diabética de por vida. Millones de mexicanos estamos afectados con esta enfermedad.

Muchas personas, me atrevo afirmar, no conocen ni tienen idea en que productos está usándose el jarabe de maíz de alta fructuosa, una materia química originado del maíz, y se sorprendería usted si lee los productos que están en su alacena, que contienen esos ingredientes el dichoso jarabe de maíz de alta fructuosa (JMAF) y no les miento al decir que esto está en casi todos ellos para sustituir al azúcar convencional.

En estos últimos 40 años se ha producido un incremento en la incidencia de la obesidad, así como en el uso de azúcares añadidos, en algunos países, especialmente Estados Unidos, se ha producido la sustitución como ingrediente del azúcar convencional (sacarosa) por jarabes de glucosa-fructosa.

En el año 2017, un estudio realizado por médicos de los institutos nacionales de salud, en Phoenix, Arizona, encontró que no había diferencia en la tasa metabólica de una persona después de comer una dieta alta en carbohidratos, ya sea en trigo integral o jarabe de maíz de alta fructosa.

En este estudio los participantes fueron sobrealimentados con una dieta con 75 por ciento de carbohidratos durante 24 horas. Los participantes fueron alimentados con esta dieta dos veces, una vez con carbohidratos principalmente de trigo entero, la próxima vez que los carbohidratos hechos de azúcares simples con jarabe de maíz de alta fructosa. Los participantes tuvieron mayores puntuaciones de hambre a la mañana siguiente después de comer en exceso con jarabe de maíz de alta fructosa versus trigo integral.

En otro experimento un grupo de ratas que consumió JMAF durante 12 horas el día ganó 48% más peso que el que consumieron sacarosa (azúcar natural) 12 horas al día en los machos jóvenes a corto plazo, pero menos en hembras adultas.

Las pruebas de esto que exponemos están en cualquier parte donde usted quiera investigar, lo importante de todo, es que la salud de los mexicanos siempre ha estado sujeta a los intereses poderosos de los empresarios y por ello, conocemos sus consecuencias y los resultados.

¿Ahora si habrá orden para que se cuide la salud, con estas decisiones que tomará el presidente? ¿estaremos en condiciones de apoyarlo? ¿nos interesará más la politiquería que nuestra salud y la de nuestras familias? Vamos a ver que ocurre y si esto pueda darse. Ojalá pueda ser.