El comienzo de la caída del PRI

Humberto Iduarte
humbertoiduarte49@gmail.com
Con la recuperación del poder del PRI en el 2012, después de 2 sexenios panistas, muchos pensaron que su estadía sería de nuevo por varias décadas, y esto sería de acuerdo, a su capacidad de retención del poder. Y muchos se equivocaron terriblemente.

La caída del PRI no comenzó este pasado domingo 6, sino el mismo día en que el presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer su gabinete.

Con los nombres dados en esos momentos, se diluyeron las esperanzas de millones de mexicanos que consideraron que en esta nueva etapa con un presidente joven el país saldría adelante.

Los nombres de viejos priistas en su gabinete, conocidos más por sus mañas y escándalos que por su eficiencia, direccionaron al país a un rumbo equivocado que poco a poco, gracias a sus pésimas medidas económicas y estratégicas, se les desmoronara en sus manos.

Ni con la ayuda de un súper asesor como el expresidente, Carlos Salinas de Gortari, se pudo hacer gran cosa. Los tiburones que acompañaron al presidente Peña en sus inicios, personas ambiciosas, pero inexpertas, contribuyeron a lo que hoy presenciamos.

Quizá fueron buenos para los negocios pero sus decisiones han hundido al país, y eso lo saben incluso los priistas de viejo cuño, que observan cómo su partido va perdiendo el poder.

En la antigüedad, muchos de los imperios más importantes sucumbieron por las malas decisiones y gestiones de sus gobernantes, a su codicia desmedida, a la corrupción de los funcionarios y la ambición de los subalternos que los acompañaban.

La historia enseña una y otra vez la misma lección, y desgraciadamente no se aprende.

En México, se está viviendo esta sintomatología por las causas que históricamente han provocado estas caídas y el pueblo siempre lo ha cobrado y muy caro.

Y este pasado domingo una gran parte de mexicanos ya le pasó la primera factura al PRI… y a su Presidente.

De las doce gubernaturas en disputa, El PRI perdió 7 y el líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, destacó que si su partido llega a “hacer bien las cosas” recuperará la presidencia en 2018.

El fracaso fue rotundo y la derrota priista habría sido todavía más escandalosa si la izquierda no se hubiera dividido en Oaxaca y Zacatecas y la alianza PAN-PRD no se cayera en Puebla. De lo contrario, los números y porcentajes de la diferencia del fracaso del PRI serían mayúsculos.

Ricardo Anaya destacó que jamás en su historia, el PAN había gobernado 11 entidades de forma simultánea como hasta ahora, y que jamás habían ganado más de tres estados en una misma jornada.

Ya lo hicieron y juntos con el PRD de Agustín Basave Alanís, crearon auténticas posibilidades de que juntos recuperen la presidencia. Para aquellos que consideran que una alianza de esta naturaleza no pueda ser posible, solo hay que mirar qué sistema de gobierno tiene un país de primer mundo como Alemania.

Anaya vaticinó: “Si hacemos bien las cosas, si cumplimos, si damos resultados en estos estados, el PAN va a recuperar la presidencia de la República”.

Manlio Fabio Beltrones en cambio manifestó que están en el análisis del proceso electoral, pero tuvo que reconocer que este es el momento de enfrentar una dura realidad dentro del PRI

Beltrones refirió que desea enfrentar la situación, hacer planteamientos a futuro después de la reflexión y tomar una decisión, sobre su permanencia en el partido. “nosotros lo que tenemos que hacer es observar estas elecciones y asumir el mensaje que nos ha dado el electorado a PRI y a sus gobiernos.

Una aclaración necesaria para evitar confusiones.
Aquí el gobierno del Estado continúa informando muy oportunamente a sus representados por medio de sus respectivos funcionarios, acerca de lo que debe saber los ciudadanos con relación a los movimientos que grupos de otros estados intentan hacerle creer a nuestra población con estos datos e informes falsos e inexistentes.

Algunos maestros que se han prestado a realizar manifestaciones en Tabasco solo han pretendido confundirnos con el argumento de que la educación se va a privatizar, y que les cobrarán a los padres de familia los libros de texto, colegiaturas y el mobiliario, todo ello es mentira.

Los padres de familia saben que todo eso es falso y que solo es una forma de inquietar. Ojala que se desechen estas mentiras pronto.
Celebramos en verdad que se aclaren estos argumentos ficticios, cuyo fin es el de tratar de desestabilizar a nuestro estado. Ojalá que estos dizques maestros pronto se regresen a sus lugares de origen y si algunos lo son, se vayan a dar clases porque para eso se les paga.