La Agenda
La crisis de la sociedad Humberto Iduarte humbertoiduarte49@gmail.com “La amistad es un vínculo del sentimiento que no reconoce el egoísta. La más de las veces la simula para encubrir una desleal conveniencia” Humberto Villegas Zapata (Twitter 14/02/17) En estos últimos tiempos, no nos deja de sorprendernos como el cinismo ha ganado terreno y ha sobrepasado […]
18 de junio de 2019

La crisis de la sociedad

Humberto Iduarte
humbertoiduarte49@gmail.com
“La amistad es un vínculo del sentimiento que no reconoce el egoísta. La más de las veces la simula para encubrir una desleal conveniencia” Humberto Villegas Zapata (Twitter 14/02/17)

En estos últimos tiempos, no nos deja de sorprendernos como el cinismo ha ganado terreno y ha sobrepasado la decencia entre la sociedad.

Se nos olvida que hace pocas décadas, la palabra de un ciudadano valía mucho más que la firma en un documento.

La calidad humana estaba muy por encima de cualquier trámite. Incluso, los niveles sociales se median por la honestidad de las personas, no por su riqueza.

Así era antes la gente de esta ciudad cuyo nombre quedó pequeño y es una farsa. Ni es Villa ni mucho menos hermosa. Los políticos se han encargado de ello.

Todo cambió diametralmente y lo estamos presenciando en estos últimos tiempos. Asombra y mucho como las personas valoran más al que le da, que al que hace bien por lo demás.

Esta crisis tuvo su origen cuando la política comenzó a estar por encima de los valores y de la ética social.

En los años 70’s fue el inicio de esta crisis moral, los que pasamos en este punto de quiebre, podrán opinar igual.

Antes de esta década, las personas sin calidad humana y deshonestas, tuvieran lo que tuviera, si estaban reprobados por la sociedad, hasta ahí llegaba.

Su fortuna mal habida no tenía con quien compartirla. No eran bien visto, solo entraban en esta sociedad quienes eran gente de bien.

En ella había empresarios, comerciantes, hoteleros, gerentes de empresas, y hasta taxistas. Los funcionarios eran contados.

Era una sociedad que tenía muchos valores y que todo mundo conocía.

Los nombres y apellidos se honraban y las fortunas se conocían como provenían. No había hipocresía ni intereses como lo que hoy prevalece.

En esa etapa, el consumismo comenzó a hacer de las suyas, comenzaba el reto entre familias. Quien tenía más que presumir, llevaba una supuesta ventaja.

Comenzaron a conocerse nuevos ricos que de la noche a la mañana presumían sus riquezas mal habidas, esa exigente sociedad ante esto, solo murmuraba y la excusa y la complicidad comenzaba a tomar forma.

Entre estos fenómenos de hacer fortunas en poco tiempo estaban los neopolíticos.

Muchos avizoraban desde temprana edad que el futuro le estaba asegurado haciendo una carrera política y de ahí… pa’l real.

Ahora convivimos entre la gente sin honra, deshonesta y vival. Otros, se van a disfrutarla en otras latitudes, en mejores ciudades.

Ellos, y los que viven aquí, o han regresado, son dueños de fortunas que rebasan muchos dígitos. Ellos, sin el menor pudor, se pasean por nuestras calles y la gente, conociendo su nebuloso pasado, todavía sin un ápice de dignidad, le hacen hasta reverencia.

Una desmemoria monumental se vive entre los tabasqueños. La complicidad de estos zalameros que se le rinden por habérsele regalado unos cuantos pesos, mal habidos, por cierto, pierden hasta la dignidad.

No les importa todo lo que robaron, mucho menos la etiqueta que traen ganada por la gente honesta, en la frente que dice: Ladrones.

Y estos ladrones hoy vemos como se dejan querer y disfrutar del “cariño” y el “amor” que le profesan tabasqueños desmemoriados. Vemos como se dejan querer, con un cinismo inaudito.

¡Sí nos ganó la política!… y los políticos.

Un año de ausencia de Tito Villegas.

Mañana 19 de junio cumple su primer aniversario de la desaparición física de nuestro admirado y querido hermano de espíritu, Humberto Villegas Zapata.

Tito, a quien identifiqué durante años como un Quijote de la Mancha; un novelesco personaje a quien Tito dedicó parte de su vida a estudiarlo sigue en el recuerdo perenne.

Tito Villegas fue siempre un hombre probo, humano, sensible, brillante, cuyo paso por esta vida dejo huellas profundas, a algunos nos marcó por su generosidad, su don de gente, su sapiencia, y su dignidad y honra

El legado de Tito sigue vivo y los que lo conocimos, abrevamos de él sus principios.

Humberto Villegas siempre será reconocido como uno de los mejores abogados constitucionalistas nacidos en este Estado.

Priista honorable de toda la vida, crítico, y una voz respetada y autorizada por la clase política, hoy su ausencia y su criterio es notoria para muchos.

Un militante a quien su partido le falló, pues a pesar de que falleció en la mesa del IEPC como su representante electoral, no mereció un homenaje por parte de esa dirigencia. Una deuda todavía pendiente. Tanto que decir de él y nos quedamos en deuda.

El ejemplo que sembraste querido hermano continúa dando buenos frutos. Hasta pronto.

Hoy martes en el programa de televisión La Agenda en Red por Humberto Iduarte/Facebook y YouTube/Humberto Iduarte les espero a las 7 de la noche. Les espero, hablaremos mucho mas de Humberto Villegas. Habrán invitados.

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