La CNTE y sus razones

Humberto Iduarte

Las protestas que en estos últimos días se han presenciado en nuestra capital, protagonizados por grupos enviados de otras latitudes del país para crear problemas nos hace pensar que ya hemos dejado ser un estado ajeno a todos esos escándalos, cerrazones, violencia, y cierres en planteles escolares.

La inoculación proviene del descontento social e intereses políticos y económicos afectados a grupos que durante décadas extorsionaron impunemente al gobierno federal bajo la bandera magisterial en las zonas de Oaxaca y Guerrero y que de manera inverosímil, estos movimientos eran sostenidos con recursos asignados a la educación en esos estados y sin control de nadie.

Desde hace años se sabía que los propios gobiernos de esos dos estados y hasta por parte de la federación con tal de llevar la fiesta en paz y no tener problemas con estos falsos líderes, les entregaron el control total de la educación, ellos distribuían o vendían las plazas, incluso, hasta de manera insensata les dejaban manejar los recursos asignados tanto federales como estatales.

De ese tamaño era el poder desplegado por estos agitadores “sociales” que nos dejaron ver que bien que les gusta el poder y sobre todo, el dinero.

Estos son los “líderes” que hoy se rasgan las vestiduras tratando de vender ideas falsas y argumentos estúpidos a muchos que les creen todo lo que dicen. Hay maestros que marchan pero también van cuidando sus propios intereses. El andar de protesta en protesta y no trabajar, pero si cobrar, es un buen negocio.

Pero, ¿Cuántos de los que marchan son verdaderamente maestros?, Esa es la pregunta. Usted cuando ve esas imágenes de quemas y destrozos de autobuses, de oficinas gubernamentales, chocando con la policía y la barbarie que crean dañando hasta personas inocentes en sus bienes a su paso como una horda, ¿son en verdad maestros?

Difícil de llegar a un acuerdo de esto. Pero los intereses creados de muchos años son demasiados y ocultos deben de estar detrás de las sombras quienes patrocinan estos movimientos.

La capital del país está desde hace muchos años siendo rehén de éstos y la ciudadanía no puede hacer nada. Están impunemente en manos de ellos. Saben que ni el gobierno podrá destrabar este conflicto. Los intereses pues son muchos.

Desde su nombramiento, Aurelio Nuño Mayer, como Secretario de Educación, La consigna fue una sola: Quitarle todo el poder y los dineros de la federación a estos corruptos pelafustanes.

Y vaya que les dolió, apenas le cortaron la ubre y les quitaron las instalaciones propiedad de la SEP, las reacciones fueron violentas y se multiplicaron. Pero aún les quedan algunos residuos económicos para sostener estos movimientos.

La recolecta de años fue escandalosa y todavía les alcanza para invertir lo que les queda para no renunciar a los privilegios que alguna vez tuvieron. Hoy estamos siendo testigos de la agonía de estos cabecillas. Esperamos que se les agote pronto el dinero mal habido.

La soberbia y la sandez
El movimiento.- Francisco Mendoza, un integrante de la CNTE, informó que ya realizaron asambleas informativas con los maestros de Chiapas (artículos de importación) en Villa Tamulté de las Sabanas y en el municipio de Cárdenas. Esto para cumplir a lo que vino, usar su labia para engañar y desquitar su salario.

Otro integrante de la CNTE, bastante crecido por cierto, manifestó, «Le decimos al gobernador que el magisterio está dispuesto a sentarnos a debatir, para ello es necesaria la mesa de diálogo estatal y nacional. Si no se abren (sic), entonces la huelga continuará los días que el gobierno quiera».

Y ya para rematar el arrogante López Pablo, otro “maestro” que leyó como un perico el único argumento que dicen todos los días y en todos lados, en el que fundamentan su protesta, «no permitimos la privatización de la educación, porque ahora serán los padres de familia quienes paguen los libros (¿?) Quienes corran con todos los gastos de los planteles (¿¿??), les cobrarán luz, agua y hasta predial» (¿¿¿???), abundó el agitador profesional. Que argumento tan pobre que raya en la estupidez, pero que muchos se lo creen por desgracia.

Mañana seguiremos con el tema, aunque se enojen estos vividores de la ignorancia.