Los procesos en puerta y la dejadez

«Eres paciente y no esperas, eres libre y no eliges, estás disponible y nada te moviliza». Georges Perec

Humberto Iduarte
humbertoiduarte49@gmail.com
El ejercicio de la política y de la democracia en México es única a nivel mundial, somos un país como ningún otro y suscribo esto por una sencilla razón, la población en su gran mayoría se queja y discute en cada momento del gobierno que tiene… y se merece, y no obstante, a la hora de decidir un cambio, se guarda en casa y bajo una silenciosa pero a la vez despreocupada complicidad, deja que otros decidan su futuro.

Mientras los analistas políticos tratan de discernir la razón del porque esta dejadez ciudadana, no llegan ni tantito a acercarse a la verdad.

En 12 estados de nuestro México se llevaran elecciones el próximo domingo 5 de junio y muchos de ellos, estados dirigidos por gobernantes envueltos en escándalos por corrupción y endeudamientos debidos a magnas operaciones financieras, en que incluso, el gobierno de Enrique Pena Nieto, debería de hacer exhaustivas investigaciones para saber a dónde fueron a parar gran parte de esas multimillonarias cantidades convertidas hoy en deudas no se quede en la impunidad .

Deudas que van a ser pagadas por futuras generaciones en su gran mayoría en esos estados en que estarán renovando gubernaturas y que debido a la corrupción, la impunidad y la opacidad y muchas cosas negativas más, permitirán que estos malos gobernantes les dejen caer esa pesada losa económica.

Lo que hoy presenciamos en Quintana Roo y Veracruz, es un claro ejemplo de lo que aquí se expone. Dos gobernadores jóvenes, Roberto Borge Angulo y Javier Duarte de Ochoa, que en su momento fueron sacados casi del kínder político, en sus mentes trían viejas mañas.

Con esa enfermiza ambición que da el poder, inteligentemente se aliaron con asesores expertos en esta lides, -de otros estados por supuesto para no dejar huella- y lograron que bajo el amparo de la impunidad, que hoy formen parte de una nueva generación de multimillonarios en este empobrecido país.

Las encuestan de hoy nos dicen que a pesar del brutal saqueo en estos dos estados, el PRI continuará en el poder porque las encuestas así lo indican, así que.. No tenemos remedio ni aprenderemos nunca!.

La lista negra del PRD
El llamado de presidente del PRD estatal, el Diputado federal, Candelario Pérez Alvarado, hacia su militancia, pero en especial hacía la clase política que hoy está en altas posiciones debido a los resultados electorales, lo hace con el fin de que contribuyan con su partido.

Fue un llamado inédito pero justificado, la vida de este partido, hoy gobierno, es muy diferente a lo que ya no habíamos acostumbrados en décadas anteriores, que el gobierno los sostuviera en casi su totalidad.

Hoy eso es historia y tanto sus miembros en los congresos federal y estatal, presidentes municipales, regidores, así como funcionarios, deben de apoyar a este partido político, de lo contrario, será igual a lo que ocurría en el PRI cuando por necesidad, los interesados a participar en una elección, corrían a su partido en busca de una constancia de pagos de cuotas porque así lo exigían sus estatutos y solo de esa forma, poniéndose al corriente, podrán hacerlo. Era pues ese pago por puro interés personal no de partido.

Claro, la arrogancia existe como en cualquier parte, un diputado que emana del partido amarillo llamado Charles Méndez, afirmó que él no le debe nada al Partido de la Revolución Democrática, porque la diputación fue una lucha que ganó solo. (?)…

María Estela de la Fuente Dagdug, ex priista y hoy diputada del PRD, en cambio afirmó con mayor ecuanimidad e inteligencia, que es necesario que se firme un acuerdo entre los diputados de su bancada para que se haga de manera directa el descuento de la nómina y de esa forma evitar retrasos en la aportación de los 7 mil 500 que deben hacer de forma mensual de su «dieta».

Otra que comentó el tema fue la diputada Norma Gamas, que no ha pagado porque dice que no tiene dinero.

En fin, ahí queda eso que a muchos no gustó por la «quemada» dada, pero que fue necesaria.