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Cuco Borgia. La historia de un soberbio edil oscurecido por una regidora Humberto Iduarte humbertoiduarte49@gmail.com En Macuspana ocurre algo que ha puesto en el escenario central a José Eduardo (Cuco) Rovirosa. El motivo es muy simple, está muy molesto por el crecimiento natural que tiene una regidora que sin estar en el ánimo del edil […]
30 de abril de 2016

Cuco Borgia. La historia de un soberbio edil oscurecido por una regidora

Humberto Iduarte
humbertoiduarte49@gmail.com
En Macuspana ocurre algo que ha puesto en el escenario central a José Eduardo (Cuco) Rovirosa. El motivo es muy simple, está muy molesto por el crecimiento natural que tiene una regidora que sin estar en el ánimo del edil ha dado muestra de liderazgo y empatía con la gente.

Su nombre: Guadalupe González Villalobos, Quinta regidora de ese cabildo. Para «Cuco» el crecimiento de ella ha sido para su ego una terriblepesadilla.

Lupe o Lupita, a como la conocen todos, desde que comenzó sus gestión al frente de las dos comisiones que preside, Atención Ciudadana y Participación Social, así como la de Asuntos Religiosos, ha hecho de estas un hábito, y su tarea de gestión Social ya es reconocida ampliamente por su gran entusiasmo.

El pasado martes dio a conocer a través de su cuenta en Facebook su convivencia que tuvo con las internas del “Cereso” de dicho municipio, esto debido a la invitación expresa que le hicieron las autoridades de dicho penal con el fin de darle aliento a las mujeres ahí recluidas. La respuesta de ellas fue sensible.

La regidora Lupita a como se conoce es una mujer de lucha y que forma parte de la cultura del esfuerzo, nada se le ha regalado, su liderazgo frente a la gente humilde la ha llevado a contar con la confianza y afecto de la gente, su empatía le ha generado también muchas simpatías.

Caso contrario con «Cuco», quien para atraer la atención de la gente, se ve obligado a iniciar sus discursos y eventos con cuentos e historias chuscas para tratar de caer bien, y no lo consigue.

Por lo pronto, se sabe que Cuco está tan encabritado que soltó para que se corriera la voz entre los suyos, que a la regidora Guadalupe González ya le prometió mandarle a instalar su bye pass que le permitirá hacer menos abultada su figura.

Como la insolencia y la bajeza de «Cuco» no se pone en tela de juicio, ya que es parte de su folklórica y «simpática» imagen, pues a nadie de ese municipio le extraña este tipo de ofensas. Así se le ha conocido siempre, vulgar y sangrón.

El reconocido escritor Robert Green nos indica que : “Todos tenemos inseguridades. Cuando uno se presenta ante el mundo y muestra sus talentos, naturalmente genera en los demás todo tipo de resentimientos, envidia y otras manifestaciones de inseguridad…

Quienes logran ocupar posiciones de poder en la vida son como las reinas y los reyes: quieren sentirse seguros y superar a quienes los rodean en inteligencia, simpatía, ingenio y poder”.

Y esto es precisamente lo que le pasó a Cuco, se siente sobajado y oscurecido por la regidora, Guadalupe y no sabe qué hacer, por eso recurre a la ofensa.

Como no ha hallado ningún pecado que pueda utilizar en su contra, y como tampoco la puede mandar a alcoholizar para después grabarla, como es sabido que le hace a algunos de sus funcionarios para luego tenerlo en un puño, no le queda otro remedio que recurrir al arte de la calumnia o de la bajeza.

Lo que resulta a todas luces evidente es que a la regidora le pasa lo que al joven Manfredi con César Borgia (cuando éste último conquistó la ciudad de Faenza, le concedió al príncipe Astrotte Manfredi vivir en la corte con él. Lamentablemente como el joven Manfredi, resultó ser más carismático y encantador que César Borgia esto lo pagó con su vida, pues al poco tiempo de convivir con él, fue encarcelado y luego hallado muerto en el río Tíber.

Cuco no puede evitar que existan comparaciones por ello su reacción.
Así que ya para terminar, el «Cuco» no perdona y nadie más que él puede sobresalir en su pueblo.

¡A que don Cuquito y sus pecadillos llamados locura y soberbia!.

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