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El flagelo de la inseguridad Humberto Iduarte humbertoiduarte49@gmail.com Debido a los últimos acontecimientos en que han perdido la vida muchos tabasqueños por la creciente inseguridad, la sociedad se encuentra cada día más impactada y adolorida ante tanta tragedia. No hay en nuestro estado alguna familia o amigo que no haya sufrido de este flagelo, o […]
26 de noviembre de 2016

El flagelo de la inseguridad

Humberto Iduarte
humbertoiduarte49@gmail.com
Debido a los últimos acontecimientos en que han perdido la vida muchos tabasqueños por la creciente inseguridad, la sociedad se encuentra cada día más impactada y adolorida ante tanta tragedia.

No hay en nuestro estado alguna familia o amigo que no haya sufrido de este flagelo, o que no haya tenido conocimiento de un suceso delictivo dentro de su círculo.
Esto que hemos vivido y observado, nos obliga a reconocer que el problema no es solamente de Tabasco, sino de todo el país. Por desgracia, el tema de la inseguridad en los últimos años los índices han aumentado a tal grado que hemos sobrepasado hasta las cifras de números rojos.

Las causas como el desempleo, la corrupción, y un estado de seguridad fallido, han cobrado la vida de miles y miles de personas cada año, situación que preocupa y altera el orden y paz en la sociedad mexicana.

Según varias encuestas realizadas, dan a conocer cuáles son las ocho actividades delictivas a las que más tememos los mexicanos: Homicidios, secuestros, lesiones, extorsión, robo con violencia, robo simple, robo de vehículos con violencia, robo de vehículos sin violencia, trata de blancas y corrupción son los delitos que más nos impactan.

Aquí no estamos exentos de ellos, pero gran parte se debe indiscutiblemente a la falta de vigilancia, a la falta de la autoridad preventiva, y ahí en ese punto, es por lo que los tabasqueños no se sienten seguros con una delincuencia que avanza con una absoluta impunidad .

Por más que se nos informe de modificaciones y proyectos que se ha realizado para evitar parte de estos delitos mencionados, esto no se observa, ni tampoco conocemos resultados tal como esperamos.

La vigilancia debe de ser con policías de a pie, misma que debería de ser permanente en las calles y esta no se ve.

Solo observamos, y muy de vez en cuando, patrullajes , pero lo más insólito del caso, es que por las noches, esta vigilancia raya en lo ridículo, ya que cuando circulan lo hacen con la torreta puesta, como para avisarles a los delincuentes que huyan porque se acercan. ¿ acaso tratan de evitar el enfrentamiento?, pues si no es así, eso pareciera.

La causa de la ausencia policiaca es solo una, una ciudad que merece vigilancia en las calles y avenidas, y no la tiene es porque ¡solo un tercio de la policía está solamente trabajando!.

Y esto es el meollo del asunto. Aquel acuerdo forzoso hecho ante el chantaje de los líderes que manejaban a los cuerpos policiacos, hace ya más de dos décadas, le exigieron al gobierno de que los turnos de trabajo fueran la de laborar solamente 24 horas, por 48 horas de descanso… y se aceptó!.

Nadie, con el mínimo sentido común, puede creer este absurdo acuerdo; ¿acaso existe un empleado, cualquiera que sea su función, que pueda trabajar 24 horas continuamente, y sin dormir?. Claro que no, ¿entonces por qué se aprobó?. Esto hasta hoy sigue llevándose a efecto. Por eso no vemos policías suficientes en las calles.

Fue una absurda medida porque un agente policiaco tiene una peligrosa responsabilidad en la cual tiene que estar al 100% de sus facultades para responder un ataque o una emergencia. ¿Que están despiertos las 24 horas?, por favor señores, no nos vean más la cara.

Solamente aquí existe esto, y se debe a los intereses de los que están detrás sabiendo de su poder gremial, abusando de todas las autoridades de gobierno que han pasado.

Hay que corregir esta situación de una vez por todas, pisando callos que hayan que pisar, y todo esto para no continuar presenciando como se mueve con impunidad la delincuencia.

No será tarea fácil, se comprende y se entiende, y más por los años en que este procedimiento se ha enquistado; pero habrá que emprender este reto en esta Secretaría y sacudirse de una vez por todas de los malos elementos y transformar un nuevo cuerpo policiaco. Los sueldos y suministros para los que logren permanecer e ingresar, será otra costosa tarea que realizar.

Para terminar este doloroso tema, hay que reconocer que los esfuerzos de la Fiscalía para evitar el crecimiento de los delitos de alto impacto, se van viendo, pero por ahí también habrá que reforzar para continuar elevando su rendimiento.

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