Juntos de nuevo
Los dos papas católicos se reunieron durante la develación de la escultura de San Miguel Arcangel a unos pasos de la Basílica de San Pedro, dentro del territorio del Estado pontificio El Vaticano Agencias Los dos Papas que conviven en El Vaticano, Benedicto XVI y Francisco, uno emérito y el otro reinante, se encontraron ayer […]
6 de julio de 2013

Los dos papas católicos se reunieron durante la develación de la escultura de San Miguel Arcangel a unos pasos de la Basílica de San Pedro, dentro del territorio del Estado pontificio

El Vaticano
Agencias
Los dos Papas que conviven en El Vaticano, Benedicto XVI y Francisco, uno emérito y el otro reinante, se encontraron ayer nuevamente en público en la inauguración de una estatua en El Vaticano.
Poco antes de las 09:00 horas local (08:00 GMT) tuvo lugar la ceremonia durante la cual fue develada la escultura de San Miguel Arcangel a unos pasos de la Basílica de San Pedro, dentro del territorio del Estado pontificio.
Cuando se encontraron ambos pontífices, los dos vestidos de blanco, se abrazaron afectuosamente y estuvieron cerca a lo largo de la ceremonia. En su discurso, pronunciado en italiano, Francisco se refirió a su predecesor.
«Se trata de una iniciativa ya proyectada desde hace tiempo, con la aprobación del Papa Benedicto XVI, al cual va siempre nuestro afecto y nuestro reconocimiento y al cual queremos expresar nuestra alegría por tenerlo hoy en medio de nosotros. ¡Gracias de corazón!», dijo.
A Joseph Ratzinger se le vio físicamente entero, no obstante su ancianidad. Agradeció con un gesto de la mano el saludo de Jorge Mario Bergoglio.
En su discurso Francisco dijo que la escultura del arcángel Miguel -que estará fija en los Jardines Vaticanos desde ayer- recuerda que el mal ha sido derrotado, el acusador desenmascarado, su cabeza aplastada.
«En el camino y en las pruebas de la vida no estamos solos, estamos acompañados y sostenidos por los ángeles de Dios que ofrecen, por así decir, sus alas para ayudarnos a superar tantos peligros», indicó.
El Papa pronunció un acto de consagración del Estado Vaticano a San José y a San Miguel, a quien imploró que defienda a la Iglesia «de toda maquinación que amenace su serenidad y a hacer a los hombres virtuosos contra las tentaciones del poder, de la riqueza y de la sensualidad».

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