Italia señala una desaceleración tras la segunda ola de COVID-19
Italia registró entre el jueves y el viernes 40 mil 902 nuevos contagios, el mayor dato de toda la crisis. La segunda ola de la pandemia de coronavirus (COVID-19) en Italia experimenta actualmente una “desaceleración” que todavía debe ser reforzada pero que demuestra que las medidas impuestas funcionan, defendieron hoy los expertos que asesoran al […]
14 de noviembre de 2020

Italia registró entre el jueves y el viernes 40 mil 902 nuevos contagios, el mayor dato de toda la crisis.
La segunda ola de la pandemia de coronavirus (COVID-19) en Italia experimenta actualmente una “desaceleración” que todavía debe ser reforzada pero que demuestra que las medidas impuestas funcionan, defendieron hoy los expertos que asesoran al Gobierno.
El presidente del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli, explicó en rueda de prensa que ayer por cuarto día consecutivo se observó una reducción en los ingresos en cuidados intensivos y además se vio una contracción del índice de transmisión del virus.
“Esto indica que la estrategia llevada a cabo funciona y se da una desaceleración que obviamente aún debe ser confirmada”, sostuvo.
Este frenazo en el avance de la pandemia sin embargo no significa que la curva esté reduciéndose, avisó por su parte el presidente del Instituto Superior de la Sanidad, Silvio Brusaferro.
“El número de contagios todavía es significativo y por lo tanto no debemos Bajar la guardia”, instó.
El director de Prevención del Ministerio de Sanidad, Gianni Rezza, habló de “una aparente tendencia de disminución” en el ratio de transmisión del COVID-19 pero subrayó que en cualquier caso hacen falta dos semanas para confirmarlo.
Italia registró entre el jueves y el viernes 40 mil 902 nuevos contagios, el mayor dato de toda la crisis, aunque ahora se hacen muchas más pruebas, y además 550 personas fallecieron en un día
Son cifras muy elevadas que dan muestra de la velocidad de avance del COVID-19, sobre todo si se tiene en cuenta que a finales del mes de septiembre se anotaban menos de dos mil casos diarios.
Para frenar al virus el Gobierno decretó -en principio- hasta el 3 de diciembre un toque de queda nacional entre las 22:00 y las 5:00 horas (21:00-4:00 GMT), restringió los horarios de la restauración y cerró cines, teatros, gimnasios o piscinas.
Pero sobre todo impusó un sistema con tres niveles de restricciones a nivel regional -rojo, naranja y amarillo- para imponer las más severas a los territorios más perjudicados y evitar un cierre total del país, lo que penalizaría a los menos infectados
Las regiones “rojas” viven prácticamente un confinamiento, menos severo eso sí que el de la pasada primavera.
En estos momentos son siete las regiones en este nivel: Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta, Toscana, Trentino-Alto Adige (norte), y las sureñas Campania y Calabria (este última por su precario sistema hospitalario).
El objetivo del Ejecutivo nacional es frenar la pandemia en todo el país en el mes de diciembre para salvar la Navidad.

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