Ángeles y demonios

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com
Desde que Andrés Manuel López Obrador inició con la salvación de los pecadores de todas las corrientes políticas, la guerra religiosa se ha desatado de cara al cercano y ansiado 2018.

El PRD, ex partido de “El Peje”, de quien ahora no quiere saber nada de nada, se ha dedicado a amenazar a todo aquel simpatizante que asista al mitin convocado por el líder y dueño de Morena que se realizará el próximo domino aquí en la ciudad.

Las recientes publicaciones de diversas encuestas que ponen a López Obrador de puntero rumbo a la sucesión presidencial, han desatado los demonios a nivel nacional, pero especialmente en la entidad, en donde algunos líderes perredistas, como el delegado de la dirigencia nacional, califica de pecadores todo aquel que se suba apoyar a AMLO.

La ruptura entre ambas izquierdas es orquestada por el mismo Obrador. El error común del dos veces candidato presidencial, “raja” contra todos. AMLO se vuelve a creer con ventaja, no debe olvidar que lleva casi 18 años arriba en las encuestas, pero no ha sabido dar el golpe final. Su presunción lo hace sentirse intocable, y ya vio en dos ocasiones que la ventaja en los sondeos no le han servido para nada.

En este proceso, Obrador simula un llamado de unidad. Perdona a los pecadores, les borra sus pecados, vean como ahora defiende a Peña Nieto. También está el caso de Evaristo Hernández, que de ser calificado hasta de rata, ahora es uno de los apóstoles de su evangelio, por eso mismo no debería descalificar antes de tiempo. Lo mismo pasa con los perredistas, que están cortando de tajo su apoyo con Obrador, lo descalifican en público y no vaya a ser la de aquellas y al final siempre sí vayan juntos.

Por ello podemos ver que el líder estatal del PRD, Candelario Pérez, quien ya prometió su voto a favor de AMLO, aunque sus terratenientes digan que eso no es válido. Lo mismo algunos diputados, senadores y varios cuadros perredistas que se abstienen a dar su comentario, previendo ya sea una alianza o una huida a puerto más seguro.

Hay que tomar nota de las declaraciones como las de Juan Manuel Fócil, criticando las aspiraciones de Evaristo, o las del mismo Adán López repudiando todo lo que huela a PRD, aquel partido que le dio cobijo luego de su salida del PRI, al rato, si se llegaran a dar los acuerdos, saldrán abrazaditos y dándose de besitos como si nada pasara, pero así es esto de la política.

“El Peje” viene el domingo. Amenazan con un mitin multitudinario en la Plaza de la Revolución, como siempre lo ha hecho, sin duda tiene muchos seguidores y acarreados también. El triunfo vuelve a estar cerca y lo sabe, por eso vemos un discurso más conciliador, ya no raja contra las instituciones como antes, una, pues de ellas recibe recursos su partido, y dos, porque entendió que la gente ya no quiere pleitos. La hora de la salvación, según el “rayito de esperanza”, podría estar próxima, siempre y cuando su ejército de arcángeles y sus pastores hagan su labor de salvar todas esas almas en penas, para que de la mano del todopoderoso, olviden sus pecados y vengan a salvar a este pobre pueblo lleno de pecadores.

Almas en pena
Y si hay algunos muertitos que andan en busca del perdón divino son los más polémicos y peores alcaldes que ha tenido el municipio de Centro, se trata, primero, de Jesús Alí. El pobre Chuchito Alí cree que la gente está idiota, o piensa que ya se le olvidó al pueblo lo mal que “gobernó”, cuando lo único relevante que hizo fue la construcción del cuestionado e inservible Musevi.

Jesús Alí se viene a dar golpes de pecho, reclamándole a Donald Trump. ¡Puf! Ha de estar mero preocupado el güerito por las protestas de este polémico y mal perdedor ex candidato gubernamental. Alí da pena ajena, soñar con una nueva nominación es de locos. Lo malo que no se detendrá con nada, al menos que “le lleguen al precio”, pero de que está “peinao”, ni duda cabe.

Otro loquillo que ya extraña el poder, es, para el gusto de muchos, el peor alcalde de Centro, Humberto de los Santos Bertruy, que como es su costumbre, al acercarse los tiempos electorales comienza la promoción masiva de su despacho legal. Creerá que se sacará la lotería por segunda vez. Que dé gracias a Dios y a Luis Felipe Graham de su extraño triunfo en 2012 y haya salido libre del todo el caos que dejó.

Y quien no es un alma en pena, pero sí que da un poquito de pena, es José Antonio de la Vega Asmitia, quien en una “celebración de Día del Amor y la Amistad” (campaña anticipada pues), no logró juntar ni a sus cercanos compañeros diputados, sólo un par de ellos le hicieron la segunda, pero parece que se está quedando solito rumbo al 2018…