Intervención
Hartos de Silva César Armando Javier Pérez cesarjavier143@hotmail.com Bomba de tiempo que se le viene al gobierno del estado que atinadamente dirige el gobernador Arturo Núñez, con la pobre y triste actuación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, toda vez que socios adheridos a la Unión de Taxis de Centro se encuentran hartos y […]
13 de febrero de 2017

Hartos de Silva

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com
Bomba de tiempo que se le viene al gobierno del estado que atinadamente dirige el gobernador Arturo Núñez, con la pobre y triste actuación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, toda vez que socios adheridos a la Unión de Taxis de Centro se encuentran hartos y un tanto molestos por la fría actuación de Agustín Silva.

Decenas de socios de la unión de taxis “amarillos” ya no ven lo duro, sino lo tupido. La proliferación de los taxis piratas, así como la llegada ilegal de Uber, aunado al incremento de las gasolinas, tienen en jaque a este sector, que cabe decir, sí es presionado por la SCT para estar al día.

Y es que entre los socios taxistas se comenta que a Agustín Silva no le interesa nada el transporte público. Ellos, al igual que varios sectores, acusan a Silva de enfocarse más a sus aspiraciones políticas. El PRD está en su cabecita, mientras el “recién renovado” transporte público está peor que en pueblo de sexto mundo.

Lo increíble es que desde hace tiempo prometió aniquilar a los “piratas” y no sólo no cumplió, al contrario, desde su llegada se puede observar que el número de taxis ilegales han aumentado, y prueba de ello fue una famosa foto que circuló en diversos diarios en donde dejan al descubierto que los “piratas”, en éste estado, SON INTOCABLES. Increíble la mencionada gráfica en donde se puede ver a dos unidades con el mismo número. Osea, “pirata del pirata”. Quienesademás de burlarse de las autoridades, ponen en peligro a la población al tener unidades en muy mal estado y modelos muy antiguos.

Algunos de los taxistas acusan a la SCT de ser la principal impulsora del transporte ilegal, argumentando que les parece curioso que la documentación presentada ante los jueces que dan amparos vaya incompleta, provocando que los “piratas” ganen más tiempo y puedan hacer lo que quieran con nuestras leyes. Otros más, aseguran que a los “piratas” no se les hace nada, pues “se ponen al día con el titular de la SCT”. Repito, son acusaciones de los taxistas.

Pero el problema va más allá, se puede observar también el estado del Transbus, ya sin alcancías, choferes cobrando a la mano, unidades despedazadas y mientras… el futuro es el PRD, por lo menos para Silva, para el pueblo está difícil.

Mención aparte merece el molesto y nefasto servicio de Pochimóvil. Un sistema promovido y protegido por el ahora mártir ex secretario de Transporte, Adrián Hernández Balboa, quien sin descaro alguno dice que durante su tiempo en la SCT todo funcionó bonito, sin corrupción y sin cuestionamientos. Nada más falso, pues él permitió y alentó el crecimiento desmedido de la plaga vial que es el Pochimóvil.

Pero el tema que ha dado más de qué hablar, es la llegada del Uber. Que es lo de moda, dicen algunos, qué gusto me da, diría yo, porque como lo ha dicho el propio gobernador, en el estado hay leyes y se tienen que respetar.

El Uber ha sido protegido por diversos sectores. Realmente, al ser unidades nuevas, el servicio, dicen, es bueno y en algunas ocasiones más barato que el taxi legal, pero simplemente está fuera de la ley.

Ante tanta inconformidad, los taxistas convocarán a una asamblea extraordinaria para ver qué acciones tomar ante la debilidad de la SCT, porque no es justo que ellos que sí están en regla, aunque no le auguramos mucho éxito, pues es una situación similar con los vendedores ambulantes, quienes después de violentar todas las leyes y evadir el pago de impuesto, ahora parece que los premiarán con locales formales en el nuevo mercado Pino Suárez.

Pero los taxistas también deben entender que tiene mucho que mejorar para poder estar a la altura de sus exigencias. Actualmente hay unidades totalmente destrozadas, están tan golpeadas que parecen totoposte.

Los taxistas están en su derecho, pero para exigir hay que cumplir. De nada sirve exigir aumentos a las tarifas si el servicio que dan es reprobable. Bien haría “El Ganso”, líder de los taxistas, supervisar a sus agremiados y vea que algunos ni aire acondicionado utilizan, reactivar también la vigilancia, aquella que en antaño era temible, recuerdo que antes los choferes y las unidades eran sancionados (encerrados) por la misma unión, ahora ni escribiéndole al Papa Francisco se puede esperar un milagro de ver a algún chafirete pagar por sus patanerías…

 

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