Intervención
Tranzas en el Juan Graham César Armando Javier Pérez cesarjavier143@hotmail.com El gobierno de Arturo Núñez ha tenido un reto muy grande, el cual no ha podido superar, pero no porque él no quiera o no le interese. El gobernador del estado trabaja día y noche para dejar atrás toda la problemática que le dejó de […]
13 de junio de 2017

Tranzas en el Juan Graham

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com
El gobierno de Arturo Núñez ha tenido un reto muy grande, el cual no ha podido superar, pero no porque él no quiera o no le interese. El gobernador del estado trabaja día y noche para dejar atrás toda la problemática que le dejó de herencia el gobierno de Andrés Granier en el sector de la salud, pero por más intentos y esfuerzos que haga, la ciudadanía no puede gozar de los beneficios y los avances que se han logrado en la materia.

Contantemente nos enteramos en la radio, en periódicos y en las ya indispensables redes sociales de los abusos, malos tratos y pésimos servicios que se brindan en los hospitales estatales y sinceramente no se ve una solución al corto plazo.

Hace alguna semana comentamos de la falta de atención y de sensibilidad de los burócratas adheridos al hospital del ISSET. Las quejas contra dicho nosocomio son enormes y añejas, pero lo que acontece en el Hospital de Alta Especialidad Juan Graham Casasús, no tiene nombre, por no decir que no tiene tantita madre.

El hospital Juan Graham ha sido tomado como un gran centro de negocios de los doctores y de los demás empleados. Es una enorme agencia de colocación, ese calificativo describiría a la perfección a lo que hasta hace poco se presumía como uno de los mejores nosocomios del sureste mexicano.

La denuncia que hace una paciente de ese hospital es para levantar las alarmas a nivel estatal y, ¿por qué no?, a nivel federal, porque además de estar lucrando con instalaciones y recursos públicos, los doctores de ese hospital ponen en riesgo la vida de los enfermos.

La paciente en mención denuncia que desde hace meses fue diagnosticada de tener piedras en el riñón. En aquella ocasión, allá por los meses de octubre o noviembre del año pasado, el doctor que la atendió le dijo que no se podía hacer nada, que el Juan Graham es un cascarón y no contaba con los equipos para atenderla y si quería recuperarse, le recomendaba mejor atenderse en una clínica particular.

Pasado el tiempo, y por la falta de recursos económicos, la paciente insistió en que se le atendiera en dicho hospital. A principios de año le dieron una nueva fecha para consulta hasta el mes de junio. Ni modo, a esperar, no queda de otra, pero llegando el mes de junio se encuentra con la sorpresa que la agendaron con el mismo urólogo, el doctor Morales Díaz, quien, al igual que hace más de seis meses, le dijo lo mismo: Aquí no hay equipos, váyase a un particular.

“Amablemente” el Dr. Morales Díaz (anexamos número de cédula porque no se le entiende), le recomendó a un tal Dr. Salas, con número telefónico 9932134631, para que la atendiera de manera privada, y lo recomendaba mucho ya que es un médico que “se toca el corazón” y solo le cobraría 35 mil pesos por “la limpieza” de cada riñón, 70 mil en total. “Los otros sí te sangran”, señalaba Morales Díaz a la paciente, quien relata que la vez pasada le dijo que por fuera le cobrarían 17 mil pesos. Quizás por el aumento del dólar y de los combustibles, el costo del tratamiento se incrementó en más del 100 por ciento.

Pero aquí no entra en cuestión la labor ni los honorarios del Dr. Salas. La ley de oferta y la demanda rige perfectamente, si te conviene tómalo, sino adiós bye. Lo mencionamos únicamente como referencia, para explicar bien la corrupción del Dr. Morales Díaz, quien todavía ofendido (dicen que ya se va), “traspasó” a la paciente con el Dr. Alcocer, quien será que la atienda a partir del mes de octubre, si llega con vida, claro está. Igualmente, se la mandó con Aurora Prieto, quien dice que es la del Seguro Popular en dicho hospital y para sorpresa dijo lo mismo, aquí no hay equipos y prácticamente, hágale como quiera.

Al analizar esta situación no entendemos entonces ¿para qué sigue abierto el departamento de urología si no hay equipos ni material?, o peor aún, ¿para qué sigue en funciones el Juan Graham?, si a diario se escuchan quejas de los pacientes por falta de equipos y de medicamentos y no sólo de urología, de todas las especialidades.

Es urgente que el Dr. Rommel Franz Cerna Leeder, recién nombrado secretario de Salud, tome cartas en el asunto. No es posible que los propios doctores hagan sus negocitos dentro de un inmueble público, del pueblo, en donde, además, atizan a la gente a que actúen contra el director del nosocomio y en contra del gobernador, porque la propia Aurora Prieto le sugirió a la paciente que acudiera a la radio, “Vaya a Panorama sin Reservas a expresar su queja”, decía gustosa. ¿Será entonces que están haciendo el juego sucio contra el Dr. Alfonso de Silva Gutiérrez, director del Juan Graham?, ¿contra usted Dr. Cerna?, ¿contra el gobernador?… ¿Hasta cuándo?, nos preguntamos todos…

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