Intervención
Ley mordaza César Armando Javier Pérez cesarjavier143@hotmail.com Increíble es enterarnos que, a estas alturas de la vida, se pretenda coartar la libertad de expresión, para evitar que se digan las cosas malas que realiza cada administración. Los gobernantes, y los políticos en general, están acostumbrados o pretenden que todo el mundo hable bien de ellos. […]
5 de abril de 2017

Ley mordaza

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com
Increíble es enterarnos que, a estas alturas de la vida, se pretenda coartar la libertad de expresión, para evitar que se digan las cosas malas que realiza cada administración.

Los gobernantes, y los políticos en general, están acostumbrados o pretenden que todo el mundo hable bien de ellos. Las cosas buenas no se cuentan, pero cuentan mucho, dice el famoso spot publicitario que impulsó la Presidencia de la República de cara al informe de gobierno de Enrique Peña Nieto a mediados del año pasado, pero lo que no entienden es que las cosas buenas no tienen por qué contarse para que la gente se los agradezca. Por ley, todo funcionario público, cuantimás los “elegidos” por el pueblo, tiene la obligación de cumplir, de hacer las cosas bien por el beneficio del pueblo.

Generalmente se cuentan “las cosas malas”, lo que afecta a la ciudadanía, y eso lo deben aprovechar los funcionarios para saber en qué están fallando. De nada sirve que se diga que todo está bonito, cuando en realidad al estado se lo está llevando la tristeza.

Los medios de comunicación cumplen con la tarea de mantener informada a la ciudadanía de las cosas buenas o malas que sucedan. La mayoría de ellos viven de la publicidad, sobretodo la oficial, pues en ellos se dan a conocer las obras realizadas, las convocatorias para programas sociales, así como las campañas de salud, campañas de apoyos económicos, alertas climáticas, sanitarias, etc. Y para ello hay partidas autorizadas. Los órganos oficiales de difusión se apoyan de los medios para que la información llegue a toda la población.

La idea del gobierno de crear su propio periódico para publicar únicamente notas a su favor, es un exceso. Las críticas se han desatado en todos los sectores, más aún, que no se dan a conocer los gastos reales para realizar estas acciones. Además, está siendo calificada como discriminatoria por diversos actores de la prensa local.

Aunado a la falta de transparencia en el uso de recursos públicos, la creación de otro periódico “oficial”, trae consigo la manipulación de la información. Será muy raro ver alguna crítica o alguna demanda ciudadana en sus páginas, y con ello la ciudadanía no tendrá ningún interés de hojear siquiera un periódico a modo.

El éxito de los periódicos, tanto en papel como los digitales, es que se pueden tener diversas opiniones. El equilibrio en la información es lo que hace atractivo a un medio. Interesante es poder leer en un solo ejemplar, opiniones encontrada entre los periodistas. Unos apoyando al PRI, otros al PRD, al PAN o a Morena, y otros manejando los temas de manera neutral, por poner algún ejemplo.

La ventaja del periódico sobre los otros medios masivos de comunicación, es que la información no se pierde, es más fácil de encontrar, a diferencia de la radio o la televisión, pues si no lo viste u oíste en ese momento, no te enteraste. El periódico por eso ha sobrevivido por siglos, las páginas de los periódicos siempre conservarán la historia del país y del estado y es mucho más fácil de consultar en un futuro en alguna hemeroteca, ahora con más facilidad en internet, que solo texteando las palabras claves, puedes encontrar la nota en segundos. En radio y televisión es quizás un poco más complicado, mas no imposible.

Pero regresando al tema, además de no existir claridad sobre los costos de impresión, se tiene que tomar en cuenta los costos de distribución, el salario del personal que lo elabora y el súper salario del que seguramente cobrarán sus directivos.

“El periódico que elabora, produce, diseña y distribuye Comunicación Social del gobierno estatal, representa un claro contrasentido a la función que deben desempeñar, porque la labor del gobierno es gobernar, no la producción de medios de comunicación alternos. Más allá del costo, sobre si es significativo o no, me preocupa más que el enorme esfuerzo que se hace para la elaboración de este semanario sea completamente en vano, porque me ha tocado ver algunos de estos ejemplares sólo en las oficinas de gobierno y nadie lo lee”, señalaba el periodista y analista político Francisco Ortiz Bello sobre la creación de el periódico “Cambio 16”.

Parece que el gobierno del estado tiene algo qué esconder. Le da miedo que la gente se entere de que realmente no se está haciendo nada. Pretenden engañar a la población como en el pasado donde no había libertad de expresión. Se les olvida que existen las redes sociales, donde la gente es libre de expresar lo que quiera y eso el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, no lo podrá detener con nada en el mundo, no podrá imponer su ley mordaza en aquella fronteriza entidad…

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