Pandemia mundial; negligencia nacional

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com
Escuchaba algunos programas españoles en donde se criticaba al gobierno de actuar de forma lenta ante la inminente expansión del coronavirus en Europa, saliendo desde Italia precisamente, y ante la cercanía entre ambas naciones, así como vaivén de miles de personas que se realiza diariamente en esos territorios, no se veían las medidas pertinentes a pesar de la amenaza.

En varios noticieros afirmaban que el gobierno español estaba, por lo menos, con 15 días de atraso para fortalecer las medidas sanitarias en ese país, cosa que resultó cierta, pues del viernes pasado hasta el día de ayer, fueron más de tres mil nuevos positivos registrados en la madre patria, que bien se pudieron evitar si se hubieran aplicado medidas a la par de Italia, quien prácticamente puso a todo el país en cuarentena.

El miércoles, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a quien muchos califican de loco, mentiroso y no sé que otras cosas más, tomó la decisión de cancelar los aterrizajes de todos los vuelos procedentes de Europa, con el fin de mantener a salvo a su nación a pesar que ya hay puntos preocupantes como en el estado de Nueva York.

Mucho se podrá decir que eso aumentará la crisis económica mundial, pues con la decisión de Trump, serán miles de millones de dólares que dejarán de circular entre muchos países, pero la prioridad es la salud de los ciudadanos.

A estos tres países de primer mundo: Italia, Estados Unidos y España, se le suman otros poderosos como Francia e Inglaterra, que contando a China, Japón y demás asiáticos, ven la realidad, y no andan especulando con cifras falsas salidas sabrá Dios de dónde.

El tema es real. La pandemia ya está declarada. A nivel mundial, hasta el medio día de ayer, eran 140 mil personas infectadas en 120 países, con un saldo de cuatro mil 700 muertos. Entonces ¿de dónde sacan que no hay peligro?

No entiendo los datos del gobierno federal que insiste en culpar al conservadurismo de esta situación. Que son ellos que le están pidiendo a Dios que la gente se muera para echarles la culpa. Ese discurso va contra la realidad que se vive a nivel mundial.

Mientras en México decimos que todo está tranquilo, que Hacienda apenas va a sacar números para preparar los medicamentos necesarios y tomar las medidas preventivas, países primermundistas ya están actuando. Solo España, por citar un ejemplo, concedió una moratoria de seis meses en el pago de impuestos a pymes y autónomos para amortiguar el impacto económico por el brote de coronavirus.

El presidente español, Pedro Sánchez, anunció un primer paquete del plan de choque para enfrentar la crisis sanitaria que ronda los tres mil 800 millones de Euros. ¿Y aquí? Bien, gracias.

En México, el secretario de Salud se esconde, y es un funcionario de segundo nivel quien trata de disfrazar la problemática que tiene preocupado a todo el mundo, menos a nosotros. Con decirle que hasta Guatemala cerró sus fronteras y en México nos ofrecemos a recibir los vuelos que EEUU canceló por seguridad sanitaria.

El subsecretario de Salud, Hugo Lopez-Gatell Ramírez, reiteró que México no cerrará sus fronteras por el coronavirus, pese a que es ya una pandemia mundial, mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador, como todo lo que pasa en el mundo real, lo menosprecia y dice, en sus acostumbradas mañaneras, que no pasa nada: “Lo del coronavirus y eso que no se puede uno abrazar, HAY QUE ABRAZARCE, NO PASA NADA, ósea… y… así… (abrazo)”

Sabias palabras que nos ponen a pensar qué sucedería con nosotros ante un sistema de salud blandengue, con un Seguro Popular cancelado unilateralmente, un Insabi que no termina de arrancar, y unos hospitales, como el de Pemex, que te mata envenenado con medicamentos patitos.

Ojalá, por el bien de los tabasqueños, se confirme la teoría que el virus no aguanta arriba de los 26 grados centígrados, sino ya valimos, si ni con el dengue podemos…