Los pendientes de la UJAT

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com
El pasado mes de enero Guillermo Narváez Osorio asumió como rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, dejando marcado desde esa fecha el tipo de trabajo que se realizará en nuestra alma mater, para sacarla de la enorme crisis económica, educativa e institucional en la que fue dejada por José Manuel Piña Gutiérrez.

La última vez que Guillermo Narváez fungió como empleado de primer nivel dentro del gobierno del estado, no contaba con las herramientas de comunicación con las que contamos en la actualidad. Las redes sociales en aquél entonces no existían, pero ahora, desde su paso por la Secretaría de Educación, dejó en claro que utiliza bien estos medios modernos y muy de moda entre la clase política, para darle solución a los problemas.

A través de las redes sociales, Narváez Osorio escuchó las demandas de los ciudadanos contra la Setab, incluso quejas de los mismos trabajadores que se veían afectados por alguna situación.

El ahora rector trasladó esa dinámica, a la UJAT, en donde no solo escucha a la ciudadanía, sino que está pendiente de la misma comunidad universitaria quienes a diario expresa sus molestias, necesidades y algunas felicitaciones para el trabajo que se ha realizado en estos casi dos meses.

Todo esto toma más importancia cuando fue el mismo rector quien diera a conocer los pormenores de la agresión que sufriera una estudiante de medicina en el fraccionamiento Palmitas. Narváez Osorio se mostró siempre atento, preocupado y pendiente de la situación de la alumna a quien jamás ha dejado sola, pues, incluso, la visitó en el hospital para brindarle la ayuda necesaria para sobrellevar este momento difícil para la joven.

La preocupación del rector por la integridad de alumnos y profesores, queda claro al ver cómo se está mejorando la infraestructura universitaria, reparando el alumbrado dentro y fuera de los campus, reforzando las medidas de seguridad y atendiendo personalmente los problemas de los estudiantes.

La visita que le realizara a la joven estudiante en el hospital, muestra su lado humano, todo lo contrario a la directora de la División Académica de Ciencias de la Salud, quien se olvidó de la joven agredida para irse a participar a un evento de su partido, Morena. Lo que nos deja en claro que la susodicha, Mirian Carolina Martínez buscaba la rectoría por cuestiones puramente políticas. Entonces la elección de Guillermo Narváez fue un gran atino para la comunidad universitaria.

Narváez Osorio lleva poco tiempo en la UJAT, como rector, claro está, pero sabe muy bien las necesidades de nuestra alma mater, por ello no dudamos que pronto implemente más acciones para salvaguardar la integridad de los alumnos.

En Twitter, el usuario @MarcosPrzMza le comentaba lo siguiente al rector: “Ante la ola de violencia que estamos viviendo, sobre todo la juventud, urge la implementación de programas y medidas alternas de prevención del delito, sería prudente y además útil que en las actividades extracurriculares se impartan cursos de defensa personal”, a lo que le contestó que ya hay artes marciales dentro de las actividades que se realizan dentro de la universidad, pero es un punto muy importante a reformar, como materia o como carrera, porque las agresiones dentro de las instalaciones universitarias no son nuevas, lo que pasa que en el pasado se ocultaban, el mismo Piña las desaparecía para no afectar su cuestionada imagen.

Nos comentan algunas fuentes, que el rector está preparando algo muy importante sobre el tema, para capacitar a los alumnos en defensa personal que además de servirle para guarda su seguridad, es una excelente actividad física que evitará que los jóvenes caigan en conocidos vicios y se dediquen un poco más al deporte. Ojalá el rector aterrice este proyecto, porque con la persona que está hablando es muy reconocida a nivel internacional en cuestión de artes marciales y defensa personal. Esperemos volver con este punto para darlo a conocer como se merece…

Es de sabios…
Es de sabios cambiar de opinión. Las disculpas ofrecidas por el gobernador Adán Augusto López Hernández al reconocer que se precipitó en calificar como violencia familiar el atentado contra la estudiante de la UJAT, son alentadoras, pues nunca en la vida un gobernador ha reconocido un error en público. Estas acciones nos dan esperanzas, porque deja ver a un mandatario humano, abierto a las expresiones de sus gobernados, y no como el clásico terco que cree tener siempre la razón. Bien por el gobernador.