Intervención
Más obras de Adán y de Evaristo César Armando Javier Pérez cesarjavier143@hotmail.com Un gran aliciente resulta el anuncio del gobernador Adán Augusto López Hernández, sobre la construcción de un nuevo distribuidor vial en el conflictuado entronque entre las avenidas Universidad, Pagés Llergo y Ruiz Cortines. Y decimos que es un gran aliciente por dos cosas, […]
25 de octubre de 2019

Más obras de Adán y de Evaristo

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com

Un gran aliciente resulta el anuncio del gobernador Adán Augusto López Hernández, sobre la construcción de un nuevo distribuidor vial en el conflictuado entronque entre las avenidas Universidad, Pagés Llergo y Ruiz Cortines.

Y decimos que es un gran aliciente por dos cosas, en primer lugar, porque sigue garantizándose la inversión en el estado. Las obras poco a poco van llegando.

En segundo lugar, por el enorme caos vial que se genera por todos lados, en una parte por lo reducida de las calles, pero lo principal es la mala educación vial y cívica que tenemos los tabasqueños.

Villahermosa fue trazada por un borracho, decía mi entrañable abuelita, y cuánta razón tenía. Pero eran otros tiempos y lo podemos entender, lo que no se puede permitir es que a estas alturas de la vida se siga haciendo lo que quieran con las calles de Villahermosa.

Las calenturas de quienes en su momento tienen el poder en tránsito y vialidad, han sido partícipes del enorme caos que se genera en la ciudad y ya no solo en horas picos. Recordemos, que en los tiempos de Manuel Andrade se colocó un semáforo en la avenida Mario Brown y Avenida México, para darle preferencia a un kínder fifí de la época, y así se quedó. Ahora doblar del velódromo de la Deportiva a Mario Brown es un martirio, y peor aún luego de que se instalaran las oficinas de Relaciones Exteriores en la cercanía. Ya sabrán, vehículos estacionados en doble fila, ambulantes invadiendo las calles, etc.

El gobierno de Granier también tuvo lo suyo cambiando el sentido de las calles cerca de su casa, para no dar más vueltas.

Con Núñez, nos fue un poco peor, porque, además, se les ocurrió poner semáforos “inteligentes” en cada boca calle, que sí ayudaron, pero para facturar el saqueo. Las muestras ahí siguen, hasta la fecha los semáforos no sirven.

Y ese problema venimos arrastrando con la nueva dirección de la Policía Estatal de Caminos: semáforos fallando a cada nada y el eterno cambio del sentido de las calles a conveniencia de los caprichos del titular (o titulara, dijera Fox), es el pan nuestro de cada día.

Cambiar el sentido de las calles atrás del administrativo de gobierno, no solo se nos hace una vacilada, sino una ofensa a los automovilistas. Poner calles de pequeñas de doble sentido, a sabiendas que los propios trabajadores de gobierno hacen doble o triple fila, es una burla, y más cuando sabemos que los operativos de la PEC funcionan en todos lados menos en Tabasco 2000.

El anuncio de otro distribuidor vial, sumado al de Guayabal, nos hace pensar que nos volveremos una metrópoli de primer mundo, porque actualmente estamos como en los tiempos de Roberto Madrazo, con solo dos puentes como “ruta de escape”. ¿A quién se le ocurrió cerrar cuatro puentes de golpe?

El enorme trabajo del gobernador está siendo empañado por la gris labor de algunos de sus colaboradores…

Agua de calidad
Quien sigue entregando buenos resultados es el alcalde de Centro, Evaristo Hernández Cruz, quien ayer supervisó los avances de la primera planta purificadora que se construye en la ranchería Ismate y Chilapilla, segunda sección, primera de las varias que tiene programada durante su gobierno.

El alcalde sabe muy bien las necesidades de la gente, su esfuerzo y dedicación siguen dando resultados y qué mejor esta magna obra que además de cuidar de la salud de los ciudadanos, cuidará de sus bolsillos, al ahorrarse el gasto en comprar agua embotellada.

Las críticas contra Evaristo continúan, pero con estas acciones poco a poco sigue callando a quienes no paran en frenar el enorme avance que registra Centro.

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