Rescate a la Feria

César Armando Javier Pérez
cesarjavier143@hotmail.com
Como fiel amante de nuestra máxima feria, me siento con el derecho a opinar sobre los cambios que se avecinan, cambios que, en mi opinión, serán benéficos para todos, tanto para el gobierno como para la sociedad.

La Feria Tabasco se había convertido en un carnaval ridículo de sujetos disfrazados de mujer, que nada de malo tiene, pero como se ha dicho en muchos espacios, al sentirse con derecho o para hacerse los graciosos, faltaban el respeto a las familias tabasqueñas, y no por sus vestimentas o bailes, es que pasaditos de copas comenzaban a agredir a los espectadores de un espectáculo tradicional.

Nos podrán calificar de mochos, pero somos realistas, tanto un servidor como varios analistas que opinan lo mismo, coincidimos que estamos en una sociedad que poco a poco ha perdido los valores, y estos toqueteos, que no a todos les gustan, no colaboraban en nada a mantener el ambiente familiar de nuestra máxima fiesta.

Por otro lado, el exceso de alcohol en los eventos, sobretodo de preferia, era un polvorín. Los tabasqueños somos muy calientitos y más con unas cervezas encima. Algún rozón, o una mala cara, y se armaba el zafarrancho. Cuántos videos circularon en las redes en las últimas ediciones de brutales golpizas.

Las decisiones tomadas por el Comité de Feria nos parecen excelente. Mantener los eventos tradicionales como el desfile de carros y el de modas es positivo, pues son los más buscados por la gente. Y con la presentación a medios de comunicación, el gobierno reitera su apertura y respeto a estos, como pieza clave para el desarrollo de la entidad.

Acertado parece también la reducción de tiempos de los eventos. En el desfile de carros ya no se permitirán porras kilométricas, en donde juntaba más gente el municipio que mejor pagara o que repartiera más “traguito”. La espera era tan grande que en Tamulté, a la altura de Mario Brown y Libertad, territorio de los famosos “Mal tiempo”, se podía ver el desfile casi a media noche.

La Feria volverá a ser un evento productivo, se cuidará que los expositores no tengan sobre competencia, por lo que evitará que haya varios locales del mismo giro, para que valga la pena la inversión. La limitación de bebidas alcohólicas también será regulada, y mire usted que a mí me encanta la feria y la cervecita, pero no todos entienden de límites y menos en un evento netamente familiar.

Y volverá a ser productivo, que ya sacaron a los coyotes, léase la Unión Ganadera Regional, aquella a quien Arturo Núñez les regaló 30 millones de pesos de nuestro dinero, ahora los verdaderos productores ganaderos serán quienes participen sin intermediarios, pues son los que se terminan llevando las ganancias sin hacer nada.

Lo más importante de todo es el plan de ahorro que se pondrá en marcha, al utilizar los espacios del Parque Tabasco (y punto), para la imposición de bandas, el gobierno no usará recursos para la renta del escenario y gradas móviles. Esos chanchullos (supuestos, claro está) eran de la ex gobernadora y, dicen, de una de sus hijas, pero esa es otra historia.

Estamos en tiempo de austeridad, en varias ocasiones lo ha dicho el gobernador Adán Augusto López Hernández, prefiere invertir los recursos en obras benéficas, como en salud, educación y seguridad, que en pan y circo, pero entiende también que el pueblo, su pueblo, necesita distracciones, y se tendrán, pero sin excesos y de calidad, estamos seguros de ello…