César Graciano Calvario
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Que el Procurador Fernando Valenzuela insista en “aclarar” los detalles alrededor de la decisión judicial federal que liberó a Rosa Mélida, no viene más que a confirmar lo que mucha gente ya empieza a olfatear: Que el gobierno de Peña Nieto camina a paso firme hacia la decisión de proteger, primero, para ir liberando, después, a quienes han sido presentados a juicio por el gobierno de la alternancia de Tabasco, al considerarlos responsables del saqueo sistemático que sufrieron las arcas públicas en la pasada administración.
El procurador detalla los considerandos del juez federal, cotejándolos contra los preceptos de ley, para concluir que la argumentación propia es la pertinente y legítima. Pero reconoce que es aquel quien tiene la última palabra. La cual debe entonces reconocer y aceptar, aunque NO LA COMPARTA. Como si esto último fuera un aliciente efectivo para la sociedad local agraviada. Porque el mensaje del gobierno de Peña Nieto con la liberación de Rosa Mélida “por falta de pruebas” es ese precisamente. No se reconoce ningún agravio, ni necesidad alguna de apoyar al gobierno estatal en su iniciativa de reivindicación social.
En un intento de apaciguar la inquietud de la opinión pública ante un hecho tan alarmante como evidente, el Procurador Valenzuela y la Contralora del estado Lucina Tamayo, se apuran entonces a informar que no dejaran morir completamente el expediente de la comadre hasta ayer incomoda, y juran y perjuran que la perseguirán hasta el confín del mundo, aunque sea por la vía… ¡administrativa! Lo cual quiere decir en castizo, que empezaran a llamarla como quien toca la campana de la iglesia. Y ya sabe Usted que acude quien quiere oír la misa. Y por si quedara alguna duda del destino que espera a la ahora “requerida”, ahí están los ejércitos de servidores públicos a quienes ha sido reprobada la cuenta pública por el Congreso local.
Oímos muchas cosas, pero ninguna sobre la sensatez para el manejo del caso que desde un principio fue mal encaminado. Si se quiso meter un calambre a los “compadres”, los verdaderos titiriteros, no se escogió la presa apropiada. Esta comadre manosio millones, cierto, pero que ni pintan respecto a las cifras totales del desfalco descomunal ya registrado y documentado. Además “maiceó” así, a no pocos perredistas, y llevó beneficio social a quienes, menesterosos efectivos, aceptaban besar la mano de los todopoderosos, a cambio.
Y por si todo lo anterior fuera poco, no se tuvo el mínimo cuidado de observar con escrúpulo las máximas que aconsejan: “El que esté libre de pecado puede tirar piedra”, o, “no escupas para arriba”, o, “para tener lengua larga, hay que tener cola corta”. Se porfió abusivamente en la ingenuidad de pensar que la opinión pública aprobaría similares prácticas a las de la comadre en el nuevo gobierno, simplemente con decirle que los regalos de licencias, ahora si eran derechos, y sin mano negra o burrito castigado.
Se ve muy difícil. Pero si se trabaja ardua, rápidamente, y con seriedad en ello, quizá todavía se pueda rescatar algo de la credibilidad en riesgo.
….a pie de carretera
Adán Augusto López Hernández
Este fin de semana se decidirá en el Senado el destino final de la legislación secundaria para la reforma energética. Cuauhtémoc Cárdenas ha mostrado nítidamente el panorama para los legisladores de la oposición. “Ya no hay nada que hacer” Queriendo decir que, en efecto, los del PRI-PAN harán de las suyas. La defensa que Adán Augusto ha venido dando desde la tribuna del Senado, para desenmascarar los negros objetivos que en realidad buscan los interesados en los negocios energéticos a la vista, será llevada hasta los últimos minutos del debate. Nos ha dicho. Por Tabasco, solo él y Fernando Mayans darán esa última batalla. Inútil, pero digna.
Mis disculpas por lo accidentado de la semana. Procuraremos retomar el ritmo. Le buscaré aquí el próximo martes SDQ. Adiuuuuuuuuuuu
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