Son familias pobres y desde hace muchos años a la fecha se la pasan abandonados y sin recursos, luchando a brazo partido para al menos subsistir

Jonuta
Carlos Palmeros
Corresponsal
Indígenas de la zona de Monte Grande no saben lo que es la Navidad, porque son familias pobres y desde hace muchos años a la fecha se la pasan abandonados y sin recursos, luchando a brazo partido para al menos subsistir.
Son más de dos mil pobladores de la etnia chontal que habitan en cinco comunidades Güiro Arrancado, Pueblo Nuevo, Venustiano Carranza, El Pastal y Nuevo Mundo la más recóndita de este municipio, a unos 28 kilómetros de la cabecera municipal asentados en la línea divisoria de Jonuta y Macuspana, recibieron la Navidad abandonados y sin recursos para enfrentar las inclemencias de la vida
Lo anterior lo manifestó el líder natural del poblado Monte Grande Ausencio Feliciano Chable, dijo que todos ellos naturales que hablan la lengua chontal, las familias humiles habitan en chozas de madera con techo de guano, con la esperanza de ser rescatados por quienes les corresponde atender sus demandas que van desde la luz, agua potable y vivienda.
Para llegar, el visitante debe caminar una hora por una vereda sinuosa que se pierde entre la vegetación, hasta que se vislumbra a simple vista las casitas, en donde asoman las caras de los pequeños, muchos con temor ante la presencia de los extraños, pero luego al preguntarles sobre la Navidad, sólo sonríen y dicen a medias que no saben nada.
Por su parte Carlos Reyes de oficio soldador señalo que desde hace muchos años, se asentaron en los límites con Macuspana, muchas familias son d escasos recursos económicos que no conocen lo que es celebrar la navidad además de que están olvidados y debido a su precaria situación no saben lo que es cenar un suculento pavo en estas fechas.
El indígena reconoce que nada les hace más falta que la vivienda, aunque también el agua potable, pues en la actualidad se surten de agua de los manantiales que nacen en los cerros cercanos, sin embargo, también tienen problemas de salud, dada su situación geográfica.
Así, entre las penurias que diariamente padecen, con sentimiento añoran una Navidad feliz, que nunca les ha llegado, pues se encuentran en el olvido, así como lejos de un desarrollo social sostenido.