“Si no pueden, renuncien”
Alejandro Martí

Enrique Muñoz González
cayuco7@hotmail.com
Desde la llegada de Ezequiel Toledo Ocampo a la Secretaria de Salud, fueron muy pocos quienes vieron con agrado su nombramiento debido a la falta de carácter para organizar el desorden en que se encontró esa dependencia; con el paso de los días, se ha podido verificar que no está resultando lo esperado, por los constantes tropiezos, en resumidas cuentas no puede con el cargo.

Podrá ser una persona honesta, su curriculum vitae exhibe su capacidad profesional, sin embargo, ambos aspectos no son suficientes para su desempeño como servidor público, a menos de cuatro meses en el cargo todo le sale mal. Tal vez debería mejor dedicarse a hacer el recuento de sus logros y méritos como médico, para no manchar su imagen en su deficiente paso por la administración pública.

Ha tenido problemas de todo tipo, el 9 de enero, la enfermera Maribel Cruz López le hizo un plantón porque quería ser la Directora de Enfermeras de la Secretaria, teniendo que negociar con darle esa titularidad en el Hospital “Rovirosa”; ahí exhibió la debilidad de su gestión, al sucumbir ante la presión, y ha sido una constante en otras áreas, como lo ocurrido en varias ocasiones en el Hospital “Juan Graham”.

Las protestas en el “Juan Graham” han sido porque el personal está en contra de algunos directivos, teniendo que ser removidos, pues el Secretario Ezequiel Toledo prefiere ceder a esas presiones, en vez de ejercer con firmeza su cargo para posicionar de nuevo la atención de la salud en todos sus niveles a la población.

Un conflicto más fue cuando Ezequiel Toledo nombró al ex subsecretario Carlos de la Cruz Alcudia director del Centro de Salud de “Tierra Colorada”, de hecho regresaba a su antiguo puesto antes de andar en la política, hubo presión desde dentro de la dependencia, la gente protestó, teniendo que ceder y revocar el nombramiento, así fue como el ex diputado local tuvo que hacer pública su declinación para calmar las protestas.

El diagnóstico más severo que existe en la Secretaria de Salud es lo ocurrido con el director administrativo, Miguel Rivera Piza, quien fue nombrado pese a existir una inhabilitación para ser funcionario en la administración pública; ya fue separado del cargo, no obstante, hay un cúmulo de irregularidades como la adquisición de medicamentos y vacunas a empresas proveedoras de la administración pasada, sin haber licitación.

Si todas estas irregularidades no son suficientes, Ezequiel Toledo enfrenta otro problema mayor, los subsecretarios Esmelin Trinidad Vázquez y Sonia Castro Noriega no lo ayudan, lo dejan solo en los conflictos para evidenciar que no tiene capacidad para el cargo, pues ambos tienen interés por asumir la Secretaria. Saben que en cualquier momento podría dimitir, y los dos se apuntan para el relevo.

Una pifia más cometida por el Secretario de Salud, fue cuando declaró el lunes que posiblemente sería hasta el mes de mayo cuando pueda implementar en su dependencia el programa de austeridad, las excusas para no hacerlo desde que entró en vigor el decreto, son muchos los problemas por resolver, y va dándole solución en forma paulatina. Se supone las acciones de austeridad tienen que aplicarse de inmediato.

Sin demerito a su trayectoria, Ezequiel Toledo Ocampo, está dejando mucho que desear como funcionario. No hay ninguna acción que hable bien de su trabajo en tres meses y medio como Secretario de Salud, sólo se dice hubo un nombramiento fallido, nadie descarta en cualquier momento tome la decisión de retirarse a descansar, porque simplemente no ha cumplido con las expectativas esperadas.

La incapacidad es evidente, debe darse un nuevo impulso a esta dependencia, porque el prestigio acumulado con el paso de los años en diversos programas se vendrá abajo; Tabasco ocupa los primeros lugares en cobertura de vacunación, atención a cáncer cérvico uterino, salud bucal, del Seguro Popular, entre otros; pero ante tantos tropiezos, esos indicadores podrían decaer por falta de visión de su titular.

La Piragua
La diputada local Verónica Pérez Rojas prendió los focos ámbar en la fracción parlamentaria del PRD al evidenciar que no existe unidad, ni unanimidad al interior del grupo, acusando Rafael Abner Balboa y Francisco Javier Cabrera Sandoval carecen de oficio y sensibilidad política para tratar los asuntos como el caso Rullán, en los cuales han quedado exhibidos.

Aunque el primer síntoma de que no hay unidad se pudo constatar el martes cuando estuvo ausente, Rosalinda López Hernández, en la rueda de prensa donde ratificaba el grupo parlamentario del PRD a Rafael Abner Balboa Sánchez como su coordinador. La acusación de Pérez Rojas es grave, porque señala a Cabrera Sandoval de faltarle al respeto en su condición de mujer.

Verónica Pérez Rojas tiene el respaldo de sus compañeros perredistas Alipio Ovando Magaña, Uriel Rivera Ramón, Olegario Montalvo y Mario Córdova, coindicen en los malos tratos que les da Cabrera Sandoval, porque pretende solucionar todos los asuntos con gritos y palabras altisonantes. Este conflicto puede crecer, son muchos los diputados quienes lo señalan de manipular a Balboa Sánchez.