Ángel Gil de Dios, líder de los expendedores de aves destazadas, aseguró que el alza escalonada inició desde diciembre, sin que las autoridades de comercio ponga un alto a los proveedores

Luis Ruiz Sandoval Frade
Rumbo Nuevo
En los últimos  días desde mediados del mes de mayo hasta la presente fecha, los precios del pollo en los diversos centros de abasto, se han disparado hasta un 60 por ciento, debido a los ajustes de los combustibles, fletes y los gastos de producción, aunado además a que los que comercializan este producto, lo elevaron sin tener algo para llevarlo a cabo, señaló el dirigente de la Unión de Expendedores de Aves Destazadas del mercado José María Pino Suárez, Ángel Gil de Dios.
Aseguró que el alza escalonada inició desde el mes de diciembre del año pasado, sin que las autoridades de comercio ponga un alto a los proveedores que abasten al mercado quienes han contribuido para que este alimento sea cada día más caro.
En este momento se vende a razón de 55 y 75 pesos el kilo de pollo a los consumidores, lo que vienen saliendo entre 160 a 180 un pollo entero, y esto ha propiciado que la demanda se haya desplomado hasta un 60 por ciento, comentó.
Realmente, apuntó, no se puede detener las alzas porque el mercado depende del abasto de otros estados del país, y son los introductores lo que controlan los precios quienes mantienen una anarquía de costos.
“El problema se centra en que si los que nos venden el producto no los entregan demasiado caro, es lógico que nosotros como expendedores tengamos que ganarle algo, pero la molestia es de los consumidores, quienes ya no optan por comprar”.
Indicó que no tienen temor a una sanción de las instancias respectivas, pues cuentan con sus notas de venta.
“La especulación en el centro del país los orilla a la alza en el precio de este producto básico, y la verdad, no se está vendiendo por su costo”.