César Graciano Calvario
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La intención declarada por David Gustavo Rodríguez Rosario, actual secretario de desarrollo del gobierno estatal, de sumarse a la disputa de la candidatura del PRD para la alcaldía de Centro en las próximas elecciones, ha sido motivo de severa crítica. Entre la clientela de los propios aspirantes, la clase política variopinta, y aun entre la opinión pública. Vamos. Hasta nosotros caímos en la tentación en días pasados. Pero veamos con seriedad el asunto.
El gobierno de la alternancia y la coalición partidista que lo empoderó prometieron el cambio. Y ahora están obligados a presentar una propuesta electoral sólida y consistente para hacer efectivo ese cambio. Una propuesta que no debiera formularse sobre los mismos usos y valores de una “cultura política” que nos trae sexenio tras sexenio, trienio tras trienio, a los mismos carcamanes oportunistas, las mismas “promesas juveniles”. Y nos referimos solo a los partidos de la izquierda.
Para el cambio que nos tiene a la expectativa, los carcamanes debieran ser excluidos a la de a hue….a fuerza e insistir en la juventud como la única y verdadera alternativa de cambio. La intención de Rodríguez ha sido avalada por el mismo Candelario Pérez, titular del PRD local. Y siendo legítima su aspiración -por ser un joven preparado y esforzado, y por encuadrarse esa aspiración en el marco del cambio que busca el partido al que buscaría incorporarse- está siendo pesimamente conducido, y peor asesorado, en lo que ya son unos tormentosos prolegómenos.
Haber hecho pública su aspiración a la candidatura para la alcaldía de Centro por el PRD es una táctica de añejo y rancio abolengo priista. Pedir la alcaldía para que, en una de esas, le den la diputación federal, o cuando menos tener segura la diputación local. Pero en su circunstancia –ser un perfecto desconocido para estos efectos y carente de imagen política propia- los efectos de su bizarra aparición en este medio, han empezado a hacer estragos entre las personas menos contempladas por el mismo.
Uno de ellas es Freddy Chablé, dirigente municipal del PRI en Centro. Para nadie son desconocidas las ligas que los unen. Por lo que con la mayor facilidad se ha armado el rumor de que Freddy puede estarse prestando para preparar una operación mediante la cual el PRI entregaría a Rodríguez-Candidato-PRD la fuerza electoral priista suficiente para culminar su proyecto. Ello supuestamente justificado por el desacuerdo de Freddy con los proyectos de su partido. Sin embargo habría que conocer al político Chablé, para saber que, aunque es un hombre que honra la amistad como pocos, jamás se prestaría a tal patraña.
Tan simple que hubiera sido solicitar desde un principio participar para la candidatura a la diputación local. Es un buen punto de arranque para un joven como Rodríguez, y nadie le hubiera regateado nada. Hubiera sido una magnífica propuesta del PRD. Que así daría muestra de encontrarse preparando a los cuadros que en muy pocos años estarán a cargo de la tarea. Pero no. Ojala y esto no marque negativamente una carrera que es necesario impulsar, pero sobre bases ciertas. Y sobre todo, serias.
…a pie de carretera
Rodolfo Lara
¡Foco rojo! Trate de cruzar una avenida súper transitada, en hora pico, bajo una tormenta inclemente, escuchando que un orate tras de Usted le grita ¡corre! ¡No! ¡detente! ¡Corre, corre! ¡Para! ¡corre! Pues esto pasó ayer con el señor secretario de educación. Fue hasta después de las 9 de la mañana, y de que sus varios ayudantes salieron a los medios para “advertir” a la ciudadanía, que se dignó aparecer personalmente para anunciar oficialmente la suspensión de clases. Ni los avances tecnológicos, ni la supuesta organización contra desastres permitieron una intervención puntual. Y UTIL. Lo más grave: Protección civil tampoco apareció antes de esa hora ¡Aguas! Pero de las otras.
Nos dieron agua hasta para repartir. Extrememos cuidados. Y sobre todo comportamiento civilizado. Le busco mañana SDQ. Adiu
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