Imágenes aéreas muestran la devastación tras el tsunami en Tonga
Las Fuerzas Aéreas de Nueva Zelanda enviaron hoy un avión P-3K2 Orion para observar el impacto de la erupción volcánica y posterior tsunami registrado el sábado. Las islas de Tonga permanecen cubiertas por una densa capa de ceniza y con las costas arrasadas por el embate de las olas, según las imágenes aéreas tomadas este […]
18 de enero de 2022

Las Fuerzas Aéreas de Nueva Zelanda enviaron hoy un avión P-3K2 Orion para observar el impacto de la erupción volcánica y posterior tsunami registrado el sábado.
Las islas de Tonga permanecen cubiertas por una densa capa de ceniza y con las costas arrasadas por el embate de las olas, según las imágenes aéreas tomadas este martes por vuelos de reconocimiento tras el desastre natural que golpeó el sábado esta nación del Pacífico Sur.
Las Fuerzas Aéreas de Nueva Zelanda enviaron hoy un avión P-3K2 Orion para observar el impacto de la erupción volcánica y posterior tsunami registrado el sábado, y que dejó a país insular completamente incomunicado.
Las fotografías publicadas hoy muestran un paisaje lunar, donde la ceniza cubre todo el territorio, e importantes daños en decenas de edificios asentados en la isla de Tongacapu, la más poblada del país donde se encuentra la capital, Nuku’alofa.
La pista de aterrizaje del aeropuerto de la capital ha quedado severamente afectada, lo que impide que los aviones con ayuda humanitaria puedan aterrizar.
Fotografías recientes del Centro de Satélites de las Naciones Unidas (UNOSAT) además muestran una devastación similar en otras islas habitadas del país como Uoleva, Nomuka y Uiha, con severas inundaciones y acumulación de ceniza.
La violenta erupción del volcán Hunga Tonga Hunga Ha’apai, que lanzó vapor y cenizas a unos 20 kilómetros de altura, creó un tsunami que impactó varias naciones bañadas por el océano Pacífico, incluidas las costas de Estados Unidos, Australia, Perú, Chile y Japón.
La atronadora erupción del Hunga Tonga Hunga Ha’apai, que pudo escucharse a cientos de kilómetros de distancia, también provocó que el volcán desapareciera de la superficie marina.
Las imágenes de UNOSAT revelan que a raíz de la erupción solo quedan dos pequeñas porciones de tierra sobre el nivel del mar, mientras que unos días antes estas dos porciones que sobreviven -parte del cono del volcán submarino- eran mucho más grandes y estaban unidas por una lengua de terreno de 1,2 kilómetros de ancho.
A pesar de la gran devastación, de momento, las autoridades solo han confirmado dos fallecidos, aunque se prevé que el número aumente a medida que se conozca el verdadero alcance del desastre sobre este archipiélago de 169 islas.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) destacó que aún no se tiene contacto con los pobladores de las islas de Ha’pai, al precisar que las preocupaciones se centran principalmente en Mango y Fonoi.
Estas dos islas, habitadas por 36 y 69 personas, respectivamente, según el censo oficial, se encuentran prácticamente a ras del mar y se han emitido desde ellas señales de auxilio.
La Cruz Roja calcula que unas 80,000 personas, del total de los 105.00 habitantes del país, han sido afectados por estas catástrofe naturales, mientras los expertos no descartan que se produzcan otros incidentes de actividad volcánica.

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