José Antonio Meade, enfatizó la urgencia de trabajar en conjunto, para lograr la igualdad y equidad no solo en nuestro país, sino también en todo el orbe

México, D. F.
Notimex

Garantizar la igualdad de género en México es responsabilidad que compete a toda la sociedad y no sólo un asunto de mujeres, señaló el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña.
Al encabezar la ceremonia con motivo del Día Internacional de la Mujer, subrayó que en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no sólo se tienen leyes y reglamentos en favor de la igualdad, sino también programas y acciones.
De acuerdo con un comunicado de la cancillería, detalló que entre 2012 y 2014, se ha brindado capacitación a mil 556 trabajadores de la dependencia en temas de equidad de género; mil 52 mujeres y 504 hombres.
Recordó que de las cuatro mil 337 personas que laboran en la cancillería, dos mil 178 son mujeres; es decir 49.7 por ciento, y refirió que las 18 mujeres recientemente admitidas al Servicio Exterior Mexicano (SEM), de un universo de 35, enfrentarán comparativamente mejores condiciones para combinar carrera y proyecto familiar.
De acuerdo con Meade Kuribreña, las mujeres en el mundo enfrentan altos niveles de discriminación, toda vez que la pobreza y la falta de oportunidades, la discriminación y la violencia afectan en mayor medida a las mujeres.
En su discurso, enfatizó que en México, dos de cada tres mujeres han sufrido violencia de género, siendo su pareja el principal agresor, lo que a todas luces resulta inadmisible.
Meade Kuribreña comentó que en la cancillería se impulsa de igual manera a mujeres y hombres en cuanto a trato y derechos, no obstante que se presta más apoyos a las mujeres que, además de estar atentas a su trabajo, cuiden de sus familias.
Durante el encuentro con mujeres trabajadoras de la cancillería, el funcionario federal expresó un reconocimiento a su labor cotidiana, su esfuerzo y por contribuir a que la política exterior aporte cada vez más al desarrollo del país.
El canciller Meade recordó la destacada labor de las mujeres en la diplomacia, como el caso de Palma Guillén de Nicolau, la primera enviada extraordinaria y ministra plenipotenciaria de México en Colombia.
Así como Amalia Caballero de Castillón Ledón, la primera embajadora en 1956, y Paula Alegría, la primera embajadora de carrera en 1965, entre muchas otras.