Hospital de Tamulté
Sólo lo malo no deberás hacer nunca, pero jamás dejes de obrar por miedo a lo que las gentes digan, pues las gentes hablan según lo que ellas quieren, no según lo que a ti te convenga. Don Juan Manuel  / El conde Lucanor Erwin Macario El 5 de septiembre de 2012, hace dos años, […]
8 de septiembre de 2014

Sólo lo malo no deberás hacer nunca,
pero jamás dejes de obrar por miedo
a lo que las gentes digan, pues las gentes
hablan según lo que ellas quieren, no según
lo que a ti te convenga. Don Juan Manuel  /
El conde Lucanor

Erwin Macario

El 5 de septiembre de 2012, hace dos años, en este espacio se mencionó una de esas historias del libro, viejo cuento muchas veces citado, que es la del padre e hijo que viajan rumbo al mercado, con una bestia descargada que serviría para regresar cargando las mercancías. En el camino encuentran a quienes les opinan que el viejo debía ir a caballo. Más tarde recriminan al padre por llevar a pie al mozo y, cuando ambos viajan sobre el animal, no falta quien les reprocha que en tal forma cansen al cuadrúpedo.

Patronio, que tal es el consejero del conde Lucanor, aprovecha la narración para decirle que “sólo lo malo no deberás hacer nunca, pero jamás dejes de obrar por miedo a lo que las gentes digan, pues las gentes hablan según lo que ellas quieren, no según lo que a ti te convenga”.

Le explica: “Ahora bien, señor conde Lucanor, esto que me decís que queréis hacer y que receláis hacerlo por miedo a que las gentes os critiquen, y que si no lo hacéis vos, lo harán ellos; ya que me pedís consejo, éste es el que os doy: que antes de comenzar el hecho penséis el pro y el contra que de él se os pueda seguir y que no os fiéis sólo de vuestro criterio; ni os dejéis engañar de vuestra voluntad, aconsejándoos siempre de hombres sabios, prudentes y leales”.

Vale ahora recordarlo con el enredo por la obra social que el gobierno de Arturo Núñez Jiménez ha proyectado construir en la zona indígena de Tamulté de las Sabanas, región del municipio de Centro formada por la villa que le da nombre a esta parte tabasqueña habitada en su mayoría por indígenas de origen maya-chontal, las villas Ocuiltzapotlán y Macultepec, y los poblados Buena Vista en dos secciones; y Tocoal; así como las rancherías La estancia, La Loma, El Alambrado, Aniceto, Jolochero 1a y 2a sección, La Ceiba, La Manga y Rovirosa.

La región es considerada desde hace muchos años perredista, el bastión del perredismo en Tabasco. Sin embargo ningún político de ese partido, o de otros partidos aliados ni el propio presidente municipal, Humberto de los Santos Bertruy, a través de su gente, ha podido convencer a los indígenas para que sean los estudios de factibilidad y no los deseos personales o la ambición de líderes que utilizan a esa etnia, los que se tomen en cuenta para construir el hospital regional.

Éste servirá a toda esa población, al sustituir, con una inversión de 100 millones de pesos, el Centro de Salud con Servicios Ampliados (CESSA) que funciona en villa Tamulté, según declaró el 10 de marzo de este año el secretario de Salud de Tabasco, licenciado en Derecho, Juan Antonio Filigrana Castro, en rueda de prensa a la que asistió el gobernador Núñez y la secretaria federal del ramo, Mercedes Juan López.

Pero parece que los consejos y las acciones se dan mal. La construcción de ese centro hospitalario no se ha podido iniciar, pese a que la primera fecha para tal cosa se fijó para finales de junio.

El día de la Santa Cruz, sábado 3 de mayo, se dio el primer diálogo oficial ante protesta inducida contra el proyecto. El secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta  ofreció a líderes de los chontales que el ofrecimiento de campaña de Arturo Núñez, que el mismo gobernante había reitrado el 10 de diciembre pasado, se cumpliría: “El gobernador Arturo Núñez sigue firme en el compromiso de atender las demandas y sobre todo de cumplir lo que en campaña prometió; hay una decisión tomada y este mismo año vamos a hacer las obras. El gobierno está comprometido a cumplir y va a cumplir”.

El diablo metió la cola. Ante las protestas manipuladas por maestros del sindicato que regentea el diputado Roger Arias García, y el pastor evangélico Lázaro Hernández Gerónimo, un grupo vino a la Quinta Grijalva el 5 de junio para insistir que sea  el ejido José G. Asmitia la sede del nosocomio.

No se ha llegado a acuerdos entre las comunidades. Otro grupo insiste en que la obra se construya en la ranchería Buenavista.

Alguien tiene que buscar el acuerdo. El diálogo sin soluciones es estéril. Y todo parece indicar que se falla porque desde un principio se dijo que serían las comunidades las que decidirían, y no los estudios técnicos.

El propio secretario de Salud estatal, Filigrana Castro, ha mantenido, contra toda razón técnica, la tesis de que sean las comunidades las que digan dónde se construirá el hospital. Antes, es cierto, se les consultaba para saber hasta donde llegan las inundaciones y no edificar ahí. Señalaban hasta donde estaban las marcas del caracol.

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