Hay gobernabilidad y diálogo: Ojeda
*El secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta, sostuvo este lunes ante los diputados del Congreso local, informó sobre el estado que guarda la administración pública en el ramo de la política interna; expone que en el escenario de la alternancia que se vive en la entidad, la administración estatal mantiene la convivencia social, respeta […]
3 de diciembre de 2013

*El secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta, sostuvo este lunes ante los diputados del Congreso local, informó sobre el estado que guarda la administración pública en el ramo de la política interna; expone que en el escenario de la alternancia que se vive en la entidad, la administración estatal mantiene la convivencia social, respeta los derechos humanos, y promueve las libertades de todos los actores políticos y sociales. Dijo que la administración que encabeza el mandatario estatal Arturo Núñez Jiménez, se ha pugnado por la observancia del orden constitucional al interior de la entidad cumpliendo con tareas de diálogo permanente para construir una gobernabilidad democrática.

Daniel Lorca
Rumbo Nuevo
No hay lugar ya para el dispendio, ni para la extracción clandestina del erario. La estrechez de la hacienda pública que se ha heredado, exige una estricta planeación para el uso de los recursos, la justificación escrupulosa de los gastos y una clara rendición de cuentas, así lo dejó claro el secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta.
Y es que durante su comparecencia en el Pleno del Congreso del Estado en sesión pública dentro del segundo periodo ordinario de sesiones, el encargado de la política interna subrayó que ya no es tiempo de reclamar o añorar privilegios indebidos, pues se tienen que sujetar a la congruencia y la sensatez, ya que están obligados los servidores públicos, las organizaciones políticas, sociales, privadas y gremiales, a trabajar y producir, para responder al prolongado clamor ciudadano de justicia social.
Asimismo, añadió que la transformación social que se necesita no se producirá de manera automática, a voluntad unilateral del gobierno, pues reclama de todos una plena disposición a un cambio cultural que será prolongado, pues en el fondo de esta compleja transición se tiene que deponer la vigencia de viejos valores y prácticas políticas, que remiten a un pasado construido sobre el conformismo y la conveniencia.
Subrayó que la mudanza de régimen político que experimenta la vida pública de Tabasco, apenas inicia, “no ha sido fácil, no lo será, el tránsito de un estado viejo de arreglos y acomodo de cosas hacia uno nuevo, con reglas y prácticas diferentes, exige de todos los actores, apertura para trabajar en la pluralidad; persistencia para mantener el diálogo y la negociación; y vocación para formar y aceptar los acuerdos”.
El funcionario estatal indicó que en la actualidad, el total de los actores están llamados a construir un régimen sustentado en la centralidad del ciudadano, esto es, en la formación progresiva de una ciudadanía colaborativa, no solamente capaz de incidir en la discusión de los asuntos y las decisiones políticas, sino plena de habilidades para convertirse en sujeto activo de la instrumentación de las políticas públicas y los programas sociales.
“Por ello, no queremos que se piense que el cambio verdadero que reclama Tabasco será obra exclusiva del gobierno, sino que depende del concurso decidido de todos los actores públicos, privados y sociales, para transitar hacia una nueva forma de gobernabilidad que haga eficaz a la alternancia democrática, queremos edificar con la participación social, un gobierno que produzca resultados y que obtenga el máximo provecho de los recursos públicos en aras del desarrollo y el bienestar”.
Además, el secretario de Gobierno añadió que se debe perseverar en la instrumentación eficaz de las políticas públicas; promover la innovación en la gestión de proyectos; someter a evaluación los programas de gobierno para su mejora constante; e incentivar la participación de la sociedad civil en la vida pública, porque de todo ello dependerá de que la entidad corrija el rumbo y se enfile de nuevo hacia el desarrollo.
“Por nuestra parte, en el ámbito de la política interna, en apego al ideario democrático y republicano del gobernador constitucional Arturo Núñez Jiménez, reiteramos a los ciudadanos, a los partidos políticos y las organizaciones sociales, así como a los poderes Legislativo y Judicial del Estado, a los municipios, a los poderes de la Unión, y a los organismos autónomos, que en la Secretaría de Gobierno encontrarán a una instancia aliada del respeto a la legalidad, amiga de la interlocución política responsable y solidaria con las causas democráticas de Tabasco”.
En virtud del estado en que se encontró a la administración estatal, Ojeda Zubieta destacó que se ha emprendido una reconstrucción de las instituciones para reactivar su eficiencia y eficacia, siguiendo los principios de la transparencia y la rendición de cuentas, porque tienen entendido que el mandato que el electorado dio el 1 de julio del año 2012, estriba en que el gobierno debe abrirse a un pleno escrutinio social, que impida el ejercicio indebido del poder y el abuso del erario.
Sostuvo que han reconocido en el cambio del período constitucional la hacienda pública presentaba problemas de liquidez; abultados pasivos con diversos proveedores y acreedores; una enorme deuda bancaria a largo plazo; retención y descuento de recursos por subejercicio de programas federales y omisión de paripasus; presiones de pago de pensiones a jubilados estatales y de instituciones educativas; y saldos vencidos de servicios públicos, entre ellos el de electricidad, compromisos que ascendían a 41 mil millones, contra un presupuesto programado de 36 mil 566 millones de pesos, es decir, “un déficit financiero claro y tangible”.
No obstante que el presupuesto para el año fiscal de 2013 sólo preveía el pago de la nómina y los gastos operativos más básicos, Ojeda Zubieta destacó que el gobierno mantuvo en operación los servicios públicos, y progresivamente recuperó su capacidad de atención en las instituciones hospitalarias, educativas y jurídicas, por lo que hoy se aprecia cierta normalidad en el quehacer de las funciones públicas.
“Ante un escenario complejo, esta administración saneó las finanzas y reprogramó el gasto; liquidó los adeudos más apremiantes; obtuvo apoyo federal para reactivar programas sociales y la inversión en infraestructura; y suscribió convenios de colaboración nacional para destinar recursos al estado y a los municipios en apoyo a diversos rubros del desarrollo”.
En este sentido, el secretario de Gobierno señaló que el diagnóstico sobre el desorden detectado, no fue obstáculo para enfrentar los retos de la atención cotidiana a la demanda social, ni argumento para paralizar la prestación de los servicios públicos, “al contrario, ha sido un incentivo para fortalecer nuestro servicio a la gente y para confirmar que la sociedad tuvo razón al marcar un cambio de ruta”.
Además de las omisiones encontradas en la administración pública, el funcionario estatal subrayó que Tabasco enfrenta serios rezagos en términos de desarrollo, productividad y competitividad, resuelto a afrontarlos, por ello, el titular del Ejecutivo ha tenido un rol activo de gestión ante el entramado intergubernamental de la Nación y ha asumido la presidencia de Comisión Sur-Sureste de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago); y mantenido una política de diálogo constante con los poderes de la Unión, expresadas en diversas mesas de trabajo, en especial con la Conagua, Petróleos Mexicanos; la Comisión Federal de Electricidad; y con la Cámara de Diputados.
“Frente a las lecciones del pasado, en que el trato con la Federación se asumió a veces con frivolidad, indiferencia o con belicosidad simulada, la relación que estamos construyendo con los poderes de la Unión se basa en los principios de un federalismo democrático, sostenido en la corresponsabilidad, la subsidiariedad fiscal y la rendición de cuentas entre todos los órdenes de gobierno”.

Compartir: